- Estás bien. - Suspiré cuando sus brazos rodearon mi cuerpo. - Estás bien. - Repetí otra vez.
- Lo estoy, te dije que podía con él.
- Pero, verte ahí colgado... Creo que no he visto nunca una imagen peor que esa. - Le dije soltando todas las lágrim...
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*Lean la nota del final, por favor*
Era tan raro despertar en una tienda tan grande y que no era la mía... pero, por suerte, tenía que acostumbrarme a dormir en la tienda del líder de los 100. Las chicas no pudieron evitar gritar con ganas y con fuerza de la emoción cuando, hace apenas dos días, les dije que iba a dormir con el mayor de los Blake.
Terminé de atar los cordones de mis botas negras de combate y cambié la camiseta de Bellamy que usaba para dormir por una limpia. Bueno, más o menos limpia.
- Buenos días, pecas. - Saludó Bell entrando de repente en, ahora, nuestra tienda de campaña. - No sabía si ya habías despertado.
- Buenos días, campana. - Sonreí contenta, dejando un pequeño beso como saludo en sus labios.
- ¿Campana? - Preguntó divertido.
- Si. - Respondí simple saliendo de la tienda. - Porque te llamas Bell y bell en español es campana. - Reí al ver la expresión de su cara, pasando de la confusión a la sorpresa en apenas unos segundos.
- ¿En serio, pecas? - Rio más fuerte.
- Sí, en serio. - Sonreí recibiendo gustosa el beso que me estaba dando. - Tengo que irme a ayudar a tu hermana con la carne.
- Bien, porque yo tengo que ir a poner un poco de orden.
- ¿Dónde quedó el 'hacemos lo que queremos'? - Señalé divertida sabiendo lo mucho que habían cambiado las cosas desde que habíamos llegado.
- Ja, ja. Muy graciosa te has levantado tú hoy, ¿no? - Me encogí de hombros sonriendo, volviéndolo a besar. Dios, nunca me cansaría de besarlo. - Ya, me voy. Te veo luego.
Me alejé de la tienda para acercarme al puesto de la carne, donde se encontraba mi mejor amiga, no sin antes acercarme a saludar a mi hermana mayor, que se encontraba con Finn en la zona de potabilización del agua.
- Buenos días, S. - Saludó con un abrazo. - ¿Qué tal has pasado la noche? ¿Mucha acción?
- ¡Lena! - Grité sorprendida ante su pregunta.
- ¿Acción? - Preguntó Finn confuso.
- Ahora Skye duerme con nuestro querido líder.
- ¡Lena! - Volví a gritar.
- Bueno, - Empezó el caminante espacial. - hay que encontrar momentos para pasarlo bien, ¿no?
- Dios... no puedo más, sois horribles. - Suspiré frustrada. - Me voy con Octavia.
- ¡Suerte! - Me gritaron los dos a la vez cuando me iba.
- Buenos días, O. - Saludé con un abrazo nada más entrar. - Oh, hola, Murphy. - Sonreí al moreno que colocaba de manera correcta la carne.
