Una gota cayó a mi frente llamando mi atención hacia el cielo, levante la mirada y note que el cielo estaba completamente nublado. Decidí no perder el tiempo y caminar rápido hasta el interior de la Universidad, ya habían terminado las clases, y el pasillo estaba completamente vacío, sólo podía ver al conserje pasar el trapeador por todos lados mientras tarareaba una canción. La lluvia comenzó a caer ferozmente y casi no podía ver nada, bufe, ¿a caso podía haber algo peor? Mire a más detalle y note que había una persona sentada debajo de un árbol y no le importaba mojarse, eso en parte era lindo.

"A el lobo nadie lo detiene.."

Frunci el ceño ante tal pensamiento y camine lentamente al exterior, levante mi mano sintiendo las gotas caer sobre mi palma y decidí dar otro paso, curiosa, lentamente, y nerviosa. La lluvia mojaba mi cabello conforme iba llegando a la persona que estaba debajo del árbol, había dejado mi mochila en el casillero pero traía en mis manos el violín, quería dejarlo en casa, después de que me rechazaron en la orquesta, no creí que fuera útil traer el instrumento más. Asomé mi cabeza para poder ver su rostro.

"...¿lobo?.."

-¿Que haces aquí?- dije parpadeando rápidamente a causa de que el agua llegaba a mis ojos. Lucas dio un salto de sorpresa y giro verme furioso. Me sentí intimidada pero no baje la mirada, el era sólo un chico, nada malo.

-¿Acaso no puedes dejarme sólo?- me dijo serio.- Desde que llegamos a la maldita Universidad no eh dejado de toparme contigo, eres rara.

-¡Flor, ven acá! -interrumpió una chica que no conocía, traía el uniforme de porrista y a ella tampoco le importaba estarse mojando. Deje de mirar a Lucas y la mire extrañada. Camine rápido hacia ella y le asenti con una leve sonrisa.

-¿Como sabes mi nombre?-le pregunte ignorando las frias gotas que recorrían mi cuerpo.

-Soy Valentina, la capitana de las porristas, un amigo me dijo que eras nueva y que te vio con el..-dijo apuntando a Lucas, ladee mi cabeza y asenti.

-Si, es un poco duro, pero muy tierno.-le confesé con una sonrisa y Valentina me miro con cara de pocos amigos.

-¿Lucas? ¿Lucas Ivànovitch? -preguntó asombrada y asenti.- pues eh venido aquí para advertirte que el es un hijo de puta, es un cabron, tiene muchas novias y lo único que quiere es follarte. No te dejes romper el corazón por alguien así, tu pareces ser muy inocente, el sólo te rompería la vida.

Alce una ceja indignada, no podía creer el comentario que había salido de los labios de la chica. ¿Como podían hablar así de el?
La sangre hervia bajo mi piel, mis puños se cerraban y ni siquiera el llanto del cielo podía enfriarme.

"Calma, respira...ellos no saben..sus comentarios no pueden llevarme..no. "

- Ummm, en primera.-hable sonriendo lo mejor que podía.- creo que no tienes algún derecho de opinar sobre el, yo tampoco lo conozco, claro, pero que tu veas las cosas que hace mal, no quiere decir que sea del todo malo. Segundo, no busco romance en el, creo que tu y las demás chicas están más concentradas en tener su amor que en amarlo, tal vez el necesita una amiga que no lo juzgue y ustedes no se dan cuenta por estar taaaan embobadas con su semblante oscuro. Cuarta, si a mi me rompe algo, será muy mi problema, es un chico, nada del otro mundo. No le tengo miedo y tampoco pienso dejarlo así como así sólo porque a ustedes no les parece su forma de ser. No lo conoces bien, no abras la boca, ¡gracias!-dije y me di la media vuelta para ir de nuevo al árbol donde estaba el chico.

La lluvia no cesaba, mis dientes castañeaban del frío pero no me iba a detener, no ahora. Lucas estaba viendo el lago cuando me senté a su lado, no sabía que decirle pero no quería dejarlo sólo, así que me quedé en silencio mientras el gruñia maldiciones a todas las cosas que le rodeaban.

Photograph and Wolves. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora