14.

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Habían terminado las clases, el cielo se estaba nublando y el día se estaba volviendo cada vez más gris.
No había hablado con Parisa ni con Lauren en todo el resto del día, quería estar sola, quería pensar en que estuve mal, en que momento todo retrocedió.

"Tal vez lobo no era el indicado para darle sentido a la canción.."

Cerré la puerta de mi casillero sin nada de fuerza, no me sentía bien en ningún sentido, tanto física como psicológicamente, había perdido el toque con mi violín, deje caer mi pluma para escribir, deje mi sonrisa, deje todo lo que me hacía ser yo.
Tome mi mochila con los libros que tenía tarea, tal vez podría pasar un rato con mi padre, papá siempre me dio la fuerza, la educación y la delicadeza que ni mi madre me pudo dar. Camine por el pasillo, las luces tenues a penas podían sacar la Universidad de la oscuridad, mis manos se sentían heladas, mi cabello era opaco y me veía rota.

Rota de la nariz, rota de la cabeza, rota de las manos, rota del corazón.

Ignore los murmuros del pequeño grupo de chicos que estaban a mis espaldas, mis brazos se aferraron al tirante de mi mochila y prosegui en mi camino. Al salir de la Universidad, note que había una canoa y está sería ocupada por sólo una chica, me apresure a llegar a la orilla mientras mis rodillas crujian al correr y mis huesos dolían como si me hubiese caído de un edificio. Aferre mis pies al pasto cuando llegue a la canoa y trate de sonreír lo mejor que pude.

-Buen día, ¿me daría usted la oportunidad de ir con usted en la canoa? No tengo mucho tiempo para llegar a casa..-dije mirando al pasto.

-Por su puesto, amica, entra..-contesto la amable chica de vuelta, sonreí levemente de lado y puse un pie en la canoa, deje mi mochila a un lado y me senté a dedicarme a ver el paisaje.- Me llamó Holly.

-Florencia.-dije sin ánimos y sin siquiera dirigirle la mirada.

La canoa se movía, para mi buena suerte, ella iba a la misma dirección en la que estaba mi casa. El cielo amenazaba con unos fuertes truenos que me hacían estremecerme por completo, luces fuertes alumbraban la ciudad por unos segundos, para luego devolverme el gris atardecer. El agua se movía con más fuerza, la gente comenzaba a correr mientras la lluvia llegaba hasta nosotros. No hice caso, seguí mirando mi alrededor como si nada de esto pasará, no tenía ánimos de gritar o de asustarme por los relámpagos, sólo quería llegar a casa a dormir.

-Es una gran tormenta..-murmuró la chica que manejaba la canoa con un tono divertido, su cabello estaba empapado al igual que el mío y su color de cabello era inusual, rosa pastel.

-Alguien arriba no está de buen humor..-murmure también mientras miraba las nubes darle paso a grandes rayos azules y ruidosos.

La canoa llegó al lago donde estaba mi casa y me di cuenta que ella iría por otro lado.

-Aquí me bajo..-le dije tomando su hombro, ella asintió y navegó por la orilla para dejarme en la banqueta de madera, tome mi mochila y sacudi mi cabello mojado para luego bajar despacio, ya en el suelo, gire a verla.- ¿Esta muy lejos su casa?

-Oh, no no, estoy a sólo unos metros, no te preocupes..-respondió quitándole importancia, asenti.

-Bueno, gracias por traerme, realmente necesitaba llegar temprano, vaya con cuidado, tenga una linda noche..-dije mirando la lluvia caer al agua. Ella asintió.

-No fue nada, igual ten un lindo día, adiós.-dijo para luego volver a moverse en la canoa, alce una mano y la agite dándole la despedida.

Bien, es momento de ir a casa.

Camine de prisa por toda la banqueta tratando de no seguir mojandome, di un pequeño salto cuando escuche un rayo caer cerca de donde yo estaba.

Photograph and Wolves. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora