"No dejes que la serpiente envenene al lobo, no permitas que la Luna se esconda entre las suaves nubes, las estrellas están atentas a lo que sucede, ni la música del violín puede calmar las olas de la fuerte marea que inunda el coraje.."

La cabeza me daba punzadas, provocando que cerrará más fuerte los ojos para calmar el dolor, sentía el frío suelo chocar con mi espalda y un dolor horrible recorrió mi cuerpo lentamente, mi respiración se entre cortó mientras mis piernas perdían la fuerza, se, que no eh quedado inconciente pero se que también que no puedo moverme porque el dolor me lo impide. Algo me hace reaccionar, los gritos y los golpes sordos zumban en mis oídos, todo vuelve a su lugar y mi mente se concentra en lo que está pasando aquí y ahora.

Me siento en mi lugar en el suelo, tratando de soportar las punzadas que golpean mi cabeza con fuerza, me atrevo a levantar la mirada, la sangre se me sube a la cabeza al ver como Lucas tiene contra la pared al tipo que me empujó, golpeandolo una y otra vez. Agarró toda fuerza de mi cuerpo y me pongo de pie, duro unos segundos para controlar mis piernas y así, caminar firmemente hasta donde estaba mi compañero.
El coraje pudo más que el dolor, mi sangre se enfrió y me encontré corriendo para detener a Lucas lo más pronto posible, cuando estuve cerca, me puse entre el puño de Lucas y la cara del tipo, dispuesta a recibir un golpe con tal de parar la pelea.
Cuando vi el puño de Lucas aproximarse a mi, cerre los ojos fuertemente, esperando el impacto.

-¿Lucas? -susurre después de unos segundos, al ver que no había sido golpeada, mis manos viajaron a su pecho, alejandolo de su oponente, sus ojos eran cubiertos con una pequeña sombra, haciéndolos más profundos e intimidantes. Mi boca se secó de repente y me encontraba en blanco, toda palabra coherente se esfumó en mi lengua. Lucas me miraba, podía ver fuego en su mirada, llamas rojas bailar dentro de sus pupilas.
Sus manos tomaron mis muñecas con poca fuerza y las desvió de su pecho.

-¡Anda, perro! ¡ven acá y pelea, cobarde! -grito el tipo en mis espaldas, mire de reojo como se limpiaba la sangre de la nariz y nos miraba con coraje.- ¡que está maldita no te detenga!

El cuerpo de Lucas se abalanzó contra mi, tratando de atravesarme y así poder seguir golpeando al tipo que lo retaba, los jadeos y gritos de asombro eran cada vez más insoportables, seguí juntando fuerzas para detener a Lucas, mis manos tomaron sus hombros y lo obligue a mirarme.
Sus ojos se encontraron con los míos por unos segundos antes de que me fuera la vuelta para encarar a el tipo que lo provocaba.

-Escucha, chico..-hable.

-Soy Dravis, niña. Y ya quítate de mi maldito camino.-dijo Dravis mirandome con coraje.

-¡No! -grite molesta.- ¡eres el idiota que peleo con Lucas en el bar! Tu fuiste la razón por la cual el estuvo en la estación de Policía, tu fuiste la razón por la cual el no pudo dormir bien! Y sabes, todos piensan que es malo pero la verdad es que sólo te dedicas a provocarlo, ¡el único imbécil eres tu! ¿que más quieres, que te muela a golpes para que lo metan a la cárcel y así estar feliz? ¿estas enfermo?
Lárgate de aquí, que ya acabaste con mi paciencia.-dije apuntando la puerta de la cafetería, Dravis alzó una ceja y se acercó a mi rostro con aire de peligro, decidí guardar mi miedo y mantenerle la mirada.

-Sólo le pruebo a los demás que este, tipejo, es un hijo de puta que anda con otra y otra mujer de cama en cama.- gruño contra mis labios, apreté mis puños con coraje.

-Esto es, patético. Deberias sólo, irte antes de que te diga lo ilógico que te ves dando esos argumentos estúpidos.-dije tranquila y Dravis se alejó.-Ah, y si tanto querías que Lucas te follara, sólo lo hubieras dicho, nene.-Dije y los presentes soltaron una risa sonora. Dravis me miro fijamente mientras me acercaba peligrosamente hacia el con una sonrisa.- No busques problemas conmigo más de los que ya tienes, pequeño princeso.

Photograph and Wolves. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora