-¿Qué? -pregunté aún en mi lugar, Parisa se dio la vuelta y asintió sin ánimos.

-Si, el y yo salimos el año pasado.-dijo, su ánimo se había ido al suelo y decidí no seguir preguntando, seguro había algo que le dolía aún y si ella no quería contarme, no la obligaría a hacerlo.

-Entiendo, de acuerdo, vayamos a...¿quieres tomar algo? -propuse para cortar la tensión y ella alzó una ceja.

-¿No tenemos que ir a clases?-dijo apuntando el frente del pasillo.

-Vamos a tomar algo, me duele la cabeza.- dije en un quejido y ella sonrió de nuevo, comenzamos a caminar de vuelta a la cafetería.

"Sabes que no eres lo suficiente fuerte para detener la guerra, sin embargo te paras frente al arma dispuesta a ser herida..."

Parisa era una chica maravillosa, su cabello es del mismo tono que el mío pero el de ella es largo y muy ondulado, sus ojos son verdes, grandes y su maquillaje era sencillo.
Es dulce, y me agrada que este de mi lado, que por fin alguien me haya puesto atención en lo que dije sobre Lucas. Entramos a la cafetería, riendo por un comentario que hizo acerca sobre el ballet, mire de reojo la mesa en la que estaban varios estudiantes aún comiendo, la tensión comenzó a crecer poco a poco y mi sonrisa se borró antes de llegar donde la cocinera estaba. Algo me decía que que aquellas personas me miraban las espaldas, y aunque no eh visto sus caras, se que tienen que ver con Dravis y Lucas.

-Hola, una malteada de fresa, por favor.-pidió Parisa sacando su cartera para sacar efectivo. La mire por un segundo sin saber que decir para volver mi mirada a la cocinera.

-Yo, una malteada de chocolate, por favor.-contesté también sacando dinero de mi bolsa antes de que la cocinera nos diera nuestros pedidos.

Cuando la cocinera nos dio las malteadas, pagamos y buscamos una mesa cerca de la ventana, queríamos relajarnos un poco pero pensé que sería difícil hacerlo cuando un grupo de personas te mira en cada movimiento que haces. Le regalé una sonrisa a Parisa para mantenerla tranquila mientras bebiamos nuestras malteadas.

-Ew, detesto el chocolate.-hablo Parisa sentándose en una silla frente a mi, sonreí mientras bebía de mi vaso.

-Yo odio la vainilla.-contesté alzando una ceja y ella abrió la boca asombrada.

-¿Bromeas? ¡La vainilla es genial! Mi cabello es de vainilla..-dijo bebiendo también de su vaso y yo solté una carcajada, para después recibir una punzada de dolor en mi cabeza.

"Estúpida, te recuerdo que te pasaste de valiente hoy por lobo lobito.."

No borre mi sonrisa, estaba tranquila con lo que había hecho y lo volvería a hacer de nuevo.

-¿Si? Bueno, mi cabello es chocolate blanco.-dije mirando un poco el mechón de mi cabello y ella río de vuelta.

-Eso no es justo, pinta tu cabello de castaño y así serás chocolate y yo vainilla.- dijo ella volviendo a beber de su malteada, asenti dudosa.

-Buscaré de esos tintes que se quitan al bañarse, ¿de acuerdo? -propuse y ella asintió animada.

-Que idiota al venir aquí sin...el imbécil ese.-hablo Dravis acercándose a la mesa, note como sus manos temblaban, y también noté, que Parisa bajo la mirada casi de inmediato. Lo entendí de inmediato y le sostuve la mirada.

-¿Puedes irte de aquí? No queremos escándalos ahora.-murmure lo más tranquila posible, Dravis sonrió con malicia y acercó su rostro al mío tratando de intimidarme, lo cual respondí con una sonrisa también, si Lucas no me daba miedo, el menos.

Photograph and Wolves. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora