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Dicen que a los adultos no les importa lo que suceda con sus hijos, que los crían para la basura que les harán vivir, dicen que preparan a sus hijos para el sufrimiento, para que se acostumbraran al dolor y que se asustaran cuando las sensaciones buenas entrarán en su sistema.
A veces tenía ganas de arrancarme el cabello, de gritarle al mundo que no era tan débil como me hacían sentir, pero por alguna razón siempre me quedaba callada.
Me gusta capturar lo bueno de la vida en fotografías, me gusta tocar el violín porque siento que detengo el mundo, que el mundo deja de hacer lo que está haciendo sólo para escuchar mis melodias..

"Pero nadie se detiene a escucharte.."

Me levanté de la silla, dejando la carta del menú en la mesa, estaba dispuesta a enfrentarme a mi madre, nunca eh sido grosera con nadie, pero desde que la gente se ah aprovechado de mi, la paciencia ah bajado.
Camine a paso decidido hasta el otro lado de la plaza donde mamá se encontraba, acomode mi cabello hacia atrás y respire hondo, tenía que hacerlo ahora.

-Madre.-hable neutro, desde que conocí a Lucas, eh aprendido a hablar de esa manera, de hablar a matar.- Estuve preocupada por usted, porque no me había llamado últimamente, pero por lo que veo, usted está muy bien, claro.

-Flor, bambina..

-No, mamma, no. Come ti permetti? Ti ho seguendo tutto questo tempo, pensando di aver sbagliato per la mia assenza ma no, la tua mooooolto bene.- hable muy rápido sin prestarle atención al tipo que la acompañaba. Mi madre suspiro y miro de reojo a su pareja.- No creí que esto sucedería, sabe.

-Escucha, lo lamento, en serio bambina, pero, tu vives con tu papa, y no debías saberlo porque se que le dirás sobre esto.- contesto nerviosa. Mi paciencia se estaba agotando, algo me estaba deseperando.

-Será mejor que me retiré, usted tiene todo el derecho de ser una mala madre que sólo se importa a si misma, adiós, lindo día.-dije para luego girar sobre mis talones, me frustraba que ni siquiera se haya preocupado por mi nariz casi rota.

Camine, alejandome de mi madre, sin nada que más decir, las piedras crujian al hacer contacto con mis botas, el viento soplaba levemente y la noche abrazaba Venecia, la gente la pasaba bien en la plaza, la mayoría eran adolecentes y sus vidas sociales, por un momento me sentí ridícula al tener la nariz morada y roja y casi fosforescente, sin exagerar, claro.
Saque mi teléfono para mirar la hora, encendí la pantalla y bufe cuando vi que eran casi las 8:00 PM. Era hora de ir a casa para descansar, tuve suficientes golpes en la cabeza por hoy, sólo quería dormir abrazando mi almohada por el resto de la noche, todo parecía empeorar para mi, pero algo golpeaba mi interior diciéndome que todo esto valdría la pena, incluso la papa que tengo como nariz.

Mi celular comenzó a sonar entre mis manos con la canción de Stevie Wonder di un pequeño salto de sorpresa antes de reaccionar, puse el celular en mi oreja y mire hacia el frente para seguir caminando.

-Soy Valencia, ¿en que puedo ayudar? -saludé con mi teléfono en mi oído, esperando respuesta de la otra línea.

-Lore, se que esto es tonto pero, necesito que estés aquí conmigo.- hablo una voz dura y ronca, la voz que reconocería en cualquier lugar, la de Lucas.- ¿podrías?

-¿Donde estas? -pregunté preocupada por la petición de Lucas. Un suspiro brotó desde mi teléfono.

-A fuera de tu casa.- contesto sonando desesperado y asenti aunque el no pudiera verme.

-Voy para allá.-dije decidida y finalice la llamada sin siquiera esperar su respuesta.

¿Que habrá pasado para que el me llamará pidiendo que estuviese con el? Tenía que ser algo grave, digo, ¿el pedirme que este con el? es extraño pero no importaba porque al menos estaba bien con el hecho de que confiara un poco en mi. Camine más de prisa hasta la canoa que esperaba en la orilla afuera de la Universidad, la noche comenzaba a ser fría, la gente comenzaba a irse y yo aún estaba por alcanzar la canoa, noté que a un lado estaba la lancha en la que veníamos en la tarde, sonreí y camine más rápido hacía la orilla.

Photograph and Wolves. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora