Sólo Te Quiero Para Mi -Maylor- #TheQueenAwards ·En Edición·

Capítulo 9 (No sé como llamarlo xd)

"Si estás a mi lado, te haré la persona más feliz del mundo, y si te vas, haré lo que sea para que regreses a mi."

—Quisiera estar así contigo, pero esos dos tienen a Rhye—Roger se levantó y buscó su ropa, cuando la encontró comenzó a vestirse.—Además tengo escuela, cariño.

Brian sonreía al ver a su pequeño, se sentía afortunado, ¡Tenia al chico más hermoso como novio!

Una noche atrás se habían demostrado lo mucho que se querían, aunque Roger no estaba acostumbrado al dolor de piernas.

—Tienes razón, y necesitó buscar un trabajo.—Brian igual se levantó y también comenzó a vestirse.

—¿Para qué?—Roger abrochaba los botones de su camisa.

—Para el pequeño monstruo que hay en casa.—Brian acomodaba su cabello.—Y, obvio, cosas para nosotros.

—¿Y para mi por qué?

—Porque si, cielo, ¿Listo?—Brian tomó las manos de Roger, él asintió con una sonrisa.

—¡¿Cómo la calló?! John, ¡Ayuda!—Freddie no sabía que hacer, Rhye lloraba demasiado.

—No lo sé, dale su biberón.—John también pensaba que hacer, ambos tenían escuela, Brian y Roger no llegaban.

—No quiere, ya le di juguetes, biberón, revise su pañal, y nada, no hay forma de tranquilizarla.

En ese momento, Roger y Brian entraron.

—¡Hola!.. ¿Por qué llora Rhye?—Dijo Roger, que cambio de estar feliz a estar preocupado.

—No lo sabemos, despertó llorando.—Dijo John con preocupación, al igual que Roger.

Roger no contestó, simplemente subió a su cuarto donde tenia algunas cosas, tomó algo que aún no abría, en su camino hacia abajo lo abría y lo limpiaba un poco, fue a la sala donde estaba Freddie.

—¡Rog! ¡Qué bueno que llegas! Ayud...

—Shhh, dame a Rhye, si esto no funciona tendré que faltar a la universidad.—Roger la tomó y la acostó, Rhye tenia una mano en la boca y lloraba con menos intensidad, John, Brian y Freddie miraban atentos a las acciones de Roger,  él quitó la mano de Rhye de su boca, y en su lugar puso la mordedera, Rhye dejo de llorar y tomó el juguete para empezar a pasarlo por pequeñas partes de su boquita.

Freddie, John y Brian suspiraron aliviados, Roger sonrió victorioso.

—Listo, eso la mantendrá por un tiempo, tendré que ir a comprar más cosas.

—¿Qué tenia, Roger?—preguntó John.

—Sus dientes comenzaron a salir, por eso lloraba, tenía comezón y sólo dejo de llorar cuando tuvo algo que quitara su comezón, pero necesita una crema, para que no este mucho tiempo con esto, así sus dientes no crecerán como los de Freddie.—Roger rió, al igual que John y Brian.

—¡Ja, Ja, Ja! Muy gracioso, Meddows, por cierto, papá May y papá Taylor, Rhye no se puede quedar sola en la casa, se comería a mis niños.—dijo Freddie con las manos en sus caderas.

—Tienes razón, Brian, cielo, si quieres adelantate, yo me tardaré un rato.—Roger tomó a Rhye en brazos.

—No, Roggie, te esperó.—Brian le sonrió.

—Muy bien, te quiero, Bribri.—Roger subió las escaleras.

—No digas nada, dijo que si, y ya no son vírgenes, no queremos detalles.—Freddie dijo, John sólo rió, al igual que Brian.

—Estas en lo correcto, querido Freddie, ahora, iré por esa crema para mi niña, vengó luego.—Brian se fue, dejando solos a Mercury y Deacon.

—Le dijo que si, ahora, ¿Cuándo les damos la sorpresa?—dijo Freddie cruzando las piernas y pasando un brazo por los hombros de John.

—No lo sé, tal vez... Mañana.

Unos minutos, treinta para ser exactos, Rhye estaba bañada y cambiada, ya no lloraba ni tenía la mordedera, Brian le había aplicado la crema justo como le indicaron, ahora Rhye reía y dejaba sus dos dientitos a la vista.

—Mi pequeña ya tiene dientes.—Canturreaba Brian cargando a Rhye.

—Si, eso significa que estará entre los 6 y 7 meses de nacida, pero por su tamaño tendrá 7, casi 8.—dijo John.

—¡Si! Mi princesa ya tendrá un año.

—Y cuando te des cuenta, estará casada y con un hijo, igual que tú. —dijo Freddie.

—Ño, ella no se va a casar, ella será siempre la niña de papá May y papá Taylor.

—¿Cómo se encariñan tanto con esa bebé? Se las pueden quitar, es un delito.

—No, Freddie, dejar a un bebé a su suerte en la calle es un delito, adoptarlo y quererlo no es un delito.

—Como sea, me voy ya, mis clases empiezan en treinta minutos, ¿Vienes, John?

—Si, adiós, Brimi.—dijo John tomando sus cosas y saliendo de la casa.

Brian subió al cuarto de Roger, ya se había tardado.

—Cielo, ¿Estas bien?—Brian entró al cuarto, y vio a Roger guardando cosas en su mochila, y traía puesto un suéter de Brian.

—Estoy listo, ya puse las cosas de Rhye aquí, vámonos.—Roger se acerco a su novio e hija y sonrió.

—Vamos, por cierto, Roggie, te queda bien mi suéter.—Brian le dio un beso y salieron.

Tres horas más tarde.

Rhye jugaba con el pasto mientras Roger la veía y cuidaba que no se fuera a otro lado, estaba esperando a su novio.

Escuchó la risa de Brian acompañado de otra, voltio y era una chica, no muy alta, morena de cabello café, no era una chica de Londres, estaba un poco gordita, pero se veía bien, Roger no pudo evitar sentir celos.

—Roggie, mi rubio, hola.—Brian corrió hasta donde estaban y beso a Roger, no había nadie a esas horas, sólo ellos dos, Rhye, y la misteriosa chica.

—Hola, Brimi.—Roger sonrió, fue por Rhye que ya estaba un poco lejos y volvió con Brian.—Bri, ¿Quién es ella?

Roger no pudo evitar preguntar por aquella chica, Brian sonrió e hizo una seña de que se acercara.

—Rog, ella es Mariel, Mariel, él es Roger, mi lindo rubio, y ella es Rhye, mi princesa.—Brian presentaba a su nueva amiga.

—Hola, Roger, Brian se la pasó hablando de ti, y lo maravilloso que eres, moría de ganas por conocerte, aunque apenas y conozco a Brian. —Mariel hablaba diferente, y por sus facciones, era fácil descifrar que no era de Londres, ni siquiera de Europa.

—Bien, un gusto, supongo que eres nueva.—Roger sonreía, aunque tuviera celos.
—Lo soy, soy del otro lado del mundo, para ser exacta, de México.— ¡Ahora todo tenía sentido!

—Bueno, bueno, bueno, nos estamos extendiendo mucho, Mariel necesita los apuntes, Roggie, ¿Puede ir a casa con nosotros?—Brian se acerco s su novio e hizo ojitos.

—Bueno, vamos.—Roger accedió, tomo sus cosas y se puso a lado de Brian, al otro lado iba Mariel, los cuatro caminaron hasta la casa donde todos vivían.

Se fue mi inspiración, lo siento, prometo tener inspiración.