Capítulo 13.

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Capítulo 13

Ellie miró por la ventana del autobús y sus ojos se trabaron en un pequeño perro que ladraba como loco con la mirada fija en una señora sentada en un banco del parque. Su aura era de un gris triste y su mirada parecía atravesarlo todo con indiferencia. De pronto aquella mujer levantó la vista y sus ojos de un azul enfermizo se trabaron con los de Ellie, que de inmediato, apartó la vista.

–Yo no soy tan aterrador, ¿verdad?

Ellie miró a Jared, que miraba a la mujer con ojo crítico y se encogió de hombros. –Eres necio, irritante, odioso y una de las personas más groseras que jamás he conocido, –Ellie susurró y el chico la miró con una expresión dolida, por lo que ella le dirigió una sonrisita. –Pero no, no eres aterrador.

Jared hizo un puchero, pero terminó sonriendo. –Bueno, soy sexy, apuesto, inteligente y tengo un increíble carisma. Algún defecto debía de tener.

Ellie se mordió el labio para no sonreír, ya que la señora que iba en el asiento de enfrente comenzaba a mirarla de manera sospechosa. Ellie la miró a través de sus gafas y la mujer al sentirse observada, apartó la vista.

Ellie suspiró. Era difícil actuar como si Jared no estuviera allí. Se había dado cuenta que se sentía cada vez más cómoda a su alrededor y eso era un poco aterrador, porque su trabajo era ayudarlo a seguir adelante, y comenzaba a pensar que a pesar de que Jared era una de las personas más irritantes que había conocido jamás, iba a echarlo de menos cuando se fuera.

Obligándose a dejar de pensar en ello, Ellie desplazó esos pensamientos a la parte trasera de su mente y se concentró en lo que tenía entre manos.

Ella había dormido poco con tantos pensamientos rondando en su cabeza, pero una energía nerviosa parecía bullir en su interior. Ese día eran las audiciones de la obra y su madre había despertado muy temprano para ir a la escuela. Ellie se sentía ansiosa, al fin podría descubrir qué le había sucedido a Shay y tampoco había olvidado la amenaza de Jared.

La muchacha había querido sacarle información sobre lo que planeaba e incluso trató de disuadirlo de causar problemas, pero Jared sólo le dirigió esta mirada llena de inocencia y dijo no sabía de qué estaba hablando.

Estaban tan perdidos.

Cuando Ellie y Jared finalmente llegaron a la escuela, sintieron una extraña energía bullendo entre las paredes del recinto. Era una combinación entre nervios, excitación y hostilidad.

Jared se estremeció con deleite. –Huelo la competitividad en el aire.

Ellie le echó una mirada, pero sabiendo que no valdría de nada, hizo a su mirada vagar por el pasillo. Unos minutos después, vio a Andre mirando divertido a su alrededor, y con un poco de cautela, se acercó con Jared caminando detrás de ella con su usual paso despreocupado.

El chico al verla acercarse sonrió con amabilidad. – ¡Hola, Ellie!

Ellie le sonrió de vuelta. –Hola. ¿Haz visto a Shay?

Andre se encogió de hombros. –Aún no.

Ella se mordió el labio. – ¿Crees que le sucedió algo?

Andre le dio unas palmaditas en la mano para tranquilizarla. – Estoy seguro de que está bien. –Entonces miró sobre su hombro y soltó una risa sorprendida. –No puede ser.

Ellie giró con curiosidad y su boca se abrió con asombro.

Shay caminaba por el pasillo, su rostro usualmente cubierto por una gruesa capa de maquillaje ahora estaba limpio, traía un par de pantalones jeans azules claros y una blusa con volantes de color azul pálido además de unas zapatillas bajas de color blanco. Pero lo más sorprendente de todo no era su atuendo, tan diferente de sus camisetas de series y bandas de rock, sino su cabello. Hermoso cabello de un rubio oscuro y luminoso caía sobre sus hombros en suaves hondas.

Dead heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora