Capítulo 14.

227 25 3
                                    

Capítulo 14

Los gritos fueron seguidos de risas, que rápidamente llenaron el auditorio. Extrañada, Ellie abrió los ojos y su boca cayó abierta.

Jessica Tanner seguía en el centro del escenario, tratando desesperadamente de librarse del pesado telón que había caído sobre ella. Helena corrió a ayudar a la chica junto con el director y varios profesores, pero parecía que mientras más tiraban de la cosa, más se enredaba en él la pobre chica.

Jared estaba apoyado contra un costado del escenario, donde observaba todo con una sonrisa divertida. A su lado, estaba el forjado de madera donde habían estado amarradas las cuerdas que sostenían el telón en su sitio.

El chico dirigió la mirada hacia Ellie, que sacudió la cabeza muy despacio, anonadada.

Se oyó un lloriqueo proveniente de Jessica, a quien los profesores finalmente habían logrado sacar de debajo de la pesada tela. La chica miró a la audiencia y su rostro se volvió de un rojo brillante. Ella estaba despeinada, con la camiseta torcida y obviamente muy avergonzada. Un momento después sus ojos comenzaron a brillar y se levantó del piso antes de correr fuera del auditorio.

Ellie la miró atravesar las puertas, sintiéndose terriblemente mal por ella.

–Pobrecita. –Murmuró Andre a su lado.

La chica se mordió el labio, mirando por donde Jessica había desaparecido y un sentimiento de empatía la envolvió cuando imaginó a la muchacha. Ella probablemente estuviese encerrada en el baño de chicas mientras lloraba, avergonzada.

Ellie conocía el patrón. También sabía que en ese momento ella querría estar sola.

De pronto, un sentimiento de rabia la llenó y dirigió la mirada hacia Jared con el ceño fruncido. Se levantó con decisión de su asiento, obteniendo algunas miradas, entre ellas de Andre, que le preguntó a dónde iba, pero ella no respondió. Le hizo un gesto con los ojos a Jared hacia las puertas laterales y se dirigió hacia allí.

La chica cerró las puertas detrás de sí y se apoyó contra ellas mientras se cruzaba de brazos. No tuvo que esperar mucho, Jared atravesó el muro a su lado un minuto después con una mirada inocente en su apuesto rostro.

Ellie lo fulminó con la mirada. –Esa mirada de cordero degollado no servirá.

Los ojos de Jared se ampliaron, doblando el efecto inocente. –No sé de qué estas hablando.

Ellie levantó la mano y con voz severa dijo –: Cállate. ¿Cómo has podido?

Jared la miró con condescendencia. –Ellie...

–No, Jared. Humillaste a esa pobre chica. ¿Te paraste a pensar por cinco segundos cómo ella se iba a sentir?

Jared hizo un gesto con la mano. –Lo superará.

Ellie levantó las manos con frustración. – ¡No se trata de eso! –Exclamó. –No es justo que trates a las personas de ese modo. Entiendo que tengas un montón de razones para estar molesto y aburrido, pero no puedes simplemente jugar con nosotros así.

Jared frunció el ceño. – ¿Por qué lo tomas tan personal? No es como si hubieras sido tú.

El rostro de Ellie perdió toda emoción y su voz se niveló. –Pero lo soy. Lo fui, Jared. –El chico la miró sin entender y Ellie soltó un suspiro cansado. –Toda mi vida estuve rodeada de chicos así, que pensaban sólo en reírse un rato a costa de la chica rara, sin pensar en cómo eso me hacían sentir. Yo estaba sola. Tú no sabes nada de la vida de esa chica a la que acabas de humillar frente a toda la escuela. Ni una maldita cosa. Puede que hayas arruinado su sueño allí.

Dead heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora