Promise Me Light Parte 30

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Cerré los ojos cuando la sensación llegó a ser demasiado. Algo se construía dentro de mí, suplicando ser liberado. El momento en el que perdería todo control.
De repente, se detuvo y se retiró.
-Justin, no pares -susurré, encontrando sus ojos en el espejo.
-Date la vuelta -indicó, dando un paso hacia atrás.
Me giré; la encimera a mi espalda. Mi mirada aterrizó en Justin. Sus vaqueros estaban bajados alrededor de sus caderas, su dureza requiriendo atención.
Y yo quería dársela, pero antes de que pudiera, él estaba frente a mí, levantándome con sus manos para sentarme en la encimera. Mis brazos rodearon su cuello, aferrándome con fuerza mientras me equilibraba en el borde.
En un movimiento fluido, se deslizó en mi interior, haciéndome jadear. Colocó las manos debajo de mis muslos, enganchando mis piernas para levantarlas y evitar que me cayera. Contuve una bocanada de aire cuando se retiró y luego volvió a embestir, aumentando la velocidad.
Arqueé la espalda, dejando mi cuello expuesto. Sus labios cayeron para saborearme, un momento besándome, al siguiente pellizcando mi piel sensible.
-Te dije que quería follarte sobre la encimera del baño. ¿Cómo se siente? -preguntó, su voz era baja en mi oído mientras se enterraba profundamente dentro de mí.
-Hmmm -fue mi única respuesta mientras sus manos subían aún más por mi cuerpo, ahuecando mis pechos. Asegurando mis piernas alrededor de sus caderas, apreté mis músculos alrededor de él, haciéndole gemir mientras sus pulgares rozaban mis pezones.
¡TOC! ¡TOC!
De la nada, alguien golpeó la puerta del baño.
-¿Selena? -dijo una voz profunda desde el otro lado.
Justin se quedó inmóvil, su cara enterrada en mi cuello, su dureza enterrada en mí.
No dije nada, congelada por la sorpresa. ¿Jaxon?
-¿Selena? -preguntó otra vez.
-Respóndele -susurró Justin en voz baja en mi oído.
-¿Sí? -dije, mi voz demasiado aguda para que sonara normal.
Hubo una pausa.
-¿Estás bien? -preguntó, sonando preocupado.
Me aclaré la garganta. Santo cielo, podía sentir a Justin palpitando en mi interior. -Estoy bien -me las arreglé para decir.
-Bueno. Escucha, Justin es un imbécil de primera clase y no te merece. Su pérdida de control de esta noche lo demuestra. Pero se ha ido ahora. Puedes salir.
Justin se puso rígido. Empezó a retirarse, pero lo agarré, negándome a dejarlo irse.
-Saldré en un minuto -dije, tratando de no gemir cuando Justin empezó a deslizarse fuera de mí. Apreté las piernas alrededor de su cintura, llevándole de vuelta a mi interior. ¡Ahhh!
-Está bien. Bueno, solo quería ver cómo estabas -dijo Jaxon.
No nos movimos, escuchando mientras se alejaba. Cuando se fue, Justin empezó a moverse otra vez. Lentamente, como si cada embestida fuera un castigo. Me volvía loca. Agarré su pelo, girando su cara hacia la mía.
-Bésame, Justin -supliqué en un susurro, apretando mis dedos en su pelo mientras él embestía con más fuerza en mi interior.
-No -dijo, descendiendo sus labios por mi cuello.
Gemí mientras sus dedos jugueteaban con mis pezones.
-Maldita sea, Justin -siseé, sintiendo algo construirse dentro de
mí.
Colocó los labios cerca de mi oreja, acariciando mi lóbulo con su boca. -Vente para mí, nena.
Y lo hice. Cuando empezó a deslizarse dentro de mí con más y más fuerza, exploté.
Todo mi cuerpo vibraba mientras me sacudía el orgasmo. Un grito brotó de mi garganta, pero él colocó su mano sobre mi boca, ahogándolo. Gemí detrás de su mano, cerrando los ojos con fuerza mientras mi mundo explotaba. Desesperada por saborearlo, necesitando tenerle en mi boca, separé los labios debajo de su mano. Mi lengua salió, atrayendo su dedo índice al interior de mi boca. Pasé la lengua por encima de la punta y luego empecé a chupar, atrayéndolo más profundamente. El sabor salado y la áspera textura de su dedo se reunieron con la suavidad de mi boca.
-Mierda, Selena -dijo Rayder con voz áspera, entrando en mí con más urgencia.
Mi lengua se arremolinaba alrededor de su dedo y sus caderas comenzaron a embestir más rápido. Con un gruñido, sacó su mano de mi boca, dejando que la punta húmeda de su dedo pasara a través de mi labio inferior. Un segundo después, su boca se hizo cargo, haciendo estragos en la mía mientras su dura longitud se hundía y salía de mi cuerpo.
Le hice mimos a su lengua dentro de mi boca y le di el mismo tratamiento que a su dedo, lamiendo y chupando. Tan pronto como lo hice, el cuerpo de Justin se sacudió. Un orgasmo le atravesó. Se enterró tan profundamente dentro de mí como pudo. Un gruñido escapó de su garganta al tiempo que montaba su liberación. Su boca se hizo más demandante mientras palpitaba dentro de mí, vaciándose en mi interior.
Cuando ambos nos tranquilizamos, su agarre sobre mí se suavizó. Pasó una de sus manos por mi cuerpo, curvándola para acunar la parte de atrás de mi cabeza. Su otra mano se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome conectada a él.
Su boca se volvió suave sobre la mía, besos dolorosamente suaves, como si tuviera miedo de que fuera a romperme.
-¿Estás bien?
Asentí, todavía tratando de recuperar la respiración.
Nos quedamos de esta manera durante un minuto, tal vez dos. Mi cuerpo vibraba, cada terminación nerviosa viva y gritando. Él besaba la esquina de mi boca cuando oímos una conversación. La voz de un hombre.
-Es una bomba de tiempo. Solo espero que no le haga daño a Selena. Ha estado malditamente cerca antes. Un pequeño desliz y podría matarla, o a su bebé.
Fue entonces cuando el momento entre Justin y yo terminó como si nunca hubiera existido.
De repente, se alejó de mí, dejando mi boca y mi cuerpo. Retrocedió un paso y no me miró ni una vez mientras se subía la cremallera de sus vaqueros.
Todavía sintiendo las sensaciones vibrar a través de mí, me puse de pie sobre mis piernas temblorosas. Doblándome, agarré mi ropa interior y volví a ponérmela.
Me observó en la oscuridad. Su mirada se desvió hacia mis piernas desnudas, expuestas debajo de la camisa que llevaba. Maldiciendo por lo bajo, apartó la mirada.
-¿Justin? -pregunté en un susurro-. ¿Qué está mal?
Se pasó una mano a través del pelo, mirando al suelo.
-¿Justin? -pregunté otra vez, dando un paso hacia él.
Él se apartó de golpe, negándose a dejar que me acercara. Alcanzó el picaporte de la puerta y miró por encima del hombro. Sus ojos me recorrieron con actitud distante.
-Gracias, necesitaba eso.
Por un segundo, sentí como si mi corazón hubiera sido arrancado. Agarré mis vaqueros hasta que mis nudillos se volvieron blancos. Un dolor de corazón me llenó, pero luego se desvaneció en el aire, reemplazado por pura rabia al rojo vivo.
Tirando mis vaqueros al piso, alcancé a Justin antes de que pudiera abrir la puerta del baño. Sin pensarlo dos veces, lo empujé, golpeando su ancho hombro.
Se dio la vuelta, sorprendido. -¿Qué? -siseó en un susurro burlesco.
-¡Cómo te atreves! ¡No puedes hablarme de esa manera!
-Acabo de hacerlo -se burló-. Solo estoy demostrando que no soy lo suficientemente bueno para ti. ¿No los oíste? Soy una bomba de tiempo, Selena. Tic, tac.
Lo empujé nuevamente, pero no se movió. Traté de empujarlo una tercera vez pero no se movió.
Mis hormonas de embarazada estaban jugando racketball con mis emociones. Quería venirme abajo y llorar, pero también quería provocarle una hemorragia nasal a Justin. No podía controlarme a mí misma. Incluso mis palabras eran estallidos espontáneos de tonterías sin sentido.
-¡Jaxon tiene razón! ¡Eres un imbécil!
La expresión de su rostro casi me hizo querer disculparme de inmediato, pero luego su expresión se endureció.
-Sí, lo soy. Deberías mantenerte alejada de mí.
Con una mirada más hacia mí, alcanzó el picaporte otra vez.
Sentí ambos; tanto miedo ante la idea de que se marchara como ira porque lo haría.
-¡Está bien, lo haré! ¡VETE! -arremetí, perdiendo el control. ¡Aléjate de mí!
-Eso es fácil porque ya me he ido.
Observé en una bruma de dolor mientras salía del baño sin mirar atrás.
La puerta se cerró silenciosamente detrás de él.
Cerrándonos la puerta.

Promise Me Light[2 TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora