Promise Me Light Parte 28

249 26 1
                                    

Hambre. Era solo una de las muchas cosas que podría haberme roto. Muerte. Violencia. El dolor y la tristeza. Habían tratado de vencerme, y perdido. Ahora, me enfrentaba a otro enemigo, uno que nos atormentaría antes de matarnos. El hambre, una criatura fea que roía el estómago de una persona. Un síntoma de los hambrientos.
Las cosas parecían sombrías. Había suficientecomida para un mes, tal vez dos si es que ahorrábamos, pero después de esto, íbamos a estar muy hambrientos. Cuando sucediera, cambiaría el juego. Nuestra realidad sería lanzada en una bola rápida. Una que esperaba pudiéramos alcanzar.
Jeremy apareció minutos después de que se fue la milicia, angustiado y desesperado por asegurarse de que todos estábamos bien. Los hombres también le quitaron sus suministros, incluso se llevaron alguna ropa de cama y utensilios básicos. Afortunadamente, no encontraron el escondite secreto de comida escondida debajo del piso del granero. Era nuestra salvación, la pequeña habitación segura rellena de alimentos, preparada para casos de emergencia como este. Cubos de arroz y frijoles. Latas de alimentos y paquetes de carne y frutos secos. No iba a durar para siempre, pero al menos teníamos algo. No muchas personas en el país podían decir eso.
Justin me evitó como la peste el resto del día, dejando que su mamá le curara los cortes. No le dejé ver lo mucho que me dolía, pero más que nada me sentía enojada. Enojada porque los hombres tomaron nuestros suministros. Porque Justin volvía a ser distante.
Cuando me senté en la mesa para la cena, ya se encontraba oscuro y el frío trataba de adentrarse en la casa. Brody, Kevin y Eva ya estaban sentados, comiendo en silencio la sopa de pollo que hizo Pattie, utilizando solo pollo enlatado y agua. Aunque no fuera la mejor sopa que probé, sabía rico y caliente, pero, ¿cómo decía el viejo refrán? ¿"A caballo regalado no se le miran los dientes"? Muy pronto, podríamos estar así.
Nadie habló mientras comíamos; todo el mundo se sentía deprimido y preocupado por nuestra situación. Moví mi plato de sopa, observando cómo el vapor se elevaba y desaparecía en la pequeña luz de queroseno. Levantando una cucharada a la boca, me pregunté cuántas cenas como esta tendríamos en el futuro: agua sazonada con lo que tuviéramos a mano.
Levanté la mirada cuando Justin se sentó frente a mí, evitando mirar en mi dirección. Decidí hacer lo mismo. No quería ver el disgusto en sus ojos.
Jaxon tomó la única silla vacía que quedaba, la que estaba justo a mi lado. Su brazo se frotaba contra el mío cada pocos segundos ya que nos encontrábamos todos amontonados alrededor de la mesa. Me deslicé para darle más espacio y le eché un vistazo a Justin.
Tenía la cara magullada y su ojo estaba hinchado de la lucha con los hombres. Parecía peligroso y locamente cabreado. Entonces, ¿cómo es que quería agarrarlo y tirarlo a la cama? Aclarando mi garganta, me obligué a prestar atención a la sopa.
El único ruido en la habitación era el tintineo de las cucharas contra los tazones. El fuego del calentador improvisado que Brody había diseñado nos mantuvo cálidos. Me quité la chaqueta cuando mi cuerpo se calentó por el fuego y la sopa caliente.
Kevin y Brody hablaban de hacer un viaje a la ciudad, queriendo saber si era cierto lo que dijo la milicia, que el enemigo estaba siendo forzado a irse. Eva era todo oídos. A pesar del peligro, ella quería buscar a sus padres. La última vez que los vio, la obligaron a salir por la puerta, enviándola al campo para escapar de algún peligro.
Yo los escuchaba hablar cuando Justin se inclinó sobre la mesa y vertió su sopa en mi plato vacío. Lo miré con sorpresa y asombro.
No me miró, solo cogió su vaso de agua y bebió un largo sorbo.
Mi tazón ahora estaba lleno de sopa humeante. Una segunda ración. Algo que hace un mes no hubiera sido mucho. Ahora era todo.
Justin renunció a su comida por mí. Él pasaría hambre esta noche por
mí.
-Gracias -dije en voz baja, recogiendo mi cuchara.
Por fin me miró. La nitidez de sus ojos no podía ocultar lo que acababa de hacer por mí.
A él le importaba.
Jaxon me dio un codazo, acaparando mi atención. Se inclinó, con la cabeza hacia la mía.
-No lo mires a los ojos. Lo harás enfadar -susurró, de modo dramático-. Saldrá su naturaleza salvaje, se ha sabido que puede atacar a personas inocentes por mirarlo directamente. Debemos tener cuidado en no despertar a la bestia.
-Jaxon, ¿qué haces? -susurré en voz baja, echando un vistazo a Justin.
Estrechó los ojos con una mirada glacial. La cuchara se congeló en su mano, agarrándola con firmeza y yendo a ninguna parte.
Los lados de la boca de Jaxon se curvaron en una sonrisa. Le echó un vistazo con un desafío en sus ojos y sonriendo. Oí la cuchara de Justin golpear el plato, sonando como un cañón disparándose en la habitación tranquila.
Jaxon se inclinó de nuevo hacia mí. -Alguien debe hacerte sonreír. Si Justin... -Nunca terminó la frase.
Al ponerse de pie, la silla de Justin se cayó al suelo. De un salto, se encontraba al otro lado de la mesa. Los platos, la sopa y el agua salieron volando, cubriendo todo a su paso.
La sopa caliente me salpicó el pecho, empapando mi camisa y pantalones, pero no tenía tiempo para preocuparme por ello.
Justin agarró la parte delantera de la camisa de Jaxon y lo levantó de su asiento. Antes de que pudiera defenderse, lo lanzó contra la pared.
Brody y Kevin se pusieron de pie, Eva y Pattie los siguieron. Jeremy se quedó sentado, mirando todo con calma.
El desastre, los platos rotos, la sopa, todos fueron ignorados.
-¿Todavía tratas de tomar mi lugar, hermano? -escupió Justin en la cara de Jaxon.
Salté de mi silla, observando con horror como Justin estrellaba a Jaxon contra la pared otra vez. La sopa quedó en el olvido. El líquido que corría por mi ropa no era importante.
-¡Te hice una pregunta! -gritó, sacudiendo a Jaxon-. ¿QUIERES TOMAR MI LUGAR?
-No -respondió, alzando la barbilla obstinadamente-. ¿Por qué? ¿Quieres que lo haga? Porque si lo haces, estaré encantado de tomar tu lugar.
El puño de Justin aterrizó en el estómago de Jaxon, haciendo que éste se doble. Recuperándose al segundo, aterrizó un golpe solido en las costillas de Justin. Pero él se defendió, usando el codo para golpearlo en la mandíbula. Una vez, dos veces. Una y otra vez.
Me adelanté rápidamente para separarlos, harta de todos las peleas. ¡Suficiente! Entonces ocurrió algo. Me detuve. La niebla en mi cabeza se despejó. Mirarlos golpearse parecía... ridículo. Habían estado peleándose así desde que eran niños. Tan tonto como parecía, eran así. Se amaban, pero los dos eran la clase de hombres con demasiada testosterona. Si necesitaban hacer esto, los dejaría. Mi papá lo habría llamado "liberar un poco de tensión".
-¡Selena! ¡Controla a tu novio! -gritó Brody, mirando como Justin le daba puñetazos a Jaxon.
-No lo creo -dije, con calma. Dándome la vuelta, salí de la cocina, dejándolos hacer lo que querían.
-¿Selena? ¿A dónde vas? -gritó Eva mientras yo caminaba por el pasillo.
Dándome la vuelta, caminé hacia atrás, respondiéndole-: Voy a cambiarme de ropa, Eva. Deja que se golpeen. Ya me he cansado de esto.
-Esa es mi chica -dijo, sonriendo.
***

Promise Me Light[2 TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora