Promise Me Light Parte 17

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Oré. Suplique. Juré nunca volver a dudar de los milagros. Lloré tanto esos primeros días que me sentía vacía. Agotada.

Lo habíamos encontrado, pero seguía perdido para nosotros.

Lo observé mientras luchaba contra la infección. Me esforcé en mantenerlo con vida. Luché con la fiebre que hacía estragos en su cuerpo, amenazando con quitármelo. Pero tenía la esperanza de que iba a mejorar. Y esta vez, la esperanza ganó.

En el octavo día, la fiebre de Justin cesó por primera vez desde que había regresado a casa.

Me hallaba sentada junto a su cama, con los ojos cerrándoseme por el cansancio. Ya sin poder mantenerlos abiertos, me quedé dormida, tan cansada que me sentía como si estuviera en un sueño. Tenía la barbilla apoyada en la mano y el codo en el brazo del sillón. Al quedarme dormida, mi cabeza cayó hacia atrás, despertándome de un tirón. Traté de encontrar una posición más cómoda y me hice un ovillo, jalando mis pies debajo de mí y acurrucándome en el calor de la silla. En segundos estuve dormida.

-Selena.

Un sueño. Soñaba otra vez, pero esta vez parecía tan real. Casi podía extender la mano y tocarlo. La voz me rodeaba, calentándome. Sonreí en mi sueño, feliz de escuchar nuevamente a Justin.

-Selena. -La rugosa voz sonaba como papel lija contra el grano de madera. Amaba la manera en que decía mi nombre.

Alguien cerca tosió. Mis ojos se abrieron lentamente, obligando al sueño a alejarse. Lo primero que vi fueron unos ojos azules mirándome fijamente.

Me desperté de un golpe, sin apartar nunca los ojos de los que me miraban. ¿De verdad está despierto? ¿Estoy soñando de nuevo?

Justin me observaba, con los párpados pesados, cayendo un segundo antes de levantarse otra vez.

Sin saber si lo que veía era real o no, poco a poco bajé los pies al piso y me puse de pie.
-¿Justin? -pregunté con voz temblaba y di un paso vacilante hacia adelante.

Debajo del largo cabello y barba, sus ojos se encontraron con los míos, sin abandonar nunca mi rostro. Los cerró por medio segundo antes de obligarlos a abrirse otra vez, enfocándose en mí.

-Di algo más -dijo con voz ronca-. Quiero escuchar tu voz.

¡Oh, Dios mío! ¡Está despierto! Me tiré a la cama, incapaz de contenerme. Mis brazos fueron alrededor de su cuello al tiempo que las lágrimas rodaban por mi rostro.

Dejó escapar un silbido de aire cuando caí contra él. Una de sus manos tocó mi costado, tan ligeramente que casi no la sentí. Quería llorar. ¡Justin está tocándome! ¡Me está sosteniendo! Tenía miedo de nunca volver a sentir sus manos en mí. Pensar que tal vez nunca volvería a envolver sus brazos a mi alrededor era un miedo que me había perseguido día y noche.

Cuando gimió de dolor, lo solté, con miedo de estar haciéndole daño. Las lágrimas inundaron mis ojos, dificultándome la vista. Pero a través de la humedad, pude ver el vendaje alrededor de su abdomen. Todavía estaba blanco. Sin sangre empapándolo.

Su mano rozó mi pierna y luego cayó débilmente en la cama. Inspeccioné su rostro, viendo sus mejillas hundidas y los círculos bajo sus ojos. Los cortes y contusiones en sus mejillas y frente sanaban lentamente y la hinchazón alrededor de sus ojos bajaba.

Sus párpados empezaron a ir a la deriva para cerrarse, pero los obligué a abrirse de nuevo.

-Selena -dijo con su profunda voz y sus ojos intentaron enfocarse en mi rostro.

-Estoy justo aquí -dije, inclinándome más cerca.

Sus dedos rozaron mis vaqueros antes de descansar en mi cadera.

Promise Me Light[2 TEMPORADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora