Exᴘᴇʀɪᴍᴇɴᴛᴏ 104 •Yᴀᴏɪ•

Capítulo 3

Sebastian había llegado puntual a la casa esa mañana.

6:30 a.m.

En fila, los muchachos lo esperaban, cada quién con sus respectivas ojeras. No, ninguno sentía nada por su pareja, pero aparentar era de vida o muerte.

-¡Buenos días! ¿Como les fue?- Sebastian nota la tensión en esa casa.

Un ambiente sucio, pútrido, tenso y sin amor. Por algún extraño motivo, decide dejarlo pasar, aún sabiendo que el gen 3-LX debería haber surtido efecto desde que esos dos se levantaron, que el Alfa y el Omega deberían soltar muchas hormonas y que la unión de los destinados debería fortalecerse.

-Aquí están sus cosas- avisa luego del saludo-. Tomelas... Y, son ordenes, debo examinar a los pasivos.

Yuuichiro y Ciel tragan saliva mientras Levi suelta una maldición.

-Por favor, acompañenme- pide Sebastian, saliendo de la casa.

No pueden reprochar, solo lo siguen en silencio.

Eren, Mikaela y Alois suspiran, el alivio es instantáneo cuando Sebastian desaparece. Están conscientes de su falta de libertad para actuar cuando él está cerca.

Luego reaccionan.

-¡¿Qué les van a hacer?!- se preguntan a la vez.

No pueden salir para intentar protegerlos de una posible violación.

-Bueno, chicos, perdonenme, realmente no voy a hacerles nada malo, es solo una prueba de reacción para los chicos- Sebastian, con esto, había demostrado lo que ya sabía.

-¿Entonces podemos irnos?- pregunta Ciel, intranquilo de estar de nuevo en esa casa.

-No.

Sebastian los lleva a la sala, les hace sentar en el poco espacio del único sillón mientras él busca algo en el mueble de la habitación.

-Chicos- susurra, dándose la vuelta con una pistola en la mano, los tres se congelan al verlo- ¿Saben lo que ocurrirá si no se enamoran?

Ciel se levanta, preso del pánico, Levi solo atina a tomarlo del brazo para hacerlo sentar de nuevo, lo quiera o no, esta preocupado por sus nuevos amigos.

-Podría matarlos a todos hoy mismo por no cumplir las reglas- deja la pistola en la mesa frente a los tres chicos-, pero les daré una segunda oportunidad.

Alivio. Una segunda oportunidad.

Sebastian se sienta en el brazo del sillón junto a Yuuichiro.

-Yuu, dime ¿Eren te atrae como un buen Alfa?

Yuuichiro esta en shock aún, un solo golpe por parte de Levi lo hace regresar a la realidad.

-Nunca me enamoré de nadie antes, no sé que siento exactamente por Eren- es sincero.

-Bien, puedes irte- Sebastian no habla hasta que la puerta de salida se cierra de nuevo-. Levi, ¿Qué sientes por Mika?

Mierda, piensa, lo odio, no lo soporto, es como yo.

-Nada, para ser sincero, él es como yo- decide no ocultarlo.

-Bien, puedes marcharte- el mismo proceso se utiliza con Levi, Sebastian no vuelve a hablar hasta que la puerta se cierra-. Y bien, Ciel ¿Qué pasa con Alois?

-Somos incompatibles, no nos llevamos bien por más de dos minutos.

Sebastian sonríe de forma macabra, se acerca lentamente a él.