Capitulo 33

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Capítulo 33

Sólo pude quedar en silencio.

Mis lagrimas caían desesperadamente y sólo podía tratar de pararlas con las magas de mi sudadera. Pero me era imposible. No lloraba necesariamente por tristeza, sino por coraje, por desesperación, molestia. Muy en el fondo sabía que Niall no era necesariamente bueno para mí. Lo sabía porque mi madre me lo dijo, Louis me lo dijo. Él no era bueno.

Me mordía el labio inferior desesperadamente. Siempre me pasaba cuando estaba nerviosa o impaciente. Tal vez estaba impaciente por el simple hecho de saber que rayos hacía Niall que yo no lo sabía. Louis me había asegurado hace unos instantes que estaba equivocada de tener a Niall como novio y se había largado sin más. No pensaba cortarlo por el simple hecho que yo no tenía pruebas ni nada para terminarlo. Así que decidí dejarlo en manos del destino.

Esa era la respuesta, el destino.

El destino se encargaría de poner a todos en donde se merecen. Tal vez de unos se encargaba más tarde, pero de todos se hacía cargo. Siempre.

Limpié todas mis lagrimas amargas con mi antebrazo y me paré. Ya que mientras lloraba me fui tirando en la pared poco a poco hasta caer en el suelo. Me eché un poco de aire improvisado con mi mano traté de tranquilizarme. Es cierto que ya había parado de llorar, pero no estaba tranquila.

Pasé al baño antes de regresar al cuarto de mi hermano para ver si estaba bien. En el baño, llené mis manos de agua, acerqué mi cara con mis manos y me eché agua. No estaba helada, ni caliente. Era tibia. Tomé la toalla que se encontraba al lado del lavabo y me sequé la cara.

Regresé al cuarto de mi hermano. Abrí la puerta con cuidado y pude observar como se encontraba placidamente dormido. Me acerqué un hacia él para poder tomarle temperatura. Me sorprendí al sentir como ya no se encontraba con calentura. Sino, estable. Supuse que cuando yo lloraba Louis pasó a verlo y como probablemente se encontraba despierto, le contó alguna cosa que pasó ahí dentro. Depués le tomó la temperatura y le dio sus medicamentos. Louis se fué después de darle los medicamentos porque no quería encontrarse conmigo y le ordenó a Ben que durmiera. Supongo que hizo eso.

Tomé una silla que se encontraba en la habitación de mi hermano. Yo la había traido después de saber que me tendría que quedar a su lado para cuidarlo y ver que no le pasaba nada. Me senté al lado de él, despegué las pompas del respaldo hasta la orilla y estiré mis pies hacia el frente. Por lo menos así estaría más cómoda.

Me preguntaba donde se encontraba Louis. Claramente no se había ido como yo le ordené, porque se hubiera escuchado la puerta. Tal vez estaba comiendo algo o algo por el estilo. La verdad ahora no me inportaba. Ahora sólo me importaba mi hermano que me necesitaba.

Poco a poco mis ojos se cerraban inconsientemente. Traté de mantenerme despierta, pero me era imposible. Siempre después de llorar me daba sueño y me hacía perder demasiada energía. Así que poco a poco vi viendo todo negro hasta desaparecer.

...

Desperté gracias a que casi caigo de la silla. Ahora traia una manta encima de mi y me dolía todo el cuerpo. "No creo que estuviera muy cómoda después de dormir en una silla toda la noche" me dije a mi misma. Me paré, doblé la manta y me estiré. Estaba dolorida. Demasiado.

Noté que Ben ya no estaba en la cama. Ni en ningún lado de la habitación. Bajé las escaleras para saber donde se encontraba. No creo que haya podido salir. Estaba todo mal.

Escuché algunas risas provenientes de la cocina. Caminé hacia ahí y abrí la puerta.

Louis y mi hermano estaban haciendo... Bueno, ni yo sabia lo que hacían. Louis estaba por la estufa volteado y cocinando quien sabe que. Creo que era huevo por el olor. Y mi querido hermano se encontraba sentado en la mesa y riendo mientras Louis hablaba como tonto. Parecían dos niños sin madurar.

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