No soy quien tú crees [MikaYuu] (Terminada) |Resubiendo|

→ II: Nuevo instituto

Aclaración: Las letras en negrita son las traducciones.

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Las personas me observaban de refilón, no le di importancia, es decir, mi mamá era una importante mujer y yo siempre iba con ella, por lo que estaba acostumbrado a recibir mucha atención de parte de las personas; así que no me incomodaba en demasía.

Entré a un supermercado cercano y agarré un carrito de compras; fui derechito a buscar una avena para tomarla ya y pagarla luego, después fui buscando la comida; tras haber terminado de poner cosas en la canasta, me acerqué a la caja y la chica que estaba en ella me sonrió amablemente, lo que me hizo soltar un suspiro.

Pagué después de que ella registrara todos los artículos y me entregara las bolsas que debía cargar hasta mi nuevo departamento; en el camino, iba pensando sobre la actitud de la cajera hacia mí: era bonita, y quizás si yo fuese un varón, hasta le habría pedido su número, pero como yo era un doncel, no me interesaba, y era hasta divertido que ella no notara eso.

En lo que menos pensé, ya estaba en mi apartamento, abrí la puerta como pude, puse las compras en la mesa y me quité los zapatos; me preparé un sándwich rápidamente y lo devoré, porque finalmente el hambre me había atacado.

Después de un rato, empecé a ordenar y guardar los alimentos, pero mi teléfono sonó y Kimi Hana, el primer opening de Junjou Romántica resonó en la cocina, lo que me hizo reconocer de inmediato la procedencia de la llamada; contesté y lo puse en altavoz para poder ir sacando las compras.

—¡Yuu! —exclamó mi mejor amiga con un tono de molestia.

—Hola, Scarlett —la saludé con una sonrisa a la par que guardaba el pan dentro del gabinete.

—¿Qué pasa contigo, uke? ¿por qué no me llamaste ayer para decirme que ya habías llegado? —me regañó.

—Lo siento —reí—. Lo olvidé.

—Claro —espetó en un tono cargado de sarcasmo; reí—. ¿Sabes? Tus abuelos me pidieron ayuda para elegir tu departamento.

—Mejor, tú tienes buen gusto.

—Es obvio —aceptó—. Por cierto, asistiremos a la preparatoria Sanguinem y mañana es nuestro primer día, así que duerme temprano.

—Siempre que haces los trámites con mi mamá los haces rápido —suspiré.

—No seas idiota, Yuu —la oí reír—. En fin, mañana iré por ti, tenemos que llegar temprano.

Me despedí de ella y colgué mientras sonreía y guardaba un jamón en la nevera; ella me entendía a la perfección, por eso la quería tanto.

Su nombre era Scarlett Izawa, tenía un hermoso cabello azabache y unos ojos color miel perfectos; era loca como nadie en el mundo y fujoshi a más no poder, por eso mismo le puse ese tono distinto a sus llamadas.

[...]

Me levanté con un grito estruendoso que, aunque fue condenadamente fuerte, no me obligó a abrir los ojos.