→ XIV: De lo que ella es capaz

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¿Por qué lo pausaste, Yuu-chan?me preguntó Mika.

Deberían prepararse mentalmente para lo que sigue, porque... porque no es muy "bonito" que digamos —suspiré incómodo y nervioso.

Aún así, le quité la pausa al vídeo y lo dejé continuar; en la cinta aparecía Scarlett recibiendo con destreza los golpes, bloqueándolos o desviándolos, las navajas que eran llevadas por uno que otro hombre eran arrebatadas y clavadas en diversas partes de sus cuerpos.

Ella reía con esa voz tan trastornada, adornada con esa maquiavélica sonrisa sádica y cruel, era horripilante; al cabo de unos segundos, la cámara grababa distintos ángulos, mostrando el paisaje color carmín que ella acababa de pintar.

Sangre, huesos y vísceras esparcidos por todos lados y a la vista, las paredes y el suelo manchados de aquellas sustancias; los rostros moribundos de los hombres y el ropaje cubierto de fluidos rojos de la niña.

Muy bien, un asesino no deja a nadie con vida, tu entrenamiento está completo, Scarlett —dijo Aoi desde algún parlante.

Sí, Aoi-sama.

La rubia apareció a cuadro y se llevó a mi amiga con una sonrisa en el rostro. pues según ella, Scar era una prodigio y siempre se encargó de hacérselo saber; entonces el vídeo —al menos el primero— terminó.

Miré a los chicos con miedo y los tres estaban verdes; cuando menos lo esperé, los tres salieron disparados en varias direcciones, Mika fue al baño del pasillo, Lacus al lavavajillas en la cocina y Rene al lavabo del patio.

Escuché como sonaban sus arcadas y el líquido-sólido al caer; suspiré pensando que ella exageró un poco al pedirme que les mostrase algo tan horrible.

Empecé a preocuparme cuando transcurrieron cinco minutos y ellos no regresaron, pero en cuanto iba a ir a buscarlos, volvieron; se veían horribles y estaban totalmente pálidos.

¿E-Están bien, chicos?les pregunté levantándome para tratar de consolarlos.

Si ella podía hacer eso cuando tenía... —iba a decir el pelipúrpura, pero una arcada se lo impidió.

Ocho años, debemos...continuó Rene adivinando lo que el ojirubí más bajo iba a decir, pero yo lo interrumpí para corregirle.

Seisdije—. Tenía seis años.

Con mayor razón, debemos cuidarte bien, Yuu-chanfinalizó Mika intentando no vomitar otra vez.

Me sentí mal al verlos en tan pésimo estado, no podía parar de cuestionarme porqué demonios los había metido en esto.

[...]

Scarlett y Goshi se dirigieron hacia la entrada del lugar en donde se suponía que verían a Guren cuando se aseguraron que el escuadrón secreto vigilaba adecuadamente la casa; y en cuanto al lugar de la fiesta, no hubo problema en dejarles entrar, así que solo tuvieron que buscar al Ichinose.

No soy quien tú crees [MikaYuu] (Terminada) |Resubiendo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora