No soy quien tú crees [MikaYuu] (Terminada) |Resubiendo|

→ XXIII: Viaje

—¡Yuu, Mikaela! ¡vamos a cenar! —exclamó Scarlett desde la cocina.

—Yuu-chan —llamó Mika meneando suavemente al aludido—. Yuu-chan, arriba.

—¿Qué pasa? —preguntó adormilado el azabache.

—Scarlett y los chicos nos están llamando a cenar —le dijo riendo.

—¡Mierda! Debemos vestirnos, Mika —chilló alterándose un poco de repente el moreno.

El de tez pálida asintió levantándose con tranquilidad, mas cuando fue el turno del ojiesmeralda, un grito salió de su garganta, uno que no fue capaz de callarse y asustó tanto al rubio, como a todos los demás en la casa.

[...]

—¡¿Estás bien, Yuu-chan?! —jadeó Mika.

—M-Me duele...

—Creo que me pasé —murmuró con expresión culpable mientras se acercaba a mí.

Cabía resaltar que aún estábamos totalmente desnudos, y que, como grité tan fuerte, iba a pasar una gran vergüenza.

—¡Yuu! ¡¿estás...?! —gritó Scarlett abriendo la puerta con una patada, pero al visualizarnos, nos inspeccionó un poco, luego sonrió.

Mika se cubrió su anaconda y yo me puse más rojo aún.

—Sabía que harían yaoi —rió acercándose a mí con tranquilidad—. Mikaela, por favor ve a vestirte, yo me encargo de Yuu.

Él hizo una mueca de mala gana, pero asintió, entonces agarró una cobija y se fue tras recoger su ropa tirada por todos lados; entonces ella me miró sonriendo socarrona.

—No quiero oírte decir nada al respecto —le dije antes de que empezara a molestarme.

—Se protegieron, ¿verdad?

—Sí —aseguré sin verla.

Entonces ella me sonrió y empezó a masajearme un poco para calmar mi dolor.

[…]

—¿Scarlett vendrá? —preguntó Goshi a Yoichi, el cual asintió.

—Guren-sama cree que es lo más apropiado, dado que ahora sabemos que las amenazas provienen de Japón, lo mejor es sacarlos de ahí —explicó.

Goshi suspiró viendo con pesadez al castaño delante suyo; Guren había sido listo al enviar a Yoichi a informarle la situación, pues sabía que el rubio no podía enojarse con lo tierno que era el castaño.

—Pero yo no creo que sea buena idea que Uno-sama venga —opinó el ojioliva.

—¿Por qué?

—Creo que poner a toda la familia Ichinose en un solo lugar le facilitaría las cosas a la persona que esté haciendo esas amenazas —razonó.