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"Tout ce qui nous irrite sur les autres peut nous conduire à une meilleure compréhension de nous- mêmes"

(Todo aquello que nos irrita de los demás, puede conducirnos a una mejor comprensión de nosotros mismos)

Frase aportada por:  YukzkiandYura ¡Gracias!


Marinette retrocedió unos pasos y terminó por caer sobre una colchoneta. Miró a Adrien agitada, éste traía un fierro en sus manos, parecido al que solía usar cuando era Chat Noir. Lo hizo girar entre sus dedos y se lo arrajó, Marinette lo atajó con una sola mano.

—Tienes que concentrarte en que tu oponente pierda el balance, no en derrotarle con un solo puñetazo —le comentó acomodando mejor su camiseta. Extendió su mano y la joven la aceptó para levantarse—. Terminamos por hoy. Pareces fuera de estado...

—¿Qué ha pasado con Plagg? —preguntó Marinette seria devolviéndole el bastón.

—No te preocupes, él sigue conmigo... —le mostró sacando de entre su prenda, un collar en el que se hallaba su miraculous—. No le reemplazaría por un par de aros nuevos. A veces lo uso de anillo, de collar... Voy cambiando para que no sospechen aquí.

—Porque tú no usas aros... No eres distraído como yo...Y no te lo regaló la persona que amas...

Adrien apoyó el bastón en el suelo y en la punta posó sus dos manos para así equilibrarse.

—Si me los regalaras, los usaría con gusto.

Marinette hizo una mueca.

—Adrien, ya basta...

—Te llevaré con Nathanael. Querías ir a verle... —comentó acomodando sus prendas—. Iré a ducharme primero.

—¿Qué? No, iré sóla... Oye... —escuchó el sonido de una puerta abrirse y en ese momento de distracción Adrien desapareció de su vista. Había otras personas entrenando pero estaban demasiado lejos de ellos como para escucharles.

La puerta de la gran sala se abrió y avanzó un hombre hacia Marinette. Éste carraspeó y cuando ella volteó, se encontró con que era Felix. Estaba parado lo suficientemente recto como para dar una imagen majestuosa y correcta.

—¿Tienes un momento? —le preguntó en un tono casi sepulcral.

Marinette se miró a sí misma, sudorosa, incluso despeinada pero asintió. El rubio le pidió que le siguiese y así lo hizo, caminaron por los largos pasillos donde un sujeto vestido de negro les siguió algunos pasos más atrás. Tomaron el elevador el cual bajó varios pisos y cuando las puertas se abrieron se encontraban en una gran sala. Lucía como una oficina pero una gran escala sólo para una persona.

—Toma asiento, por favor —dijo éste y Marinette obedeció algo incómoda por la presencia del guardia de seguridad. Le vio sentarse tras su escritorio y sacar de un cajón una jeringa con un líquido rojo—. Tranquila, sólo sirve como rastreo. Ya que estás aquí nos vemos obligados a seguirte, si llegas a delatarnos sería un gran problema para nosotros.

Marinette observó la jeringa y apretó sus labios no muy convencida.

—¿Entonces podrán saber en dónde estoy?

—Exactamente —respondió y con un chasqueo de dedos llamó al guardia de seguridad al que luego le entregó la jeringa—. Es un líquido de rastreo. Que tengas como contacto a Adrien Agreste no te hace intocable.

Pensó en Adrien, él seguramente también debió ser inyectado. Entendió finalmente la razón por la que no se había convertido en Chat Noir durante tantos años, si podía moverse tan rápido probablemente llamaría la atención. Sin embargo, ahora era ella la que debía renunciar a Ladybug. Quitó su mano pero el hombre moreno le tomó con firmeza e hizo que la dejara sobre el escritorio.

Felix arqueó una de sus cejas al notar el comportamiento de Marinette. Inclinó su cuerpo sobre su escritorio y dejó ambas de sus manos apoyadas.

—Si no lo haces, nos das razones para considerarte como sospechosa.

En un instante, las puertas del estudio se abrieron de par en par. Se veía un Adrien agitado, de su cabello aún caían gotas debido a su reciente ducha. Llevaba un traje negro ajustado a su cuerpo que resaltaba su altura.

—Creí que habíamos acordado que no te la llevarías sin mi consentimiento —cerró las puertas detrás de él y se acercó a paso rápido para dejar su mano sobre la del guardia—. Suéltala —dijo con voz firme y el hombre al reconocer su rostro asintió.

—Esto no debe importarte, Adrien. Es algo que todos debemos hacer al entrar aquí.

Marinette vio a Adrien relamer sus labios. Éste dejó una de sus manos en el respaldo de su silla.

—Marinette es alérgica al niquel. No puede ser inyectada mediante una jeringa —mintió en par de segundos.

Felix parpadeó y tomó la ficha de la muchacha.

—Aquí no aparece nada de eso —replicó mostrándole el papel.

—Se le habrá olvidado. ¿Verdad? —preguntó a Marinette y éste reaccionó a los pocos segundos.

—Sí, sí. Soy... Algo olvidadiza.

—Tiene que ser inyectada... No tenemos pastillas de esto y...

Adrien tomó la jeringa y dejó el contenido en su boca en cuestión de segundos. Llevó su mano hacia la nuca de Marinette y la aprisionó contra él, besándola con fuerza, dejando escapar un par de gotas del líquido rojo a vista de todos. La chica abrió de par en par sus ojos, totalmente desconcertada de ese gesto. Sin embargo, tragó gran parte del líquido él mismo.

Terminó por separarse con algo de brusquedad para luego pasar su mano por su boca y alzar sus cejas.

—Problema resuelto.

—Agreste, si llega a pasar algo con ella... —comenzó a decir con el ceño fruncido el rubio.

—Me haré cargo de todo. Fíjate luego, pueden rastrearla, no habrá ningún problema.

El hombre le miró con recelo y cerró la carpeta con la ficha de Marinette, la cual seguía totalmente sorprendida y sonrojada.

—Vete. Ver tu cara ahora mismo no me trae ninguna alegría —pronunció y Adrien, feliz, tomó a una Marinette en shock del brazo y la acompañó hacia el elevador.

En el ascensor, Adrien le observó de reojo. Estaban los dos callados y faltaban varios pisos para llegar a la planta principal.

—Te di solo un poco, no podrán rastrearte en profundidad. Se darán cuenta muy tarde cuando quieran hacerlo —le avisó, viendo sus labios aún húmedos por el líquido—. Ey, Marinette. ¿Me estás escuchando?

—Yo... La verdad... Es que no sé —parpadeó rápido y le miró totalmente sonrojada. 

Sexto Sentido (Miraculous LadyBug)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora