Capítulo 23
"Par amour, nous sommes en mesure de faire confiance aveuglément, même en sachant que nous pouvons être trahis"
"Por amor somos capaces de confiar ciegamente, aún sabiendo que podemos ser traicionados"
Frase aportada por:@Gissy4994 ¡Muchas gracias!
¡Agradezco a @wale123466799900 por el hermoso dibujo! Está precioso ;-; <3 , si quieren enviarme, ya saben, haganlo por mensaje privado a mi página de facebook: The mars gorey
Marinette jamás se imaginó que llegaría a su propia casa acompañada de Adrien y Nathanael. Resultaba imposible en su mente, pero al parecer, si era capaz de lograrse en la realidad. Recordaba al pelirrojo decir que necesitaban buscar un nuevo lugar, pero nunca se imaginó que fuese en la casa en la que había vivido prácticamente su vida.
Mientras esperaban en la puerta, había terminado de comerse las uñas de su mano derecha y ahora pasaba al a izquierda. No quería que sus padres preguntaran por ellos, o que si quiera vuelvan a recordarle cuánto le gustaba aquél chico rubio. Además, no les había dicho sobre su separación con Nathanael y ya sabía cómo eran sus padres.
Su madre, Sabine, abrió la puerta con suavidad y observó boquiabierta a ambos jóvenes. Se quedó muda por un momento hasta que Marinette, nerviosa, se adelantó a entrar a la casa.
—¡Ah! ¡Hola mamá! —Le dio un beso rápido en la mejilla—. Sólo iremos a mi cuarto, ¿si? No lleves galletas ni nada, tenemos que estudiar sobre unas cosas y....
—Pero si ustedes ya no están en la escuela, cariño —la madre alzó su mirada a ambos y sonrió ruborizada—. Oh, hola. ¡Oh! ¡Tú eres Adrien! —exclamó asombrada—, el diseñador, el chico que iba a la escuela con mi hija. Vaya, has crecido tanto —dijo asombrada con la mano en su boca.
—Ah, hola señora Cheng. Es un gusto venir —saludo Adrien con una leve sonrisa.
—Buenas tardes, señora Sabine —saludó también Nathanael, agachándose un poco para estar lo más cercano a la altura de la madre de Marinette—. Hemos comenzado un proyecto los tres y coincidimos que no hay nada como su casa, el mejor ambiente, sin dudas.
Adrien revoleó su mirada a la vez que entraba a la casa tras oír las palabras del pelirrojo.
—¿Y estos dos chicos? —la voz del padre de Marinette apareció mientras ésta se dedicaba a subir la escalera—. Ah, Nathanael, hola. Y tú... ¡Oh! ¡Adrien Agreste! ¿Por qué están los dos aquí? —preguntó mirándole con recelo. Uno era la pareja de su hija, y el otro, el amor platónico que ésta tenía de pequeña.
—Por un nuevo proyecto, señor Tom —contestó Nathanael mirando de reojo a Marinette quien le hacía señas de que se callara y subieran de una vez a su cuarto—. Si me permite, pasaremos al cuar...
Tom Dupain se cruzó de brazos.
—Oh, bueno, si es sólo un proyecto pueden hacerlo aquí en el comedor. ¿No creen? Tienen una gran mesa para dejar sus cosas, hay mucho más espacio —dijo contento el hombre de su estrategia. Adrien ya quería irse de aquél lugar, sabía que el padre de Marinette comenzaba a mirarle como invasores—. No es verdad, ¿cariños? Estarían mucho más cómodos.
—Sí, claro que sí. Yo les sacaré todo de la mesa y les dejaré para que trabajen. Además puedo llevarles las croissant más tranquila, sino tengo que bajar y subir las escaleras —respondió con inocencia la mujer.
—¡Mamá! Es...Es mejor es mi cuarto. No tienes que llevar nada.
Nathanael y Adrien se mantuvieron parados sin saber qué hacer mientras la joven se agarraba la cabeza.
—El comedor es espacioso, Marinette —concluyó Sabine—, estarán más cómodos.
—Sí, estaremos en el comedor, no se preocupen —Nathanael les siguió la corriente a los padres pero Adrien le veía de la misma forma que Marinette. El rubio le codeó con disimulo.
—Deja de hacer el idiota y convénselos para ir arriba —susurró Adrien mientras la hija de la casa aún hablaba con sus padres e intentaba convencerles.
—Son los padres de Marinette, convénselos tú si eres tan carismático —susurró de vuelta el otro.
—Se supone que tú conoces a tus suegros, ex suegros.
—Probablemente sean tus próximos suegros, considéralo un entrenamiento previo —respondió Nathanael molesto.
—¡Déjate de estupideces Nathanael! ¡No es como si fuésemos a hacer un trío o algo! —replicó Adrien, ésta vez alzando su voz sin darse cuenta al estar molesto con el otro. Los padres de la joven le miraron horrorizados. Marinette intentó contener la risa pero no pudo, se le escapó una carcajada que provocó que todos ahora le mirarán a ella.
Marinette apretó sus labios nerviosa y bajó rápido las escaleras para tomar de los brazos a ambos chicos para luego subir como si fuese un rayo hacia su habitación.
***
¡Hola! Quería agradecerles a todo por su apoyo. Me ha alegrado encontrar un montón de mensajes en mi bandeja (de perfil, y de mensajes privados) y comentarios alentándome a seguir escribiendo y diciendo que me apoyaban y que les gustaban mis historias. En verdad les agradezco por leer, por esperarme y por ser pacientes. Espero no decepcionarles :) Perdí a un familiar muy querido en año nuevo y me ha hecho pensar muchas cosas.
Nuevamente, muchas gracias de tomar el tiempo de leer, de comentar, de mandarme mensajes llenos de cariño. ¡Se los agradezco!
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Sexto Sentido (Miraculous LadyBug)
FanfictionEn un departamento de Paris viven dos chicas de veinticinco años. Dedicadas a su trabajo pero disfrutando el tiempo juntas, viven una vida tranquila: Marinette, ahora diseñadora, comenzó a hacerse muy conocida en el mundo de la moda. Y Alya, periodi...