Domingo 22 de mayo (Parte 2/7)

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Hoy mami está alegre.Está cantando. Canta sobre lo que tiene que ver el amor con esto. Y cocina.Y canta. Siento un burbujeo en el estómago.Está preparando beicon y gofres. Huelen muy bien.A mi estómago le gustan el beicon y los gofres. Qué bien huelen.

Cuando abro los ojos,la luz entra araudales por las ventanas.Percibo un aroma que proviene de la cocina y se me hace la boca agua.Beicon. Por un momento me siento desconcertada.¿Ha vuelto Gail de casa de su hermana? Entonces lo recuerdo. Camila. Echo un vistazo al reloj y veo que es tarde.Salto de la cama y sigo mi olfato hasta la cocina.
Ahí está.Se ha puesto una camisa mia,se ha hecho dos trenzas en el pelo y está bailando al ritmo de una música que no puedo oír:lleva puestos unos auriculares.Aún no me ha visto,así que me siento junto a la barra de la cocina a disfrutar del espectáculo. Está batiendo huevos, prepara el desayuno, sus trenzas rebotan cada vez que salta de un pie a otro y entonces me doy cuenta de que no lleva ropa interior. Buena chica. Debe de ser una de las mujeres más descoordinadas que he visto jamás. Resulta divertido,encantador y extrañamente excitante al mismo tiempo; pienso en todas las formas que tengo para mejorar su coordinación. Cuando se da la vuelta y me ve,se queda paralizada. -Buenos días,señorita Cabello.Está muy activa esta mañana.
Parece aún más joven con esas trenzas.
-He...He dormido bien-tartamudea. -No imagino porqué-bromeo,y admito que yo también he dormido bien.

Son más de las nueve.¿Cuándo fue la última vez que dormí hasta más tarde de las seis y media? Ayer. Cuando dormí con ella.
-¿Tienes hambre?-pregunta.
-Mucha.
No sé si de desayunar o de ella. -¿Tortitas,beicon y huevos?-ofrece. -Suena muy bien.
-No sé dónde están los manteles individuales-dice con aspecto de sentirse algo perdida.
Creo que está avergonzada porque la he sorprendido bailando. Me apiado de ella y me ofrezco a preparar la mesa para el desayuno.
-¿Quieres que ponga música para que puedas seguir bailando? Se ruboriza y mira al suelo.
-No te cortes por mí.
Resulta muy entretenido. Me da la espalda haciendo un mohín y sigue batiendo los huevos con entusiasmo. Me pregunto si sabrá lo irrespetuoso que resulta eso para alguien como yo...pero es evidente que no se da cuenta, y por algún motivo incomprensible me hace reír.Me acerco a ella con sigilo y le tiro de una trenza.
-Me encantan,pero no van a servirte de nada.
-¿Cómo quieres los huevos?-Su tono es inesperadamente descarado y tengo ganas de reírme a carcajadas,pero me contengo.
-Muy batidos-contesto intentando poner cara de póquer,aunque no lo consigo. Ella también intenta disimular su risa y sigue con su tarea. Tiene una sonrisa cautivadora.
Saco los manteles individuales, los coloco deprisa y me pregunto cuándo fue la última vez que hice eso por alguien. Nunca. Lo normal es que durante el fin de semana mi sumisa se encargue de todas las labores domésticas. Pues hoy no,____,porque esta chica no es tu sumisa...todavía. Sirvo zumo de naranja para las dos y pongo en marcha la cafetera.Ella
no bebe café,solo té.
-¿Quieres un té?
-Sí,por favor.Si tienes.
En el armario encuentro las bolsitas de Twinings que le pedí a Gail que comprara.
Mira por dónde,¿quién habría dicho que al final las usaría? Arruga la frente al verlas.
-El final estaba cantado,¿no?
-¿Tú crees?No tengo tan claro que hayamos llegado todavía al final, Camila-respondo con expresión severa.
Y no hables de ti de esa manera.
Añado su falta de autoestima a la lista de conductas que habrá que modificar.
Camila evita mi mirada,ocupada en servir el desayuno.Coloca dos platos sobre los manteles individuales y luego saca el sirope de arce de la nevera.
Cuando levanta la vista y me mira,estoy de pie esperando a que se siente.
-Señorita Cabello-digo,y le señalo su asiento.
-Señora Grey-contesta en un tono falsamente formal. Al sentarse se encoge un poco.
-¿Estás muy dolorida?
Me sorprende un desagradable sentimiento de culpa.Quiero follármela otra vez, a ser posible después de desayunar, pero si está demasiado dolorida no podrá ser.Quizá debería usar su boca esta vez. A Camila se le salen los colores.
-Bueno,a decir verdad,no tengo con qué compararlo-contesta de manera cortante-.¿Querías ofrecerme tu compasión?
Su tono sarcástico me pilla desprevenida. Si fuera mía, se habría ganado al menos una buena zurra, puede que sobre la encimera de la cocina.
-No.Me preguntaba si deberíamos seguir con tu entrenamiento básico.
-Oh.
Se ha sobresaltado. Sí,Camila,también podemos practicar sexo durante el día.Y me encantaría llenarte esa boca de lengua viperina.
Doy un bocado a mi desayuno y cierro los ojos para saborearlo.Está delicioso.Cuando trago,veo que todavía me mira fijamente.

-Come,Camila-le ordeno-.Por cierto,esto está buenísimo.
Sabe cocinar,y muy bien. Come un poco y luego se limita a remover el desayuno en el plato.Le pido que deje de morderse el labio.
-Me desconcentras,y resulta que me he dado cuenta de que no llevas nada debajo de mi camisa.
Camila toquetea la bolsita de té y la tetera sin hacer ningún caso de mi enfado.
-¿En qué tipo de entrenamiento básico estás pensando?-pregunta.
Su curiosidad no tiene límites...Veamos hasta dónde es capaz de llegar.
-Bueno, como debes de estar dolorida, he pensado que podríamos dedicarnos a las técnicas orales.
Escupe el té en la taza. Mierda.No quiero que se atragante.Le doy unos golpecitos suaves en la espalda y le acerco un vaso de zumo de naranja.
-Si quieres quedarte,claro.
No debería tentar a mi suerte.
-Me gustaría quedarme durante el día,sino hay problema.Mañana tengo que trabajar.
-¿A qué hora tienes que estar en el trabajo?
-A las nueve.
-Te llevaré al trabajo mañana a las nueve.
-Tengo que volver a casa esta noche.Necesito cambiarme de ropa. -Podemos comprarte algo.
Se aparta el pelo de la cara y se muerde el labio con nerviosismo...otra vez.
-¿Qué pasa?-pregunto.
-Tengo que volver a casa esta noche. Caray,qué terca que es.No quiero que se marche,pero a estas alturas,y sin acuerdo,no puedo insistir en que se quede.
-De acuerdo,esta noche.Ahora acábate el desayuno. Observa la comida que queda en el plato.
-Come,Camila.Anoche no cenaste.
-No tengo hambre,de verdad-dice.

Joder,qué frustrante es esto.
-Me gustaría mucho que teterminaras el desayuno-insisto en voz baja.
-¿Qué problema tienes con la comida?-me suelta.
Ay,nena,no quieras saberlo,de verdad. -Ya te dije que no soporto tirar la comida.Come.
La fulmino con la mirada.No me presiones con esto,Camila.Me mira con expresión testaruda,pero empieza a comer.
Al ver cómo se mete un tenedor cargado de huevo en la boca me relajo. Tiene una actitud desafiante,aunque a su manera.Y eso es algo único. Nunca me he enfrentado a ello.Sí.Exacto.Camila es una novedad.Por eso me fascina...¿verdad? Cuando termina de comer le retiro elplato.
-Tú has cocinado,así que yo recojo la mesa.
-Muy democrática-dice levantando una ceja.
-Sí.No es mi estilo habitual.En cuanto acabe tomaremos un baño.

Y podré poner a prueba sus técnicas orales. Inspiro deprisa para controlar la súbita excitación que me provoca esa idea. Le suena el teléfono y Camila se retira a un rincón de la cocina,metida ya en la conversación.Me detengo junto al fregadero a mirarla.Está de pie contra la pared de cristal y la luz de la mañana recorta la silueta de su cuerpo bajo mi camisa blanca.Se me seca la boca.Tiene unas piernas perfectas,unos pechos perfectos y un culo ideal.
Todavía pegada al móvil, se vuelve hacia mí y yo finjo que estoy interesada en otra cosa. Por algún motivo no quiero que me pille comiéndomela con los ojos.
¿A quién tiene al teléfono? Oigo que menciona el nombre de Dinah y me pongo tensa.¿Qué le estará contando?Nuestras miradas se encuentran. Ella se vuelve hacia otro lado y un momento después cuelga,luego se acerca hacia mí moviendo las caderas a un ritmo suave y seductor bajo la camisa.¿Debería decirle que la veo?
-¿El acuerdo de confidencialidad lo abarca todo?-pregunta.
Me quedo paralizada mientras sujeto la puerta de la despensa que estaba apunto de cerrar.
-¿Porqué?
¿A dónde quiere ir a parar?¿Qué le ha contado a Dinah? Inspira hondo. -Bueno,tengo algunas dudas,ya sabes...sobre sexo,y me gustaría comentarlas con Dinah.
-Puedes comentarlas conmigo. -_____,con todo el respeto...
Se queda callada.¿Le da vergüenza? -Son solo cuestiones técnicas.No diré nada del cuarto rojo del dolor -dice de un tirón.
-¿El cuarto rojo del dolor?
-Se trata sobre todo de placer, Camila. Créeme. Y además, tu compañera de piso está saliendo con mi hermano.Preferiría que no hablaras con ella,la verdad.

No me apetece que Elliot sepa nada de mi vida sexual.No dejaría de meterse conmigo en lo que me queda de vida. -¿Sabe algo tu familia de tus...preferencias?
-No.No son asunto suyo.
Se muere por preguntarme algo.
-¿Qué quieres saber?-digo,de pie delante de ella,escudriñándole el rostro. -De momento,nada en concreto-murmura.
-Bueno,podemos empezar preguntándote qué tal lo has pasado esta noche.
Mi respiración se vuelve superficial mientras espero su respuesta.
-Bien-contesta.
Me ofrece una sonrisa dulce y sexy. Es lo que quería oír.
-Yo también.Nunca había echado un polvo vainilla,y no ha estado nada mal.Aunque quizá es porque ha sido contigo.
La sorpresa y el placer que le provocan mis palabras son evidentes.Le acaricio el carnoso labio inferior con el pulgar.Me muero por tocarla... otra vez. -Ven,vamos a bañarnos.

WRONG (Camila Cabello Y Tu) G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora