Capítulo 19

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Me quedé pensando quien pudo haber sido, por un buen rato, hasta que de pronto alguien toca la puerta.

-¿Quién es?-. Dije tratando de ver el rostro de la persona por la pequeña ventana de la puerta, sin éxito alguno.

-¿Puedo pasar?-. Parecía la voz de mi madre... ¿Será ella quien está tocando la puerta?

-Está bien.

-Hola Damer... El doctor dijo que te tenía que inyectar esto para que pase el dolor de tu cuello-. Era una enfermera, vaya que si se parece mucho a la voz de mamá.

-Okey...

-Gira un poco la cabeza y relajate, ¿Si?

-Está bien, enfermera.

....

Giré la cabeza un poco, como me dijo la enfermera, me dolió un poco pero cuando ingresó la aguja en mi cuello y soltó el líquido, me dejó de doler.
Después de haberme colocado aquella inyección, la enfermera se retiró de la habitación.
Eran las 11:38 a.m. lo vi en el reloj que estaba colgado en una pared de la habitación, después de 30 minutos, el doctor regresó y se sentó en una de las bancas de la habitación.

-Hola de nuevo, Damer-. Dijo con una sonrisa en su rostro.

-Hola.

-¿La enfermera te puso una inyección?

-Sí.

-Y... ¿Ya te sientes mejor?

-Creo que sí-. Dije sobándome el cuello.

-Que bien, bueno si estás bien creo que tengo que ir a atender a más pacientes, si necesitas algo ya sabes lo que tienes que hacer.

-Bueno, hasta luego.

....

Quería preguntarle si sabía algo de mi madre, pero... ¿Qué puede saber un simple doctor de un caso como este?, nada. Me pregunto que ha sido de mi madre y mi hermana...
Me quedé dormida de tanto pensar y cuando me levanté, ya eran las 5:54 p.m. ¿Tanto dormí? Era raro.
Traté de sentarme y lo logré después de muchos intentos, tenía mucha hambre, ya que no había comido nada desde aquel día del incidente.

Yo Tuve Toda La Culpa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora