Todos quieren a Stiles

10. Después de tanto tiempo

Luego de esa llamada de reconciliación entre el lobo y el humano, siguieron hablando constantemente, tal vez tres o cuatro veces a la semana, por lo general las llamadas sólo duraban una hora o máximo una hora y media. También habían pensado hacer videollamadas, pero el castaño había decidido que quería ver al moreno en persona y no detrás de una pantalla de computadora, ambos se habían prometido que se verían las caras otra vez cuando el azabache regresará a Beacon Hills.

Pasaron los meses y llegó el verano, Stiles tenía ya catorce años cuando Laura regreso a Beacon Hills, graduada en derecho y toda la cosa. Obviamente el castaño se había alegrado de verla ese viernes soleado, él se encontraba en la mansión Hale con Cora, Kira y Malia viendo películas de superhéroes (para desgracia de Cora y Malia que detestaban esas películas) en la sala. Ya las cosas entre él y Malia estaban calmadas, habían solucionado todo en una tarde de enero. No eran los mejores amigos, pero ya se hablan con normalidad y sin incomodidad. Cuando Laura cruzo la entrada, el castaño corrió hacia ella y la abrazo fuertemente, la loba le regreso el abrazo de la misma forma a tal grado que sin querer casi lo asfixia, después de haberlo soltado, fue a donde las chicas, las cuales la recibieron con mucha alegría (a excepción de Malia, quien sólo se limitó a saludarla con amabilidad y sonreírle algo cohibida), Cora fue obviamente la más efusiva de las tres. Ya cuando toda la familia Hale le había dado la bienvenida a Laura y charlado un poco con ella sobre todo respecto a su graduación y como estaba su hermano, la loba se llevó a Stiles a su habitación para hablar, hablaron de muchas cosas esa tarde, pero sobre todo Laura le contó algo muy importante al humano. Algo pensativo y confundido el humano se fue de la mansión Hale junto con Kira antes de que oscureciera.

A las pocas semanas de la llegada de Laura, Theo le dijo al castaño que le gustaba y además de que lo invito a salir, Stiles alucino cuando le confesó sus sentimiento y lo invitó a salir. Scott tenía razón Theo gustaba de él y no lo pudo ver hasta que el pobre se le confesó en plena segunda hora del almuerzo, en la mesa de afuera en la que siempre se sentaba cuando quería estudiar o simplemente estar solo. El hiperactivo muy apenado, lo rechazó con mucho tacto diciendo que él no quería salir con nadie en ese momento, Theo entendió perfectamente diciendo que si las cosas entre ellos seguirían siendo igual, a lo cual Stiles contesto con una ferviente afirmativa.

Al pasar dos años, llegó lo que el hiperactivo había estado esperando desde hace mucho pero mucho tiempo: el regreso de su lobo amargado. Se suponía que regresaría al graduarse, pero el moreno se excusó con sus padres ( y con el castaño) que regresaría a casa hasta diciembre porque quería viajar por el mundo con sus amigos, lo cual sus padres no accedieron (ni tampoco Stiles, alegando que tenían un largo tiempo sin verse y que se moría por verlo, pero Derek no le hizo ni el más remoto caso), diciendo que mucho había sido que no fuera a visitarlos en las vacaciones, así que el lobo llegó a un acuerdo con sus progenitores: él regresaría a Beacon Hills para su cumpleaños, que caía un martes.

Stiles se encontraba sentado en una de las mesas de la cafetería, esperando a que sus amigos terminaran de comprar sus almuerzos. No pasó mucho para que regresaran.

-¿Emocionado Stiles?- preguntó Cora, sonriéndole a la par que se sentaba al lado del castaño.

-¿No lo estás viendo la cara, Cora? Es obvio que sí, irradia alegría y emoción- intervino el hispano con sorna, sentándose frente a su amigo junto con Kira.

Scott tenía tanta razón, que el castaño ni se inmutó. Estaba tan feliz que no le importo en lo absoluto el comentario de su amigo.

-No lo puedo evitar, es que al fin después de tanto tiempo lo veré de nuevo. No puedo estar más contento- dijo rebosando emoción.