Todos quieren a Stiles

20. ¿Qué estás esperando?

Al llegar a la casa, corrieron escaleras arriba hasta la habitación del mayor, en cuanto Derek cerró la puerta de la habitación estampó en la misma a el menor con algo de brusquedad. El mayor pego sus labios con los del menor algo ansioso, Derek no espero mucho para empezar a devorar la boquita de Stiles, el cual no tardó nada en corresponderle el beso y en colocar sus brazos alrededor del cuello del moreno.

Ambos estaban muy hambrientos el uno del otro. Y no pretendían esperar más.

El moreno alzó al castaño con agilidad, agarrándolo por el culo, haciendo que éste enredara sus piernas en su cintura. Derek camino cargando a Stiles hasta la cama, se sentó en la misma, haciendo que el castaño se sentará sobre su regazo a horcajadas. Sin dejar de besarse, el castaño comenzó a quitarse su saco con desesperación y rapidez, en cuanto se vio librado de esa prenda, le quitó la corbata al mayor para después quitarle el saco, con ayuda del moreno, tirando la prenda en alguna parte de la habitación. Stiles empezó a restregar repetidas veces su culo con la prominente erección de su alfa a la par que gemía de forma sonora. Tras hacer eso el moreno gruño de casi forma animal mientras seguían besándose. Derek dejo de besar a Stiles para bajar por su cuello y empezar recorrer el mismo con su legua, el castaño le dio más acceso a su cuello, el cual el azabache aprovechó dejando chupetones. El alfa estaba por comenzar a quitarle la camisa a su beta, pero en eso alguien abrió la puerta y encendió la luz del dormitorio.

Los dos quedaron congelados en su sitio, mirando sorprendidos y algo asustados a quien había entrado en la habitación. Tanto el alfa como el beta quedaron sin habla.

-Así que ustedes son los calenturientos que escuche en la planta de abajo, quién lo diría, ¿eh?

No dijeron nada ante ese comentario. Tan solo siguieron en silencio, en estado de shock.

-¿No dirán nada? ¿En serio?- inquirió con diversión la chica.

El primero en reaccionar fue Stiles.

-Hola Cora... ¿qué tal? ¿Qué te trae por aquí?- inquirió de forma animada y a la vez nerviosa el castaño, incorporándose. El azabache también se levanto, quedando al lado de Stiles.

La menor de los Hale puso los ojos en blanco, negando.

-Hola Stiles, estoy bien, gracias por preguntar. Lo que me trae por aquí es que estaba abajo, vine al baño, cuando salí escuché gemidos desde la habitación de mi hermano y de inmediato pensé que eran un par de calenturientos. Subí hasta aquí con la intención de echar a ese par de calenturientos. Y heme aquí. No sabía que se trataba de ustedes.

-¿No nos oliste?- cuestionó el azabache.

-No se me ocurrió, además creía que sólo se trataba de alguna parejita que quería intimidad. No se me pasó por la mente usar mi olfato. De haber sabido que se trataba de ustedes ni subo. Pero eso si, los iba a acribillar de preguntas en la mañana. Eso seguro.

-Como viste que somos nosotros, bueno... ¿no nos vas a dejar a solas?- inquirió el castaño algo cohibido. El pobre sólo quería seguir a lo suyo.

Cora miro al castaño con incredulidad para después negar divertida.

-Claro, pero me gustaría aclarar unas cosas. Como por ejemplo que por lo que vi hace unos cuantos minutos, se reconciliaron. Por cierto me alegro de cierta forma, pero no entiendo cómo pasó- les dijo, mirándolos con curiosidad.

-Cora, Stiles y yo estábamos en medio de algo, ¿podrías irte?- preguntó el mayor con hastío.-Mañana hablaremos.

La morena le dedicó a su hermano una mirada de pocos amigos. Su hermano sin duda era un imbécil.