-Mira ya se esta despertando.-dice mientras la observa sin quitarle los ojos de encima.
Alba abrió los ojos, y quedó perpleja.
-¡DONDE ESTOY!-Grita asustada.
-tranquila, te encontramos desmayada en el desierto.-Dice una señora de avanzada edad.
Ella se incorporó y notó que tenía puesto un vestido ancho que no era de suyo. Se levantó de la cama, y observó la casa, estaba echa de ladrillo, las paredes grises sin pintar, el techo de ojalata. Era una casa de planta única un poco más grande que su cuarto. La gente de aquí era muy humilde.-Muchas gracias señora. Disculpeme por haber gritado, pero me ha ocurrido algo totalmente horrible.
-Sí, eso es seguro, pero debes tener hambre, ¿ aquí hay un poco de arroz, te lo puedo preparar con huevo. ¿deseas?
-Si claro muchas gracias.
Alba gira su rostro y observa a un joven muchacho. Y se avergüenza.Ella se levanta de la cama y ordena las sábanas viejas y rotas que la habían abrigado la noche anterior.
Recorrió la mirada por toda la casa y notó que no habían más camas, sólo En la que ella dormía, la anciana la observaba con una sonrisa y mirada Serena, el joven sacudia el polvo de las paredes y también recogía las cosas del suelo, en un rincón habían dos colchones muy pequeños y almohadas viejisimas.-Que vergüenza tengo, ellos han dormido en el suelo sólo para darme su única cama. Son muy pobres, y están muy delgados...como yo.
Alba tomó asiento en una cajita de madera que jugaba el papel de silla, puso el plato de comida en sus piernas y empezó a comer, la vieja mujer la observaba comer. Ella cerró los ojos e inspiró el aroma de esta sencilla comida, no era un plato gourmet costoso en un restaurante frente al mar en la zona más elegante de la ciudad, pero su sabor era único.
-¡UN MANJAR!-expresó Alba volviendo del trance, observó a la señora y siguió comiendo.
-me alegra que le guste señorita.-lo hice con mucho gusto.-dice sentándose en otra cajita de madera.-¿cuantos años tienes?-pregunta la vieja mujer.
-Yo 25, ¿y usted? Bueno, eso sí no lo quiere contestar no hay problema.
La mujer ríe y se dispone a responder.
-yo tengo 80 años, y me llamó Lucero.
-Es un placer señora Lucero, yo soy Alba Meridiams.
-Meridiams...Es un apellido extranjero.
-si, de Inglaterra. Mi abuelo era inglés.
-¿Entonces tu sabes hablar inglés?
-sí, pero no por él, lo aprendí en la Universidad y la escuela.
-¡Ahh! ¿Eres una universitaria?
-sí, estudie periodismo en "la pico samper".
La señora la miró casi desorbitando sus ojos.
-¡Pero esa Universidad es carísima! Entonces tu no vives por estos rededores.
-No, estaba hospedada en el hotel "MOONLIGTH".
-Cuentame muchacha, ¿que te ocurrió?-le dice la señora muy sería.
-Bueno, yo salí del hotel y caminé hasta llegar a aquí, una vez estuve frente a las vías del tren varios hombres me estaban raptando, para robar mis cosas, pero como yo no traía nada más que mi vestido, eso fue lo que me quitaron.
-Te pudieron haber quitado hasta el cabello, aquí es muy peligroso ¿Como se te ocurre venir para esta zona de la ciudad?
-señora, yo me vengo escapando...-Dice musitando.
-¿Has echo algo malo?
-No, pero a mi si me hicieron algo.-responde tragando el último bocado.-¡Estuvo buenísimo!
La anciana sonríe y extiende las manos para recibir el plato.
-No, No yo lo lavó ¿dónde está el fregadero?
La mujer se toma unos segundos en contestar.
-No tenemos, afuera hay una alberca con agua, de allí sacamos y lavamos nuestros cubiertos y ropa.
-esta bien, yo lo lavó.
Alba salió de la oscura casita y el resplandor la cego, hacía hacia un calor asfixiante, en su casa siempre había aire acondicionado y en la zona en la que ella vivía hacia mucho fresco, porque habían árboles y pasto. Este lugar era árido y los árboles que habían estaban despojados de sus hojas.
Al fondo en la parte trasera estaba el pozo con agua y a su lado un viejo molino de viento, se agachó a su lado y empezó a sacarla con un balde rojo.Ya eran las 3:00 p.m. y Alba había ayudado a hacer todos los trabajos de la casa, ella se encontraba sentada en la entrada del hogar, sola.
-Hola, disculpa No te pregunte como te sentías.-Dice el muchacho sentándose a su lado, llevaba una camisa azul rota y unos jeans muy sucios puestos, era alto moreno, de cabello negro, bastante fornido, con los ojos verdes esmeralda, tenía la nariz fileña y grande, los labios un poco delgados y rosados, las cejas gruesas y negras como la noche, sus pestañas eran algo cortas pero abundantes, tenías los ojos grandes y los dientes blancos.
-No hay problema, estoy bien ¿Como te llamas?
-Yo soy Lucas, aunque Llámame como quieras, a mi no me gusta este nombre.-agacha la mirada en dirección al suelo.
-Pero que dices, es precioso.
-no lo sé... pero bueno, no pude evitar escuchar la conversación, como es eso de que te escapas...
Alba se tomó unos segundos para contestar, pero por fin se decidió.
-sí, huyó de mi propía familia.
-Ojalá yo pudiera darme el lujo de huir, pero tengo que cuidar a mi abuela.
-¿y la quieres?
-Ella es mi motivo de vivir y trabajar.
-Es una señora muy serena, y buena.
-Es la mejor...
El muchacho quedó en silencio y observando a la nada lanzó un sonoro suspiró.
-¿Que? ¿Te pasa algo?-pregunta ella observando su ausente presencia.-nada, solo estoy recordando algunas cosas... mira yo no sule contar esto a nadie pero te lo voy a decir. Cuando yo era un bebé mi abuela se hizo cargo de mi, mi mamá me abandonó por irse con otro hombre que no me quería y ahora tiene hijos con él, hace más de 8 años que no se de ella, te soy honesto, ni me interesa saber nada.
Alba suspiró no sabía que decirle. Su familia fuera de los normales problemas ha sido muy buena y funcional... sólo ahora la estaban perjudicando al presionar la par seguir con Msr.G.
-Y tu familia que tiene, ¿por huyes de ella?
Ella no quería contarle lo sucedido, pero él le había confiado su secreto.
-Yo...tengo un novio que no amo, pero me han presionando para comprmeterme con él.
-¿te obligaron?
-No de manera directa, pero de alguna forma así lo sentí...
-Y si en realidad no te presionaron y estas interpretando mal las cosas.
-No se, esque...yo no me siento bien. No me quiero casar.-ella largó un suspiró.-Mira, me robaron el vestido, pero el anillo de compromiso No.- dijo mostrándole el dedo anular.-Es como una horrenda señal y de esto no me liberaron.
-de eso sólo tú misma te libraras.
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REGRESANDO MIS MEMORIAS
Mystery / ThrillerAlba es una mujer que siempre ha soñado mucho, tras años de relacion con un hombre al que se le conoce como Msr.G. decide contraer matrimonio, pero la felicidad se acaba cuando el destino se interpone en su camino. esta es una corta historia de roma...