Nunca más

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Al abrir sus ojos, Kise se encontró con un techo demasiado blanco y pulcro. A lo lejos se escuchaba un pitido constante y había un fuerte olor a desinfectante...cuando juntó esas tres cosas dedujo donde se podía encontrar: el hospital. ¿Cómo había llegado allí? Ni idea, pero tenía un leve presentimiento.

Comenzó a alterarse cuando pensó en que había dejado a su novia abandonada por culpa de un tarado al que ni siquiera le había visto el rostro. Y casi tiene un ataque de pánico (otra vez) al pensar que podían haberlo violado, o peor aún, tal vez él ni siquiera se encontraba en un hospital y todo era un montaje por el hombre que lo secuestró en el baño... de cualquier modo sus latidos aumentaron más y más, hasta que logró despertar a la persona que dormía plácidamente a los pies del enfermo.

– ¿Has despertado? –preguntó el moreno estirándose en la silla y bostezando.

– ¿Q-quién eres tú? –exclamó Kise sobresaltándose y retrocediendo todo lo que podía sobre la camilla de hospital.

Aomine solo podía mirarlo con más diversión. El rubio apenas acababa de despertar y ya estaba histérico a punto de atacarlo como un gato, y de cierto modo sus ojos dorados tenían un aire salvaje, como una tigresa, y sus pestañas solo le daban un toque más exótico. Daiki decidió en ese momento que el rubio era una belleza exótica de esas que no puedes dejar de observar y que cuando se encuentran en peligro te atacan con todo lo que tienen.

Sin embargo para Kise, la situación no iba mucho mejor. Sospechaba que la persona a los pies de la camilla era el mismo hombre que lo secuestró. Lo sabía solo con escuchar su voz. Sus ojos eran azules al igual que su pelo y tenía la piel morena. Su cuerpo se veía fuerte y fornido debajo de la ropa que llevaba, pero todo eso hacía a Ryota querer salir corriendo y esconderse en un armario. El moreno expedía una esencia de "peligro" por todos lados, incluso su mirada decía: "ten cuidado"... y a pesar de todo eso, Kise no podía apartar la mirada de él. Había una especie de magnetismo en el aire que se podía tocar.

El primero en moverse fue Aomine, y él ni siquiera se dio cuenta de que sus pies caminaban por sí solos. Poco a poco fue acercándose por el borde de la camilla hasta que llegó al lado del rubio.

Ambos no dejaban de mirarse a los ojos y Kise tampoco se percató de que su cuerpo estaba reaccionando a la presencia del otro. Incluso se estaba acercando a él.

Ninguno sabía qué estaba pasando ahí pero solo querían sentir el tacto del otro y estaban a punto de conseguirlo...

– Vaya, nuestro querido paciente ha despertado –dijo el doctor entrando sin percatarse de la escena que estaba a punto de llevarse a cabo.

Kise se sonrojó fuertemente mientras que Aomine solo estaba a punto de matar al doctor inoportuno, que por desgracia, era un amigo de secundaria.

– Shintaro, como siempre tan oportuno –masculló el moreno lanzándole una mirada llena de odio.

– Gracias –respondió Midorima captando el mensaje.

La verdad es que Midorima sabía todo lo que estuvo a punto de pasar, fue por esa razón por la que entró a revisar a su paciente. El peli verde sabía que tener a Aomine junto al rubio iba a ser algo desastroso. Porque la verdad era que cuando vio al moreno cargando en sus brazos a un chico inconsciente, no hicieron falta las palabras. Shintaro le dio una sola mirada al moreno y supo de inmediato que algo pasaría. Y ahora al ver al chico rubio despierto, tuvo la confirmación de sus sospechas.

– Dime, Kise ¿Cómo te encuentras? –dijo el doctor sacando una linterna y un lápiz para luego ponerla frente a sus ojos– mira el lápiz...

– Bien, estoy perfectamente. Solo me desmayé porque no había comido nada desde ayer –respondió Kise siguiendo el movimiento del lápiz.

#1 No lo niegues [AoKise] KNBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora