Debo pagar... víctima

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Daiki no había tardado más de quince minutos en ir y volver, pero cuando llegó al apartamento, éste se encontraba vacío. Revisó todos los rincones en busca de Ryota pero no estaba por ningún lado. Pensó que quizás había sido secuestrado porque no había forma de que se hubiera ido por su propia cuenta en un estado tan... delicado, sin embargo cuando encontró una nota pegada a la pared cerca de la puerta principal, supo que sus sospechas no eran ciertas.

- "Tengo asuntos que resolver, volveré pronto" -decía en una caligrafía suave y delicada.

El moreno arrugó el papel y golpeó la pared con fuerza. ¿Qué demonios? Se había tardado menos de quince minutos y el rubio se había escapado. Lo peor ahora era que no tenía cómo rastrearlo, ya que el teléfono móvil de Kise había quedado sobre la mesa de noche. Podía quedarse a esperarlo o podía salir a buscarlo... pero la segunda opción solo sería para perder tiempo.

A regañadientes se tuvo que conformar con esperar la llegada de Ryota, mientras que iba acumulando una gran cantidad de frustración y enojo... el pobre de Kise iba a sufrir un buen poco cuando volviera.

***

Ryota había tomado una ducha con la rapidez que nunca lo caracterizaba, ya que por lo general, siempre se tardaba más de media hora en el cuidado de su piel y cabello, pero ésta vez se trataba de algo muy urgente, además de que ya no había nada que hacer con su cuerpo maltratado y su rostro moreteado. Por lo que cuando salió del apartamento, ni siquiera se atrevió a mirarse en un espejo para no deprimirse. Se tapó el rostro lo más que pudo con la capucha de su sudadera y caminó un poco agachado. Podía fingir que no sentía nada de dolor, pero eso no significaba que no estuviera allí molestándole. En el camino compró un par de cosas, luego tomó un taxi y le dio la dirección del edificio al cual iba, al hombre que conducía. Al llegar a su destino, pagó con dinero que había robado de la alcancía de Yukio y se bajó caminando a paso rápido, no quería que alguien lo reconociera en ese estado tan lamentablemente no cool.

- Buenas tardes -dijo la recepcionista- ¿En qué puedo ayudarle?

- La doctora Kyle ¿Está?

- Sí, ¿Quién la busca? En este momento está atendiendo a un paciente.

- Ryota Kise -dijo el rubio- Por favor mantenga mi identidad en secreto para los demás.

- De acuerdo -la mujer llamó por el teléfono a la doctora y luego le indicó al chico que tome asiento para esperar su turno.

Ryota se sentó y tomó una revista del mostrador, comenzó a hojearla y se vio a sí mismo en las páginas centrales de moda. Tocó el papel donde se encontraba su rostro y se deprimió al comparar esa foto perfecta con su condición actual.

- Ryota -escuchó de pronto.

Era la doctora Kyle quien lo llamaba. La doctora estaba completamente sorprendida de encontrarlo en su consulta luego de tantos años y más encima en tal estado tan... doloroso a la vista.

- Doctora ~ -exclamó sonriendo el rubio. Se levantó lentamente y casi se cae cuando se paró de forma erguida, ahora que se había relajado un poco, la cadera lo estaba matando- Hace mucho que no la veía...

- Lo mismo digo -respondió la mujer mirándolo con ojo crítico- Vamos, pasa. Tienes suerte de que justo terminaron todas las citas en mi agenda. Brenda, ya puedes irte.

- Buenas noches, doctora -dijo la recepcionista tomando sus cosas y abandonando el edificio en silencio.

Ryota caminó con lentitud y se metió dentro del despacho de la mujer. Tomó asiento en uno de los sofás y se quedó en silencio esperando las preguntas que la psicóloga debía hacerle.

#1 No lo niegues [AoKise] KNBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora