Comenzando a tomar más determinación

753 53 8
                                    

– ¿Qué pasó después de que saliste de la sesión de modelaje? –dijo Yukio una vez que terminaron de comer.

– Siempre tan directo –suspiró Kise cerrando los ojos– Pero supongo que ya no hay más opción.

– Habla sin omitir nada. Ni siquiera tus sentimientos. Recuerda la regla:...

– "Sin secretos... nunca, o Senpai se revelará contra mi" –citó Kise terminando la frase por él.

– Exacto –le dió un par de palmadas en la cabeza y se recostó sobre la cama a su lado– Así que comienza.

– Bueno, pues... aquí vamos... –.

Kise comenzó la historia desde que llegó a la cafetería para juntarse con Emi... relató su ataque de pánico y cómo el moreno, Aomine, lo había llevado al hospital porque lo sintió necesario. Luego de eso le contó sobre cómo Emi le había destrozado el corazón y toda su vida, y por lo mismo, se dejó golpear por unos pandilleros hasta que apenas podía vivir. Por último le dijo que se arrastró al hospital y al despertar en la camilla ya estaba esposado, hasta que llegó el peli azul y lo había besado entre otras cosas...

– Voy a buscar la ubicación de Emi y obtendremos todo de vuelta. No lo dudes.

– No hace falta. El dinero me da lo mismo, todo lo material me importa un carajo, senpai. Lo que me duele es aquí dentro y eso no lo puedo recuperar solo por traer a Emi de vuelta... –el rubio se acobijó bajo las mantas y se tocó el pecho. Sentía su garganta apretada por las lágrimas no derramadas.

– Eres demasiado bueno –lo reprendió Yukio– Deberías denunciarla y mandarla a la cárcel...

– No. No quiero hacerle eso a la persona que amé por tanto tiempo, aún la quiero, senpai. Los sentimientos no desaparecen de un día a otro...

– ¿No? –Yukio se rio y puso sus manos tras su cabeza mientras miraba al techo– ¿Qué hay de lo que pasó con Aomine Daiki? No me mientas. Ese sujeto te ha hecho sentir algo... lo puedo ver en tus ojos. Y... me duele ver que sientes algo por él...

– Senpai... por favor –Kise giró y le miró el perfil– No haga esto. Ya lo hemos hablado y...

– Soy como tu hermano mayor –respondió Yukio mirándolo de frente con una sonrisa resignada– Tu jodido hermano mayor que abusó de ti cuando tenías diez años. El jodido hermano mayor que nunca te ha visto como un hermano, sino que siempre te ha visto con ojos de lujuria... y aún así no me odias. Eres increíble. Deberías odiarme y sentir repugnancia... deberías denunciarme y alejarte de mí para siempre. ¿No vives con temor? ¿No tienes miedo ahora que estás en mí casa y yo puedo venir a tu cuarto por las noches? Eres... eres tan... idiota –Yukio se levantó de un salto y comenzó a caminar de un lado a otro. Se llevó las manos al cabello con frustración y se detuvo unos minutos después.

– Senpai, tranquilícese. Por favor. ¿Por qué debería de tener miedo? Senpai no me ha hecho daño desde entonces. Nunca lo ha hecho, y sé que lo que me hizo, fue porque era un adolescente impulsivo con las hormonas revolucionadas. Además de que nunca me trató mal, siempre fue gentil y me trató mejor de lo que cualquier otro sujeto... –Kise comenzó a sentir el escozor de las lágrimas, pero las retuvo tanto como pudo– Usted fue el mejor de todos esos bastardos y es por eso que no lo odio. Aunque haya hecho lo que hizo, fue usted el único que me salvó –las lágrimas se desbordaron y se abrió la caja que había cerrado hacía tanto tiempo. La caja llena de todo el dolor y los recuerdos tortuosos.

– Kise, por favor, no me pongas en un pedestal. Abre los ojos, maldita sea –el senpai se estaba desesperando.

Yukio había guardado silencio por todos esos años y ahora iba a dejar salir todo. Toda la culpa que sentía y los remordimientos ya no lo dejaban vivir en paz. Le atormentaba que Kise lo tratara de una forma tan amable. Él no se merecía ser tratado de tan buena manera...

#1 No lo niegues [AoKise] KNBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora