En el estacionamiento...
Mientras Daiki abrazaba a su chico para tranquilizarlo, su mirada se vio atraída por un punto rojo que se ubicaba justo en la cabeza de Ryota, así que disimuladamente buscó el origen y con su muy agudizada vista, encontró al hombre francotirador.
El sujeto se encontraba en lo alto del edificio frente al estacionamiento, y de no haber sido por el reflejo que su arma hacía, el peli azul no lo hubiera podido encontrar tan rápido ya que se camuflaba bastante bien.
La mente de Aomine comenzó a trazar e idear miles de escapatorias, pero ninguna le garantizaba un cien por ciento de éxito. No quería que Kise supiera qué era lo que estaba ocurriendo porque se pondría muy histérico y probablemente terminaría muerto de inmediato. En casos como estos, había que pensar con la cabeza fría y solo se podía lograr con la experiencia que el moreno había adquirido con los años, además de su instinto.
Así que agarro a Kise con más fuerza y apegó su delgada cintura a la de él, puso su otra mano en el cabello del menor, justo donde el punto rojo se situaba, y acercó su boca al oído del rubio.
– Ryota, te amo –murmuró el moreno mordiéndole el lóbulo y avanzando hacia adelante donde el auto se encontraba.
– Aominecchi –suspiró Kise sumido en el placer de tener la lengua de Daiki recorriendo su cuello– No digas tonterías.
– No son tonterías –lo reprendió el peli azul mordiéndole la garganta y succionando para dejar una marca de propiedad– Los sentimientos de las personas son importantes, nunca los deseches así como si nada...
– ¡Ahh! –gimió el rubio cuando el otro puso sus manos bajo su camiseta– D-Daiki detente. Estamos en un estac...
– No quiero –gruñó Aomine mirando al francotirador.
Miró el punto rojo sobre la cabeza de Kise que comenzó a bajar hasta el centro de sus omóplatos... justo en el lugar donde debería estar el corazón... entonces Daiki no tuvo tiempo para dudar nada, simplemente supo que tenía miedo de lo que pasaría si no era lo suficientemente rápido.
Ryota fue fuertemente empujado contra el auto y de un segundo a otro, estaba en el suelo con el cuerpo de Aomine sobre él. No sabía cómo de rápido fue ese moreno, pero sí sabía que lo que escuchó fue un disparo.
Su cuerpo se puso rígido en cuanto vio el orificio que la bala había dejado en el suelo a unos centímetros de su cuerpo. Miró a Aomine con los ojos como platos y el otro le devolvió una mirada demasiado tranquila, incluso se podía decir que hasta tenía una sonrisa en sus labios... pero cuando Kise salió de la conmoción, se dio cuenta de que Daiki estaba temblando muy fuerte.
– ¿Aominecchi? –dijo Kise funciendo el ceño– ¿Qué pasa? Estás temblando como una gelatina –.
Daiki se rio un poco al descubrir sus propios temblores, porque no lo hacía conscientemente, tal vez estaba un poco confiado en que no iba a pasar nada grave, pero en el fondo tenía miedo de que le pasase algo a Ryota y lo perdiera en un parpadeo.
El moreno se dejó caer sobre el cuerpo de Kise porque sus brazos no lo podían sostener más. Suspiró en el cuello del otro y se dejó inundar por la calidez de ese cuerpo y el aroma suave de su piel.
Kise no dijo nada, aceptó el peso de Daiki con gusto y se sintió tentado a abrazarlo, pero en vez de eso comenzó a pensar en qué diablos había pasado. Un disparo hecho a la distancia fue solo hecho por un profesional... entonces eso significaba que la amenaza que Arai le había hecho, era de verdad. El problema era que lo había olvidado por completo. De no haber sido por la intervención de Daiki, probablemente ya estaría muerto...
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#1 No lo niegues [AoKise] KNB
FanfictionUn secreto puede traer la muerte con solo dejar salir una palabra. Una vida puede tener dos lados y cada uno de ellos cortar como una navaja recién afilada... si dos personas se conocen, pueden cambiar todo el curso de las cosas... si no se conocen...