Ha pasado la semana de rigor antes de empezar el rodaje del primer episodio, ya es lunes, anoche salimos de fiesta, como vamos a hacer cada domingo. Las cosas con Norman van bastante bien, nos las arreglamos genial, peleamos de vez en cuando, ya que tenemos caracteres demasiado similares en algunos aspectos y demasiado opuestos en otros.
Despierto hoy completamente desorientada, alguien me está moviendo el brazo ligera pero insistentemente, y la luz del día me da de lleno en la cara. No es demasiado molesta, pero no le va nada bien a mi dolor de cabeza. Me giro de mala gana hacia la persona que me intenta despertar, arrebujándome en el nórdico de color blanco. Se trata de Norman, está en cuclillas a mi lado, mirándome divertido.
-Por fin, bella durmiente. Aunque lo de bella...
-No me jodas, Norman, me duele la...
-¿Cabeza? Y no me extraña.
Un momento, ¿qué pasó anoche?
Recuerdo cenar todos juntos, contarles lo ocurrido con mi mano, reír, ir a un pub, bailar con Danai y con Lauren... Recuerdo tomarme varias copas, como mínimo seis chupitos, seguir bailando... Me acuerdo de bailar mucho rato con Kyle, un chico con un papel secundario llamado Zack. Según el guión dice, hace de novio de Beth, por lo que voy a tener que besarle. Recuerdo pasarlo bien con él, y sentirme extrañamente incómoda, no me acuerdo por qué, pero pensar en anoche me da ganas de vomitar. De todos modos, matan a Zack en el mismo capítulo, el primero. No voy a tener que estar mucho con él, lo cual me alivia, por algún motivo.
-Ems, levanta- Norman me gira hacia él cuando me doy la vuelta para seguir durmiendo, y me destapa. Entonces, me doy cuenta de que llevo una camiseta ¡¿suya!? Es enorme, me tapa hasta las rodillas, y me incorporo rápidamente, mareándome.- Eh, no, no pienses...
-¿Por qué coño llevo una camiseta tuya?
-Danai tuvo que ayudarme a traerte hasta aquí, vomitaste dos veces en el baño, no encontramos tu pijama y saqué una camiseta mía, te cambió ella, te metí a la cama y te dormiste. Estabas hecha una mierda, Emily, no te tenías en pie.
-Dios...- me relajo, y me vuelvo a tumbar, masajeándome las sienes.- Me apesta el pelo a alcohol y tabaco y... hierba. ¿Fumé anoche?
-No, tú no, fueron Sonequa y Steven. Tú solo te metiste un paquete de tabaco entre pecho y espalda.
-¿Steven fuma? Y, ¿por qué no recuerdo nada a partir de bailar con Kyle?
En ese instante, a Norman se le tuerce el gesto, y se queda callado.
-¿Norman?
-Emily, escúchame. No soy nadie para ordenarte nada, pero será mejor que no te acerques demasiado a él.
Le miro, confundida, y con mi dolor de cabeza in crescendo.
-¿Cómo?
-Anoche pudo ocurrir algo muy feo de no ser por Danai y por mí, Emily- se sienta en el borde de mi cama, y yo me arrebujo en el nórdico, esperándome lo peor. No recuerdo nada, absolutamente nada.- Hasta las dos de la mañana o así estuviste bien, habías bebido pero como todos, antes de nada quiero aclararte que no hubo cámaras ni periodistas, menos mal. Bailaste con todo el mundo, incluso con Scott, eres increíblemente sociable cuando has bebido, abrazabas a todo el mundo, te hacías fotos, te reías... Me gustó verte así, después de haberte oído llorando ahí adentro anoche, ¿sabes?- contengo la respiración, ayer estuve llorando en el baño por la ansiedad. Y él me oyó. Mierda. Parece que no quiere entrometerse en el motivo por el cual lloraba, lo cual agradezco.- Yo estaba con Andy, David y Melissa, Andy y yo sí que bebimos bastante, pero tuvimos aguante y, al menos yo, recuerdo todo. Y yo no podía dejar de observar la forma en que Kyle te miraba, todo el tiempo, él estaba fumando canutos con Sonequa y Steve, y con otros de los secundarios, nadie le conocemos por lo que no hablamos demasiado con él. Pero a mí no me dio buena espina. Empezó a acercarse a ti, y bailaste con él, te invitó a una copa, luego a otra, y luego a otra... Andy también se dio cuenta de que casi no podías caminar, y él cada vez se acercaba más a ti, te flaqueaban las piernas, él te sostenía y seguíais... "Bailando". Cuando te cogió del trasero y estampó su asquerosa boca contra tus labios, te juro que la rabia me comió por dentro y todo el alcohol que había en mis venas se transformó en adrenalina. Fui corriendo hacia él y le aparté de ti, caíste al suelo y Danai te recogió. Te sacó del pub y vomitaste fuera, ibas realmente mal, no articulabas palabra, ni podías sostenerte tú sola. Se lo comentamos a Greg y a los demás y te trajimos aquí. El resto se quedó un rato más de fiesta, Danai y yo cogimos un taxi contigo, ella te cambió, vomitaste dos veces más y caíste dormida en cuanto te metí en la cama.
No doy crédito a lo que estoy oyendo, se me vuelve a revolver el estómago y siento la imperiosa necesidad de vomitar de nuevo, por lo que voy corriendo al baño. Al acabar me miro en el espejo, estoy horrible, despeinada, con el maquillaje corrido, y rompo a llorar. Norman viene hacia mí, preocupado.
-Emily, ¿estás bien?- me pone una mano en el brazo, acariciándome torpemente, y yo tiemblo, mientras me aparto en un acto reflejo.
-Nunca he perdido el control de esa forma. Soy una estúpida- le doy la espalda, inclinándome en el lavabo.
-¿Qué? No digas tonterías, quiso abusar de ti, seguro que no pensaba solo en besarte, seguro que... ¡Quería hacerte algo mucho peor, Emily!- lloro aún más y me gira hacia él, poniéndome ambas manos en los hombros, obligándome a mirarle.- Escúchame- me aparta un mechón del rostro.- No tienes la culpa de nada. Primero, tú no ibas mal en absoluto, él te emborrachó y se aprovechó. Y, segundo, que fueses borracha no le daba derecho a hacerte nada. Aunque hubiese sido por tu propia voluntad.
-Pero, Norman, es que... Dios, si no llega a ser por ti y por Danai...- dejo de sollozar y me seco las lágrimas. No quiero que me vea así de débil.- Gracias por todo, en serio.
-¿Quieres quedarte y no rodar hoy?
-No. Prefiero hacer mi escena con él ya y quitármelo de encima- respondo, seria. De pronto me he hecho una coraza, no soporto la idea de que piense que soy una floja, o una cría.
-¿Estás segura?
-Segurísima. Me voy a duchar, ¿vale?- le sonrío fugazmente, y él se aleja un poco.
-Claro. ¿Te espero aquí?
-Como veas, si quieres bajar, tú sabrás. No voy a tardar mucho.
-Te espero aquí fuera.
Me quedo sola en el baño, y me meto debajo del chorro de agua abrasador tras quitarme la camiseta de Norman y mis bragas. Es lo único que quedaba sobre mi cuerpo, además de una asquerosa e infundada sensación de culpa. Lo primero que hago al sentir el calor sobre mi piel es abrir la boca y lavármela en profundidad, cogiendo el tubo de pasta de dientes y vaciándolo en ella. Froto con mis manos, me atraganto, tengo arcadas, toso, lloro, escupo. Sé que Norman me oye, pero no me importa. Ya me ha oído teniendo un ataque de ansiedad, similar al que está a punto de darme como no me serene. Necesito quitarme este olor nauseabundo de encima, además de asegurarme de que no queda nada de Kyle en mi cuerpo. Paso unos minutos debajo del agua, relajándome, o intentándolo, hasta que la ansiedad que me come por dentro se va disipando. Me duele la cabeza horrores.
Tras salir y cepillar mi cabello empapado, voy a vestirme, con el albornoz puesto. Norman no se ha ido, y se gira al verme salir.
-¿Todo bien?
-Sí, tranquilo.
No me como la cabeza escogiendo mi ropa, la verdad. Luego van a cambiarme para hacer de Beth, así que... No tengo pensado hacer ninguna escena más que la del beso con Kyle, nuestra única escena juntos y una de sus últimas, va a morir en este mismo episodio. Y, menos mal. No me gustaría tener que verle más. Sudadera gris en la que caben dos yo, y jeans negros. Converse grises, y listo. Ni siquiera voy a recogerme el pelo.
-Lista- anuncio.
-Emms, hay tres grados bajo cero afuera, hace un frío helador, si vas con el pelo chorreando vas a enfermar y...
-Norman- espeto, autoritaria, sé que lleva razón, pero no me gusta que me digan lo que debo hacer.
-Solo digo que...
-Déjame, ¿quieres? No eres mi padre- levanto la voz, y él se pone en pie. Parece que va a rebatir, pero suelta todo el aire que había en sus pulmones y alza las manos, como rindiéndose. Vuelve a sentarse, casi cayendo en el sofá, derrotado.
-Mira, haz lo que quieras. No voy a discutir. Solo intentaba ser amable.
Miro afuera, está nevando levemente. Sonrío. Es precioso. Paso una mano por mi cabello, y miro al suelo. Chorreo agua y, seguramente, mis hombros también estén mojados. Me rindo, finalmente, y voy al baño. Seco rápidamente mi pelo, dejándolo al natural, ondulado, rubio y salvaje. Estoy horrible, sin duda, pero en peluquería y maquillaje sabrán qué hacer. Vuelvo a salir del cuarto de baño, pero esta vez no digo nada. Solo le miro, esperando que me mire de vuelta para salir a desayunar. Se le ve contrariado, serio y disgustado. No pretendía enfadarle, después de lo que ha hecho por mí. Deja el periódico que estaba leyendo encima de la mesa, estira su sudadera negra, revuelve su pelo y extiende una mano, dejándome pasar por delante de él.
Una vez abajo, todos se deshacen en abrazos y carantoñas conmigo, especialmente Steve y Andy. Norman está sentado en una esquina, enfurruñado, tomándose el café más negro que he visto nunca. Café y nada más. Decido ignorarle, sé que he sido yo quien se ha puesto borde, pero esta es una actitud muy corriente en él, no la he provocado yo, ¿no? Todos me preguntan mil veces si prefiero quedarme descansando, los productores también, y yo digo que no, que necesito rodar ya la escena con Kyle. Respetan mi decisión, y continuamos desayunando en silencio. Apenas como nada, no me entra.
Al terminar, subimos a las furgonetas de rodaje. En la mía están Norman, Steven, Lauren y Andy. Nos sentamos en los cómodos asientos, dispuestos como en una limusina, y yo me acurruco en un rincón, arrebujándome en mi enorme sudadera. Afuera sigue nevando, cada vez con más intensidad. Tenemos una hora hasta el lugar donde rodamos, la prisión abandonada, y prefiero no enterarme si tenemos un accidente.
-Chicos- llamo la atención de los cuatro, quienes ya están bromeando.- Voy a dormir un poco. Me voy a poner auriculares, así que podéis armar jaleo. Me da igual. Estoy agotada.
-Claro que sí- Andy se acerca a mí y besa mi sien. Le sonrío. Es como un padre para mí, a pesar de que no me lleva tantos años, pero tiene muchísimo instinto paternal conmigo, al igual que Rick con Beth.
-Buenas noches- cierro los ojos fuertemente, tras seleccionar una playlist tranquila en Spotify. Poco a poco me quedo dormida, suena una de mis canciones favoritas, Light, de Sleeping at Last en mis oídos, cuando noto cómo alguien me tapa con una manta, la cual agradezco, ya que no siento las manos de lo frías que están. Abro los ojos levemente, frunciendo el ceño por la luz. Es de cuadros, y es feísima, pero extremadamente calentita. Sonrío, derrotada. Ha sido Norman, se está volviendo a sentar. Sonrío para él. Aun estando enfadados le quedan ánimos para cuidarme. Y caigo dormida con esa idea en la cabeza.
Despierto porque Steve me mueve el hombro levemente, sonriendo. La música aún suena en mis auriculares, los cuales arranco de mis orejas, devolviéndole la sonrisa.
-Ya estamos. ¿Seguro que quieres grabar esa...?
-Sí, Steve, créeme que no he cambiado de opinión en sueños- río.
Bajamos del coche, ya no hace tanto frío, ni nieva, es más, ha salido el sol. Miro mi teléfono, indica siete grados, no está nada mal. Lauren me abraza mientras caminamos, es como una hermana mayor para mí. Como Maggie para Beth.
Una vez estamos en los improvisados estudios de AMC próximos a la cárcel abandonada en la Georgia profunda, nos reunimos con el resto del reparto. Busco a Danai con la mirada y corro a abrazarla. No he querido darle las gracias delante de todo el mundo, prefiero hacerlo ahora.
-Pequeña...- me dice, riendo, cuando la abrazo con fuerza.
-Gracias, gracias, gracias.
-No me las des. Cualquiera lo habría hecho.
-Voy a tener que besarle- me aparto, mientras mi sonrisa se difumina. Ella me pone un mechón de pelo rebelde detrás de la oreja.
-Estaremos todos. Estará Norman, estará Andrew, Steven, Mel, todos, cielo. No va a pasarte nada. Creo que incluso está Norman en escena.
-Sí, sí que lo está- sonrío levemente.
Tras pasar por chapa y pintura, ya llevo los típicos tejanos de Beth, con una camiseta negra de rayas blancas de tirantes, y presiento que voy a pasar frío. Parece que voy al natural, pero llevo kilos de base de maquillaje y polvos blancos, para hacerme más pálida, aunque hoy no hubiese sido necesario. Me han peinado con una simple coleta, tras terminar de secarme el pelo. Salimos los que tenemos que rodar la escena de la despedida a Daryl, Rick, Glenn y el resto, los cuales van a por provisiones, en la que también está Kyle y, de hecho, tengo que besarle. El sol impacta sobre mi piel, la cual agradece la repentina calidez, y veo a Norman a lo lejos, vestido con ropa ancha y oscura, y su típico chaleco con las alas, ese que tanto me gusta. No puedo evitar sonreír, a pesar de que él está serio como un muerto. También veo a Kyle, y cuando él me mira siento una arcada. Me giro, buscando con la mirada a Lauren. Ella frunce el ceño, mandándome fuerza, y yo sonrío, ansiosa.
Luces, cámara y acción.
A los cinco minutos, la escena ya está hecha. Tengo ganas de vomitar, he tenido que besarle. Lauren me abraza, Danai también, Norman me hace un amago de sonrisa a lo lejos. Yo solo tengo ganas de llorar.
Kyle me mira desde una furgoneta, y se ríe, burlón.
-Que te jodan, zorra.
Le miro, con los ojos casi fuera de sus órbitas, y veo cómo Norman se acerca hacia él, apretando los puños. Voy corriendo en su dirección, y me pongo en medio antes de que él pueda pegarle.
-Norman, vete. Es entre él y yo- en realidad no quiero que se vaya.
-Emily, te ha...
-Norman. Por favor- estoy a punto de llorar, y él resopla. Mira hacia abajo y vuelve a clavar su mirada en la mía.
-Estoy justo aquí al lado.
-Gracias- le sonrío, entristecida, y me giro hacia Kyle.- Y tú, gusano. Te soltaría el típico discurso del respeto que merecemos las mujeres y que tú no nos tienes, pero no vale la pena. No lo vas a entender. Solo espero que, a la próxima pobre chica de la que te intentes aprovechar, también vaya alguien a salvarla, o tenga más aguante que yo con el alcohol. Quiero que sepas que lo que casi haces conmigo se llama abuso sexual, violación, dejémonos de eufemismos. Que recaiga sobre tu conciencia que casi corrompes a una chica, estás enfermo y deberías alejarte de todas nosotras. Eres un salvaje, un mierdas, y me das asco. Menos mal que ya te piras. Escoria- escupo al suelo, y le saco el dedo corazón. Me doy la vuelta, y me voy, a buen paso, por si me responde o intenta hacerme algo. No puedo evitar sentir miedo.
Lauren y Danai me acogen entre sus brazos y, cuando él ya no puede ver, rompo a llorar. Kirkman se acerca.
-Emily, cielo. Él se va ya. Ya no va a poder hacerte nada.
-Gracias, Rob- le sonrío, secándome las lágrimas. Nos reunimos todos para planear el resto del día.
-Emily, Norman, si queremos que dé tiempo a grabar todo entre hoy y mañana necesitamos vuestra escena. La del final- anuncia Kirkman.
-Robert, ni siquiera me sé el guión- sonrío, nerviosa.
-Emily, son cinco frases, y tenemos que cuadrar bien las escenas- resopla.- Haz el favor.
-Está bien...- posiblemente la cosa que menos me apetezca hacer ahora mismo sea rodar, pero en esa escena Beth abraza a Daryl y... Se lo debo. Por lo de la manta. Por lo de anoche. Por hacer las paces. En una situación normal no le abrazaría, me daría mucha vergüenza, pero si el show lo exige así...
Voy a quitarme la chaqueta de lana, dispuesta a ir a rodar. Ni siquiera sé dónde se ambienta.
-No, no- me dice Hanna, la chica de vestuario.- Déjatela puesta. Así da una sensación más familiar, más acogedora. Y deja que caiga sobre tu hombro al abrazar a Norman, quedará mucho más tierno.
Le hago caso, sonriendo. Vamos a la celda donde, al parecer, vamos a grabar. Me leo el guión un par de veces hasta memorizarlo parcialmente, quiero echarle un poco de imaginación.
-¡Empezamos en cinco minutos!- vocifera Nicotero. En escasos segundos tengo encima a tres maquilladoras y dos peluqueras, que también me arreglan la ropa. Me despeinan un poco la coleta ladeada, me limpian una mancha de la frente de otra escena, me retocan todo el maquillaje que llevo encima, por si no había suficiente y... Lista.
-Norman- susurro. Se gira hacia mí y me mira, expectante.- Sígueme el juego, ¿vale?
Él asiente, confundido, y esbozo una media sonrisa nerviosa. Él no me la devuelve, y eso me hace estremecerme.
Me leo una vez más el libreto, y me tumbo en la vieja y falsamente sucia litera inferior.
-Se me ha ocurrido que, en vez de estar tumbada sin más, podría estar escribiendo. A Beth le gusta escribir- sugiero.
-Muy buena esa, Emmy. Me ha gustado- sonríe Kirkman. Me dan un cuaderno y un bolígrafo, y comienzo a escribir.
Escribo la letra de Light, el estribillo. Y me olvido de todo.
-¡Luces... Cámara... Acción!
Las cámaras ya están filmando. Sigo escribiendo con lentitud, serena. Noto la presencia de Norman en el umbral de la puerta, pero sé que aún no tengo que mirar. Él carraspea toscamente.
-Hola- murmuro, sorprendida.
-Hola.
Sigo escribiendo. Al percibir que no se ha ido, vuelvo a mirarle.
-¿Qué ocurre?
-Zack- escupe.
-¿Ha caído?
Daryl no responde, lo que tomo como un sí. Bajo la vista y cierro el cuaderno bruscamente, incorporándome y quedando sentada.
-Vale.
Me levanto, fría y calculadora, y retiro el 3 del cartel de "30 días sin un accidente". Ahora son 0. Y Beth debería estar triste ahora mismo, acorde al guión, el posterior abrazo debería ser de consuelo para ella. Veo que Daryl me sigue mirando, atónito a mi reacción.
-¿Qué?
Él niega con la cabeza, como diciéndome que no es nada.
-Yo ya no lloro, Daryl. Me alegra haberle conocido- explico.
-Yo también.
Ahora los productores y los cámaras también me miran sin saber qué narices hago.
-¿Estás bien?- le pregunto.
Este momento es crucial. Tiene que seguirme el juego. Y espero que lo haga bien. Si no, voy a llevarme una buena bronca de Nicotero.
-Cansado de perder gente. Nada más.
Levanta la vista del suelo hasta encontrarse con mi mirada, como si la buscase a la desesperada. Se le ve consternado. Como si casi tuviese ganas de llorar. Como si fuese a derrumbarse contra el muro de hormigón en el que se apoya. Debe de ser muy buen actor para hacerme sentir todo esto con solo mirarme.
No me lo pienso dos veces, y me acerco a él, primero rápidamente, y luego algo torpe, más lenta. Y juro que no estoy fingiendo nada. Me tiemblan hasta las pestañas.
Cierro mis brazos, cubiertas hasta las yemas de los dedos por la suave chaqueta de lana, alrededor de su cintura. Apoyo mi cabeza en su pecho, y tengo ganas de cerrar los ojos, pero eso sería demasiado dramático. Él tan solo pone sus brazos encima de los míos, asustado, mientras acerca su cabeza hacia la mía, casi besándola. No sé si es Norman o Daryl quien me abraza. Y eso me da miedo.
-Le voy a echar de menos. Me alegro de no haberle dicho adiós... Odio las despedidas- improviso. Esto tampoco estaba en el guión.
-Yo también- susurra, contra mi pelo.
Me aparto lentamente, sigo abrazándole, pero ahora le miro a los ojos. Él me mira roto, completamente roto. Necesitaba ese abrazo, no sé por qué. Y yo también lo necesitaba.
-¡Corten!- grita Kirkman.- Emily, querida, no sé qué ha sido eso, pero te juro que me ha encantado.
Le miro sonriente, feliz. Les ha gustado.
-Enhorabuena, chicos. Va a ser la escena estrella del capítulo. Y no está mal empezar con un poco de ship, los adolescentes van a volverse locos.
No había pensado en eso, pero lleva razón. Las redes sociales van a reventar. Y a saber si no solo emparejan a Beth y a Daryl, sino a nosotros también...
Norman sale de la celda, y no puedo reprimir el impulso de seguirle.
-¡Norman, espera!
Él se gira hacia mí, impasible.
-¿Bailamos, anoche?
Ahora me mira confundido, casi sonriendo.
-¿Cómo?
No sé a dónde quiero llegar con esto, sólo sé que necesito hablar con él.
-Que si bailé contigo, ayer, en el pub. Me has dicho que bailé con todo el mundo.- él está cada vez más divertido, y casi se ríe. -¡Es en serio!- me enfado, de broma.
-Sí, me agarraste de las muñecas y tiraste de mí hasta que me sacaste a bailar.
-Y, ¿bailo bien, borracha?
-No. Diría que es peor, si cabe, que cuando vas sobria. Un pato mareado.
Me dice esto serio, pero en seguida se le escapa una sonrisilla que intenta reprimir, pero solo impulsa la mía. Poco a poco las sonrisas se convierten en risas, y luego en carcajadas. Acabamos riéndonos como dos niños pequeños, sin importarnos si alguien nos ve.
-¿Un pato mareado?- me seco las lágrimas de risa, me duele la tripa y me cuesta respirar. Una vez nos hemos calmado, le miro a los ojos y le sonrío tímidamente.- Oye, Norman...
-Dime.
-Siento lo de esta mañana. He sido una borde y tú sólo te preocupabas por mí.
-No te preocupes. Pero no seas tan gruñona, para la próxima vez- me devuelve una sonrisa de medio lado que me vuelve loca, y sonrío ampliamente.- Me compensa perdonarte cuando la lías solo por ver la cara de niña ilusionada que se te pone- me revuelve el pelo y me pongo colorada.- Eh. Has sido muy valiente antes, con Kyle- entrecierra los ojos, sonriendo de medio lado.
-Gracias por no haberte entrometido.
-No era mi batalla. Obviamente, si hubiese visto que las cosas se ponían feas, habría actuado. Pero te las puedes arreglar sola. Lo has hecho- deja una pausa, que se transforma en un silencio incómodo que él mismo decide romper.- Me ha gustado mucho la improvisación. Haces que Beth no parezca una niña débil.
-Beth no es débil, a diferencia de lo que todos pensáis. Beth es una niña muy fuerte, es sólo que no lo queréis ver.
-Yo lo veo. Beth es fuerte- esboza una media sonrisa, parando el tiempo un instante en el que juro que no existía nada ni nadie que no fuésemos nosotros dos.
Comemos todos juntos, a excepción de Kyle y alguno más, y por la tarde graban el resto de escenas. Conforme transcurre el día me doy cuenta de que he cogido un catarro bastante potente, no hago más que toser, estornudar, y morirme de frío. Estoy sentada en el maletero de una furgoneta cuando Andy se acerca a mí, sentándose a mi lado.
-Emily, deberías volver al hotel.
-Quedan dos horas, si me voy sola me aburriré, prefiero esperar.
-Pero si estás temblando- se quita la cazadora y la pone sobre mis hombros, lo cual agradezco.- No he estado en el rodaje de la escena de la celda, pero me han dicho que has estado increíble.
-Bueno, no será para tanto- río.
-Eres una gran actriz, Emily. No lo dudes, ni un minuto.
-Es solo que... Soy una novata, casi todos tenéis tablas de actores, y...
-No digas tonterías, no eres ninguna novata, llevas aquí dos años ya. Eres toda una profesional- me da un toque en la nariz con uno de sus dedos, y yo río.
-No, en serio. Además, siento que soy ese personaje que todos esperan que muera pronto, y por eso no pueden cogerme cariño. No les culpo, yo también creo que Beth durará, como máximo, dos capítulos más.
-Eh, no digas eso. La audiencia te quiere un montón. Y el equipo también, eres nuestra niña. Chandler y tú sois los bebés- me rodea el cuello con su brazo izquierdo y me atrae hacia su brazo.- Hay que cuidar de vosotros siempre.
-No. Sé cuidarme sola- espeto, recordando lo ocurrido anoche. No me ha gustado ese comentario.
-Emmy, no me refería a lo de...
Me aparto de él rápidamente, y me pongo en pie, carraspeando.
-También me refería a esto. Me sobreprotegéis. Tenéis excesivo miedo a hacerme daño. Y no os dais cuenta de que lo que ocurrió anoche fue exclusivamente culpa de Kyle, de nadie más.
-Nunca he insinuado esa burrada, Emily, claro que fue su culpa, yo no...- veo a Andy realmente preocupado, pero me da igual. Estoy cansada de todo esto.- Eso ha estado fuera de lugar.
Sé que lo ha estado.
-Déjame, ¿sí?- noto cómo se me inundan los ojos, él lleva razón, estoy siendo una cría, y no puedo dejar de decir completas estupideces.- Te veo luego.
-Emily...
-Tienes que grabar- le miro apenada, y me doy la vuelta, tirándole la cazadora. Salgo prácticamente corriendo, con las lágrimas agolpándose en mis ojos, y me choco con un pecho fuerte y ancho justo antes de entrar al estudio. No podía tratarse de otra persona que de...- Norman, lo siento. Soy una torpe.
-Eh- me toma por los hombros, y rehúyo su mirada.- ¿Todo bien?
-Sí, sí- me sorbo los mocos, las ganas de llorar van en aumento. Entonces, pone dos dedos bajo mi barbilla y me obliga a mirarle.
-Estás llorando.
-No- sueno congestionada, me está susurrando, oigo su voz prácticamente dentro de mí, y siento cómo se me va deshaciendo el nudo del pecho.
-Vale, no lloras, no lloras- me sonríe cálidamente, y a mí se me resbalan dos amargas lágrimas por las mejillas. Él chasquea la lengua y niega con la cabeza.- Ven- entonces, me cubre con sus fuertes brazos, y yo entierro la cara en su pecho, tratando de no llorar demasiado. Acaricia mi pelo con una de sus manos, y ahí sí que rompo a llorar como un bebé. Él me dice entre susurros que me calme, que todo está bien. Que no me preocupe por nada.
-Lo siento, lo siento, lo siento- me separo y sorbo mis mocos de nuevo, secándome las lágrimas con las manos, ya que voy en manga corta.
-No, está bien. Todos nos rompemos, a veces- sonríe de nuevo.- Eh, estás temblando- me frota los brazos con sus enormes manos, haciéndome reír.- Bueno, al menos te he hecho sonreír.
-Sigo teniendo frío.
-He dicho "al menos", no seas exigente, tiempo al tiempo- se deshace de su sudadera negra y me mete dentro de ella, con los brazos dentro y todo. Saco mis brazos por las mangas, que me van bastante largas, y me estremezco.
-Ahora vas a pasar frío tú.
-No, porque nos vamos de aquí.
-¿Qué?- río, nerviosa.
-Hemos terminado de grabar, a ellos les quedan aún un par de horas, estás mala y yo estoy cansado. Les pido un coche y a casa.
-Gracias.
Me lleva adentro, y le dice a todo el mundo que nos vamos. Nicotero nos da permiso para coger una de las furgonetas, la cual conducirá Norman.
-¿Os vais?- pregunta Steve.
-Sí, me encuentro bastante mal, y Norman ya ha acabado, así que... Greg, oye- llamo al director de la serie.- Por no cambiarme ahora, que me muero de frío, me llevo la ropa de Beth y mi ropa, y mañana la traigo, ¿sí?
-Por supuesto, Kinney. Nos vemos en el hotel.
Busco a los chicos con la mirada, y me acerco a ellos.
-Nos vamos. Os veo en la cena- me despido de todos con dos besos, con algunos me abrazo, de Andy me despido con la mano.
Caminamos hacia la furgoneta en silencio, me coloco en el asiento del copiloto y, como esta mañana, caigo profundamente dormida.
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Saturn (Normily)
FanfictionWith shortness of breath, you explained the infinite. How rare and beautiful it is to even exist. I couldn't help but ask, for you to say it all again. I tried to write it down, but I could never find a pen. I'd give anything to hear you say it one...