Prólogo

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Bajé las escaleras de mi edificio rápidamente, tan solo se trataba de cuatro pisos, y quería liberar algo de energía antes de llegar a los malditos estudios de la AMC. Me temblaba todo, absolutamente todo, ¿cómo rayos se supone que debes sentirte al recibir una llamada de una de las productoras de televisión más importantes a nivel mundial diciéndote que, en tres horas, debías estar en sus oficinas para pasar un casting en una de las series más exitosas del momento?
Al llegar abajo me miré al espejo. Sabía que tenía que interpretar un papel muy pequeño, de una adolescente de unos dieciséis años, y me esforcé en vestirme como una niña. Es cierto que, a pesar de tener veinticinco años en ese momento, siempre he parecido mucho menor de lo que realmente soy, y no me hacía falta demasiado para aparentar ir al instituto. Llevaba mi cabello rubio recogido en una trenza algo deshecha hacia un lado, unos vaqueros normales y corrientes, una camiseta de tirantes y una sudadera gris por encima. Tan apenas me había maquillado, tenía que dar el pego, aunque fuese solo un casting no quería que ninguna cría me quitase el papel. Iba a ser lo más importante que había hecho en toda mi carrera, hasta el momento solo había conseguido hacer papeles muy pequeños a pesar de haber trabajado muy duro, además de, bueno, haber lanzado un EP, pero todavía tenía que darme a conocer. Un último vistazo al espejo, suspiré, me puse los cascos y salí de casa.
Hacía muy buen tiempo para ser mediados de marzo, de hecho, el sol me dio de lleno en mitad de la cara, me había vuelto a dejar las gafas de sol en casa, para variar. Pero no era momento de subir de nuevo, ya estaba de camino al metro. Sí, iba a ir a mi posible futuro trabajo en metro. Como toda estrella de cine que se precie. Me pararon un par de veces por la calle, era de esperar, a pesar de no ser realmente famosa, era medianamente conocida, especialmente por mi música. Siempre contaba con eso, por lo que salí de casa casi dos horas antes de mi cita con la AMC. Yo siempre me hacía fotos encantada con cualquier fan que me lo pidiese, y ese día no iba a ser menos, aunque estuviese temblando como un maldito flan.
Llegué a los estudios media hora antes de lo acordado, releyendo la parte del guión que me tocaba interpretar, y más o menos quince adolescentes, casi todas rubias, estaban allí, esperando. Eran todas más jóvenes que yo, seguro, pero no aparentaba ser la mayor. Estábamos todas allí por lo mismo, y seguramente no me cogiesen, fijo que todas tenían muchísimo talento, Nueva York está verdaderamente plagado de auténticos portentos, pero solo triunfaban unos pocos. Y esperaba poder ser yo, aquella vez.
Ninguna hablaba con ninguna, por si acaso nos caíamos bien, éramos rivales, solo podía haber, definitivamente, una Beth Greene.
Me senté en una silla, a esperar, y repasé en mi cabeza por trigésima vez las únicas frases que tenía que decir. Al parecer, Beth era una chica de dieciséis años que en la segunda temporada de esta serie iba a decir nada y menos, seguramente porque se la cargarían pronto, no tenía pinta de ser una superviviente a un apocalipsis zombie.
Empezaron a llamar a todas las chicas, ni siquiera por sus nombres, iban pasando una por una en fila india, y yo era la última. Ni siquiera llegar una hora antes de lo acordado me libró de serlo. Salían de esa sala cabizbajas, incluso enfadadas, mientras una azafata les indicaba dónde estaba la salida. Cada vez que salía una de ellas me ponía más nerviosa, estaba convencida de que iba a llegar allí y me iba a derrumbar, que me iban a fallar las rodillas y me iba a caer de culo, o algo parecido.
-Siguiente.
La azafata indicó que era mi turno sin siquiera mirarme, sin siquiera mirar cuántas chicas quedaban, sin darse cuenta de que era la última aspirante, al menos de aquel día. Solo cuando no oyó ningún gritito de nervios ni vio a ninguna adolescente corretear por delante de ella, levantó la vista.
-Siguiente- inquirió, mirándome por encima de las gafas.
Yo abracé mi carpeta, en la que llevaba varias copias de mi currículum, y el pequeño guión, sujeto por fuera con las gomas de la misma. Suspiré y pasé a aquella sala. Se trataba de un teatro, como en las películas, cuyas primeras butacas estaban ocupadas por gente con camisetas de la AMC, escribiendo en folios, tecleando en pequeños ordenadores... Al entrar, todas sus miradas se posaron en mí, y yo me quedé parada, frente a la puerta.
-Pero pasa, niña- me dijo un tipo con gorra, de unos treinta y muchos años.- Sube al escenario- alargó la mano, como para que le diese mi carpeta, y eso hice.- Vaya, te has aprendido el guión, o al menos lo has intentado. Muchas de las aspirantes lo han leído, y por eso se han quedado en eso. En aspirantes- todo el equipo rió, y yo sonreí, nerviosa.- Soy Shane Miller, director de casting de The Walking Dead- anunció, abriendo la carpeta y sacando mi currículum, mientras lo leía por encima.
-Soy Emily Kinney- me presenté.
-Tú me suenas- dijo la mujer sentada a su derecha.- Eres cantante, ¿verdad?
-Sí, bueno, también he hecho algún que otro papel pequeño- sonreí.
-Nacida en Nebraska hace... ¿Casi veintiséis años? Creía que te presentabas para Beth Greene, no para Maggie.
-Sí, me presento para Beth, pero siempre me han dicho que aparento menos edad de la que tengo y... Creo que encajo para el papel- repuse, todo lo segura de mí misma que pude.
-¿Eres seguidora de The Walking Dead?
-Me gustó la primera temporada, sí.
-Te pongo un poco en contexto, creo que eres la última por castear hoy, tenemos tiempo. Beth va a ser la hija menor de Hershel Greene, el dueño de una granja en la que se refugiará el grupo de Rick Grimes durante la segunda temporada. Tiene dieciséis años, es débil, asustadiza, y entra en depresión por la muerte de su madre, por lo que intenta suicidarse, es la escena que vas a representar ahora mismo.
-Entiendo.
-Va a ser de las pocas escenas destacables que tendrá Beth en esta temporada, dependiendo de la acogida de la audiencia la mantendremos para la tercera o no. Maria te dará réplica.
Maria era la mujer que me había reconocido en mi faceta de cantante, por lo que me sentí algo más cómoda sabiendo que iba a ser ella quien hiciese de Maggie.
Hice la prueba, todo lo bien que pude, me metí en Beth como si Emily no existiese, incluso derramé alguna lágrima, como indicaba mi guión. Al terminar, tumbada en el suelo (Beth tenía que tirarse en la cama), todos aplaudieron fervorosamente, y yo me levanté, estirándome la sudadera.
-Increíble, ha sido simplemente increíble- todos ellos me felicitaron por mi trabajo, y yo sonreí, azorada.
-Emily- Shane llamó mi atención- estás dentro.
-¿Qué? ¿No tienes nada que decir de las otras aspirantes?- replicó un hombre de la segunda fila.
-¿Las has visto, Bob? Estaban todas más preocupadas del guión que de la interpretación, tiesas como palos, sin vida, por fin, ¡por fin! Hemos encontrado a alguien realmente bueno- respondió, mientras me señalaba con la mano derecha.- No hagas caso, Emily. Bienvenida a The Walking Dead.
-¿En serio?- chillé, cubriéndome la boca con las manos. No podía ser más feliz, iba a estallar. Por fin.
-El rodaje empieza en dos semanas, el equipo se encarga de trasladarte, ya que filmamos en Georgia. Ve arreglando lo que tengas pendiente porque el viernes que viene tendrás un coche de la AMC debajo de tu casa que te llevará al aeropuerto, allí cogerás un jet privado con algunos del equipo y algunos actores que también residen aquí.
-¿Quiénes, por curiosidad?- él cogió un folio y lo leyó.
-Jeffrey, Norman, Steven, Andrew, Melissa y Lauren.
-¿Traducido? No conozco a todos- reí.
-Dale, Daryl, Glenn, Rick, Carol y Maggie.
-Genial, así sí que me he enterado- sonreí, ilusionada. Iba a trabajar con actores realmente buenos, a pesar de tener un papel pequeño, iba a salir en la televisión, iba a cumplir mi sueño.
-Bienvenida, Emily. Tenemos grandes planes para ti.


¡Hey! Buenas, aquí va el prólogo de nuestra primera historia. Al contrario de lo que pueda parecer, la trama no se ambienta en la grabación de la segunda temporada de The Walking Dead, cuando Emily entra a la serie, sino que todo tiene lugar algunas temporadas más adelante. Esto era para poneros un poco en contexto.
¡Esperamos que os haya gustado, y no os olvidéis de votar o comentar, nos haríais muy felices!
Att: Nuria y Laura.

Saturn (Normily)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora