5.SOLO ESTA NOCHE

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  Al despertarse, lo primero que hizo Frank fue preguntarse cómo demonios había llegado hasta su cama la noche anterior, pues por alguna razón creía recordar estar en la terraza en el momento en el que se durmió. Aunque tal vez había sido solo un sueño demasiado realista.

  Después de vestirse, fue hacia al baño a orinar y lavarse la cara. Fue al mirarse al espejo cuando todo encajó.

Descubrió dos pequeños puntos en su cuello. Al principio pensó que eran picaduras de mosquito pero estaban perfectamente alineados y no había inflamación alguna a su alrededor. Tampoco le dolían ni causaban picor. Además, la distancia entre ellos...

El corazón de Frank dejó de latir en el momento en el que observó que la distancia entre ellos podrían coincidir perfectamente con la distancia entre dos colmillos. "No puede ser" pensó, pero eso le hizo recordarlo todo.

La luz, la sombra, el extraño chico, su mano helada, su transformación en seguramente un murciélago. El visitante de la noche anterior... ¿Era un vampiro?

Frank se hubiera echado a reír de su propia tontería en otras circunstancias. Pero los recuerdos eran demasiado frescos y reales como para ser mentira. Tampoco descartaba la posibilidad de que se estuviera volviendo loco. Se sentía tan solo... Necesitaba a alguien. Alguien a quien poder contar ese episodio sin que se riera de él.

Todo era una mierda.

  Como siempre, ese no fue el mejor día para Frank. Al volver a casa ni siquiera se molestó en intentar hacer los deberes, ya que su desánimo le impedía hacer cualquier cosa. Sentía que todo iba de mal en peor y que el mundo oscurecía y caía encima suyo al igual que las lágrimas que en ese momento resbalaban por sus mejillas y caían en el colchón de su cama. Frank cerró los ojos y, una vez más, la oscuridad lo envolvió en el sueño.

La oscuridad, su vieja amiga.

  Cuando despertó, sus padres ya habían llegado a casa. El chico olió la cena que estaba preparando su madre y de dirigió hacia el salón.

  —¿Ya has hecho los deberes? —le preguntó su padre una vez estuvo allí.

  —Sí —mintió.

  Incluso comer resultó requerir un enorme esfuerzo para Frank, ese día.

Sin fuerzas, el chico consiguió llegar a la cama, no sin antes revisar si había algo extraño fuera en la terraza. Por alguna razón que no logró comprender, un vacío de decepción se instaló en su pecho al no ver ninguna luz o silueta.

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  Gerard se había asegurado de haberse alimentado antes de visitar a aquel curioso mocoso. Se suponía que une vampire no podía morder a un mismo humano más de una vez, aun peor si llegaba a la tercera, pero la sangre de Frank era deliciosamente irresistible, era mejor no tener hambre cuando le visitara. También se suponía que une de les suyes no podía conseguir más de una presa cada noche, y que inmediatamente después de alimentarse debía volver a su guarida, pero esa noche haría una excepción.

"Solo esta noche" se prometió a si mismo.

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VAMPIRES WILL NEVER HURT YOU (Spanish)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora