Apenas eh dormido cuando la alarma de mi teléfono móvil suena, me levanto de mala gana ya que no quiero ir al instituto porque no conozco a nadie, pero a la vez quiero ir porque me gusta aprender cosas nuevas,tengo una contradicción de sentimientos muy confusa, pero mis ganas de ir son mayores que las de no ir. Me aliso el pelo, me pinto las pestañas y una línea en el ojo muy fina, un poco de brillo de labios. De ropa me pongo unos pantalones vaqueros y una blusa de mangas largas lisa. Cuando salgo me doy cuenta de que hace mas frío de los que esperaba. Me monto en el coche con mi padre y nos vamos en dirección al instituto, pero cuando menos me lo esperaba me dice.
Rocío, si quieres no vallas al instituto hasta que tengas el uniforme.
¿y que hago mientras? No puedo quedarme todo el día viendo la tele.-le respondí-.
Yo lo haría.-dice riéndose-.
Cuando llegamos vi que por suerte no iba a ser la única bicho raro sin uniforme, había mas personas sin el. Cuando entre a clase todos me miraban, reían y otros simplemente pasaban de mi. Me senté como si nada a mi alrededor pasase. Me puse a jugar con un lápiz y lo puse de recto por la punta y una de las chicas de la clase se quedó mirando al lápiz que no se movía ni un solo centímetro ni tenia iniciativas de caerse, al contrario daba vueltas sobre sí mismo y abriendo un pequeño agujero en la mesa con su punta afilada. Levanté la mirada fija del lápiz cuando vi la que la chica no me quitaba el ojo de encima y en ese el lápiz callo en la mesa.
Salimos de clase y me fui a la siguiente, a la clase de ciencias, allí me volví a encontrar con la misma chica que no me quitaba ojo cuando puse el lápiz en pie en la clase anterior, osea la clase de lengua.Pero esta vez no estaba sola, tenia a su lado a una chica de pelo largo y castaño oscuro de ojos marrones.
¿puedo sentarme con vosotras?-dije-.
No,hay mas sitios en la clase.-dijo la chica que la acompañaba-.
Estabien.-respondí-.
Me senté sola en una mesa durante toda la clase de ciencias instante.
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Dos jóvenes brujas
FantasíaUna chica que se llama Rocío de 16 años de edad, que vive en Nueva York. Se muda a Seattle y lo que no sabe es que al mudarse allí su vida tan normal, o eso cría ella que era normal, estaba a punto de cambiar por completo y empieza a descubrir jun...