Capítulo 1.

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Un día mi padre entro gritando muy alegre diciendo que lo habían trasladado a trabajar a otra ciudad ni más ni menos que a Seattle ala otra punta del país. Lo peor es que nos mudamos en una semana y yo tengo muchísimas cosas que empaquetar y no se si tendré tiempo suficiente. Mi padre y Catherine estaban muy contentos pero yo no le encontraba la felicidad a la situación. Pasaron los días como si fuesen segundos y cuando menos me lo espere estaba en un avión sentada dirigiéndome a una ciudad donde no conocía a nadie, no me conozco ninguna parte de aquella ciudad, ni el tipo de gente que hay allí. ¿Y si no encajo entre las chicas de mi clase?, ¿y si no hago amigos?, ¿y si me quedo todos los días encerrada en casa sin poder salir porque no conozco a nadie? Sin apenas darme cuenta escucho a la azafata diciendo que nos abrochemos el cinturón que estamos a punto de llegar. No me puedo creer que hallamos llegado tan rápido, las cinco horas y media de Nueva York hasta Seattle se me han hecho cortísimas. Cuando llegamos a nuestra nueva casa cojo las cajas con mis cosas y las subo a mi habitación. Cojo la foto de mi madre y la pongo en lo alto de la mesilla de noche que esta junto a mi cama. Me acuesto pensando en las clases y mis nuevos compañeros.

Dos jóvenes brujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora