OLFATO (Adaptación Camren)

Capítulo cinco: Bosnian Metal (Blood) Fest

Tal como lo esperaba, el edificio estaba dividido por sectores, era uno departamental y por suerte el de mis amigas estaba en el último piso acompañado de una súper terraza con asador. Gracias a eso me sentí en la gloria misma.

―Siéntete como en casa, Camila... Por cierto, ¿Y Dinah?

―No lo sé. ―le respondí a Normani al alzar mis hombros.―Se quedó abajo.

―Ya vendrá... ¿Quisieras comer un poco de carne?―cuestionó Lauren al pasar delante de mi hacia la cocina, yo solo me quede idiota al escuchar su voz.―

―Ah, si... Me encantaría. Es decir, si, con ese gran asador con gusto.

Me dediqué a respirar lentamente para calmar mis nervios y Dinah entró al departamento con unas grandes bolsas las cuales contenían cervezas y carne, como si todo lo hubiesen planeado. Pasamos una tarde increíble, haciendo bromas y disfrutando del gran ambiente con la exquisita música de Nightwish al fondo. Charlamos sobre la cultura de nuestras naciones, las guerras y cómo fueron las luchas de independencia, nos enriquecimos con historias, con sucesos, sobre todo con sacrificios de nuestros antepasados. Desconozco cómo pasamos de hablar sobre las culturas a la música, discutíamos de la diferencia entre el metal bosnio, ya que para ellas (o más bien Para Dinah) era lo mejor del mundo y yo seguía en contra.

―Jamás me hubiera imaginado que gustaran de Nightwish. Aunque, pensándolo bien, ya no me sorprendo tan fácil.

―¿Bromeas? Nightwish es parte del crecimiento de todas nosotras. Son realmente buenos.

―Así es, lástima que han ido a México y jamás he tenido oportunidad de verles en vivo.

―¿En serio, castaña? De lo que te has perdido... ―Observé con cuidado a Dinah y quedé asombrada por como su rostro cambió rápidamente, como si un pensamiento cruzara a su mente y quisiera llevarlo a cabo.― No es mala idea.

―¿De que hablas, Dinah?―cuestionó Normani, sin embargo no obtuvo una respuesta concreta a su duda.―

―Coman rápido chicas, nos vamos.

―¿De paseo? ¿A dónde? ―pregunté sorprendida, tanto que el apetito se me fue s tan repentina petición de mi anfitriona.―

―¡Iremos al Bosnian Metal Fest esta noche en Mostar!

Jamás había escuchado de tal festival y eso me fue bastante lógico en el momento, sobre todo por las distancias entre naciones. La idea de un festival de metal me emocionó muchísimo, quise expresar mi emoción pero fui interrumpida por Lauren, quien lucía desesperada más que emocionada.

―Tú estás jugando, ¿No Dinah? Sabes lo que implica ir hacia allá.

La ligera emoción de Dinah y su ansiedad por enseñarme algo nuevo fue arrebatado con rudeza por las palabras de Lauren, no sólo por la forma en que expresó sus palabras sino por lo que pude notar en su rostro y era miedo, profundo temor. Dinah se acercó a Lauren y con fuerza la tomó del brazo. Yo me quedé observando paralizada ante el cambio radical de las emociones de la líder.

―No podemos dejar sin el conocimiento del verdadero metal a nuestra... invitada. ―Aquella última palabra resuena en mi cabeza todos los días, la manera en que fue mencionada sigo sin poder descifrarla. Poder, diversión y furia en un sólo tono.― Iremos a Mostar, ahora.

Tan rápido esas palabras fueron dichas, Normani terminó de tomar todos los platos y los llevó a la cocina y yo sólo me limité a tomar mis pertenencias y bajar hasta el automóvil.
Al salir del edificio me recargué y quedé pensando sobre las actitudes tan exageradas de Dinah, como de un momento a otro cambiaba de ser amable a ser una bomba de tiempo. Ella era una granada, si no la tratabas debidamente explotaba frente a ti. Salté al momento de sentir una mano en mi hombro, por un momento creí que era la dueña de mis pensamientos en aquel instante y me alegró estar equivocada.