Capitulo O8

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— ¡Pero caminaremos el doble!— se quejo.

— ¡Carla!— alargue en tono de suplica.

— ¿Tienes miedo de que te cargue?— soltó una carcajada.

—Carla...— la fulmine con la mirada —Claro que no le tengo miedo y no es eso...— me defendí.

— ¿Entonces?— me conocía bien, me estaba retando, sabía que si lo hacía por mi orgullo no podría evitar hacerlo.

—Hay olvídalo...— le dije mientras comenzaba a caminar hacia donde estaba Thomas.

Pase con Carla a lado mío, y solo escuche un chiflido -Idiota- pensé, aunque las ganas de gritárselo en la cara eran infinitas.

—Hey hey hey... ¿a dónde vas?— escuche su voz.

—A la casa...— le dije cuando volteé a verlo.

—Sube al auto...— me indico haciendo un movimiento con su cabeza.

—No...— le dije fría y volví a caminar.

—Entonces no quieres tu auto de vuelta...— escuche como agitaba las llaves, Carla solo me miraba divertida tratando de no reírse. Thomas rodeo el auto y abrió la puerta del copiloto y seguía agitando las llaves.

La oferta del auto era demasiado tentadora —Ven Carla...— le dije caminando hacia el.

Sonrió victoriosamente cuando llegue a su lado, tendí mi mano para que me entregara mis llaves, las puso en mi mano, pero cuando estaba por tomarlas, las quito.

—No tan rápido...— rió —Sube al auto...—

—Carla...— le dije para que también subiera.

—No... Yo me iré caminando— me dijo sonriente.

—Sube no es problema nosotros te llevamos...— le dijo Thomas, esta sonrió pero se volvió a negar.

—Carla sube...— le dije mirándola con suplica.

Finalmente acepto y subió en la parte trasera del auto.

— ¿Y tu eres?— le pregunto Carla – ¡Como te adoro!- pensé feliz al escuchar a mi amiga preguntarle eso.

— ¿________ no te ha hablado de mí?— le pregunto mirándome yo solo solté una carcajada.

—Ni que fueras quien para que yo hable de ti...— le dije sin voltear a verlo.

—Soy Thomas... y soy el niñero...— rió —...De esta malcriada niña— la risa de Carla se unió a la de él.

—Da vuelta aquí...— le indique para que entrara a la calle donde vivía Carla.

— ¡Gracias!— dijo Carla mientras bajaba del auto.

—No es nada...— le contesto Thomas.

—Nos vemos mañana— me despedí, entro a su casa y el auto se puso de nuevo en movimiento — ¿A dónde vamos?— le pregunte cuando vi que no conducía hacia la casa.

—Te invitare a comer...— me dijo mirándome.

— ¿Y quién te dijo que quiero ir?— le pregunte fría.

—De hecho no lo pregunte, y la verdad no me interesa...— sonrió y regreso la mirada al camino —Llegamos...— me dijo mientras aparcaba el auto en un restaurant de comida rápida.

—Wow... pero que espléndido— le dije sarcásticamente.

—Lo siento...—rio mientras bajaba del auto —Pero no te has ganado algo mejor...— me dijo cuando llegue a su lado —Además como quiera te hubieras quejado... como lo haces con todo— me dijo mientras caminábamos.

—Ya te dije que nada me molesta, solo tu existencia en mi vida...— entre al establecimiento, escuche su risa detrás de mí.

— ¿Quieres algo?— me pregunto mientras caminaba al mostrador para ordenar.

—No tengo hambre...— le dije y camine a una mesa, me deje caer en el acolchado sillón.

Observaba con detenimiento la silueta de Thomas alejarse, -Si lo hubiera conocido en otro lugar, nunca lo habría tratado mal...- pensé divertida, ya que si fueran otras las circunstancias, habría hecho hasta lo imposible para conquistarlo.

— ¿Que tanto me ves?— Salí de mis pensamientos al escuchar eso.

— ¡Ja! ¡Ja! ¿Yo? ¿A ti?— reí sarcásticamente —Ni en tus sueños Bradford...— le dije.

—Acéptalo te vuelvo loca...— me guiño un ojo, y dejo el pequeño cartel con el numero de su orden, se recargo en el sillón y cruzo sus brazos...

El NiñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora