Capitulo 54

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Thomas se estiro hacia los cajones que estaban a un lado de la cama, abrió el cajón inferior y de este saco un pequeño sobrecito negro.

— ¿Segura?— pregunto acomodándose entre mis piernas

—...Completamente— le respondí más que segura, pase mis manos por su cabello atrayéndolo a mis labios.

Poco a poco sentí como nuestras anatomías se convertían en una sola, cerré fuertemente mis ojos y me separe solo unos milímetros de los labios de Thomas, ya que un fuerte dolor se apodero de mi entrepierna, tanto que no pude evitar enterrar mis uñas en la espalda de Thomas.

—______ (tn)... ¿qu...quieres que me detenga?— me pregunto, seguramente porque había notado mi gesto, mas sin abrir los ojos y sin suavizar mis facciones negué con la cabeza. Coloco una de sus manos en mi cadera para comenzar con suaves embestidas, de un momento a otro el fuerte dolor se transformo en placer puro, al igual que sus movimientos comenzaban a tomar mayor velocidad e intensidad.

Abrí mis ojos para poder ver el rostro de Thomas, sus ojos estaban cerrados, mordía su labio inferior y una delgada capa de sudor cubría su cuerpo.

Era demasiado lo que sentía que se desbordaba de mi en forma de pequeños gemidos, los cuales Thomas atrapaba con sus labios.

Sentí como una serie de corrientes eléctricas recorrían mi cuerpo desde las puntas de mis pies hasta la cabeza, mis músculos se contrarían, nuevamente su espalda fue víctima de mis uñas. Habíamos llegado a la 'sima'.

Thomas completamente rendido se acomodo a mi lado ocultando su rostro en mi cuello, nuestras respiraciones estaban más que agitadas.

—T...Te am... Te amo— susurro Thomas entrecortado en mi oído envolviéndome entre sus brazo

Un ligero cosquilleo en mi espalda muy cerca de mi hombro izquierdo, hizo que me comenzara a despertar, no quería abrir los ojos, aun quería seguir durmiendo, pero el recordar que seguramente sería Thomas el culpable de las caricias, me incitó a abrir los ojos.

Efectivamente al abrir mis ojos me encontré con Thomas recostado de lado, recargando su cabeza en su mano mientras que con la otra acariciaba mi espalda.

—Hola— dije sonriente

—Buenos días— me contesto Thomas depositando un tierno beso en mi mejilla

— ¿Llevas mucho despierto?— pregunte frotando mis ojos, ya que se notaba la humedad en su cabello

—No— respondió —Hace poco desperté y tome una ducha— acomodo detrás de mi oreja un mechón de cabello que se había colado a mi rostro — ¿Como dormiste?— me pregunto sonriente, solté una tímida risa y no pude evitar sonrojarme

—Estupendamente— le conteste escondiendo mi rostro en su cuello, Thomas soltó una carcajada y me tomo de la barbilla para atraerme a sus labios y asi besarme de una manera sumamente lenta.

— ¿Y qué quieres hacer hoy?— pregunto a solo unos cuantos centímetros de mis labios

—Quiero estar contigo— le respondí sonriente, pero el agacho un poco su cabeza subiendo pícaramente su ceja izquierda, sin quitar esa sonrisa traviesa característica de él — ¡Thomas!— alargue su nombre riendo —Eres un mal pensado— di un suave codazo en su estomago y este comenzó a reír a carcajadas

—Es broma linda— seguía riendo

—Iré a darme una ducha— le dije besando fugazmente sus labios, sujete bien la sabana para envolverme en esta aun más, ya que rodeé mi cuerpo con esta semejando un vestido strapless, me puse de rodillas sobre la cama para bajar de esta, pero Thomas estaba sobre la sabana y no me dejaba tomarla toda.

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