Capitulo 15

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El sujeto parecía cómodo en su sillón de cuero con remaches, casi despreocupado por lo que había oído, tal vez no era la primera vez que alguien llegaba a él con cualquier tonta historia de cine. Por otro lado, su risa resonaba en las cuatro paredes y le causaba una especie de incomodidad al muchacho, no estaba acostumbrado a que se rieran de él y menos alguien "profesional". A duras penas habían terminado las dos horas encerrado con el sujeto y cuando pasó por la puerta ni siquiera se dio la vuelta para confirmar la siguiente cita.

- Si, yo te llamaré - Le dijo cuando ya se encontrada llegando al ascensor.

Escuchar a aquel tipo le fastidiaba, al parecer nadie estaba en la situación de prestarle atención, al menos tenía a Clary a quién le podía decir sus aventuras medievales. Mientras la mala canción del elevador sonaba, Simon no pudo evitar sentirse como un personaje de The Big Bang Theory. ¿Quién sería? ¿El amigo que quiere ligar hasta con el gato?, ¿El que es inteligente y se cree superior a los demás?, ¿La guapa mesera que promete para el año entrante conseguir un papel de cine?

No pudo evitar sonreír. Físicamente parecía más débil de lo que ella sería. Un suspiró fue lo que dejó dentro de ese elevador, dejó el estrés e incomodidad cuando vio una cara familiar afuera del lugar.

- Elvis abandonó el edifico - Dijo en modo de saludo.

Clary sonrió.

*

Clary arrugó la frente.

Habían entrado a la primera habitación que vieron, sentaron al hada con poca delicadeza en el suelo de madera y Simon se colocó a su lado para evitar que huyera. Ambos parecían realmente confundidos por lo que sucedía, pero tenían que llevar a cabo lo prometido.

-¿Y vas a decirnos?-

La Reina Seelie se encogió de hombros, un gesto vago - Podrías refrescar mi memoria -

Clary se puso de cuclillas frente a ella - Todo -

- Me debilito con los años, no es que sean muchos -

Ella rodó los ojos y suspiró, ya estaba teniendo suficientes mierdas - De acuerdo, tienes que detener esto.

-¿Y por qué yo iba a querer eso?-

- No lo entiendes, todo el mundo está muriendo, hasta en la Corte de las hadas - Informó Simon en tono insistente.

A la Reina parecía no importarle pero Clary supo que lo hacía, tal vez no lo expresaba porque entonces se vería débil, y lo menos que puede lucir una líder es debilidad, además, tenía experiencia con Isabelle.

- Ellos quieren encontrarte, al igual que todos. ¿Qué es lo que piensas hacer con nosotros?- La pelirroja se levantó, entonces cuando la Reina alzó la vista para verla, una pequeña línea de luz del faro de la calle iluminó un poco su rostro. Estaba intentando no llorar, pensó Clary, había un pequeño brillo en su lagrimal que por poco había pasado desapercibido.

- Somos parte del nuevo mundo, Clarissa Morgenstern, y desafortunadamente los nephilims no se encuentran como prioridad -

El muchacho la miró como si estuviera loca, pero esta apenas notaba su existencia.

- Libérame, Clarissa, entonces tus amigos y tú podrán unirse a nosotros -

-¡Son tonterías!- Chilló Simon a su lado con los ojos fijos en la Reina Seelie - Hemos visto morir a nuestros amigos, los licántropos salvajes tienen a tu gente secuestrada y tú quieres que nos entreguemos a ti para pelear con ellos -

- Es una confiable decisión, si ustedes me traicionan entonces los licántropos se encargarán -

Clary se frotó la cara con ambas manos y camino por la habitación, resultaba muy difícil que responda algo conciso. Como estaba empezando a peder la paciencia. Los ojos del hada viajaron por toda la habitación. No resultaba tan sorprendente pero tenía una cama en la cual podía echarse una pequeña siesta, sin embargo, como odiaba no poder hacerlo. Con la Reina Seelie ahí, todos sus enemigos podían llegar de sorpresa para una emboscada.

La Caída de IdrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora