La Caída de Idris

Capitulo 14

La lluvia caía sobre Simon, él no llevaba paraguas o una chaqueta que lo mantenga abrigado por dentro, solo era él y la lluvia mientras trataba de cruzar las calles tan rápido como se lo disponía, con la poca gente que se encontraba como él que desaparecían de su vista a velocidad de la luz, Simon no estaba seguro de como era eso posible pero siguió hasta la pronta avenida concurrida, dio una vuelta a la esquina y había llegado a Java Jones donde servían el café que su cuerpo necesitaba. Al verlo entrar por la puerta, la mujer del mostrador se giró y a los minutos le tendió una taza de capuchino, Simon no podría haber estado más feliz de ser bien recibido en aquel lugar. En secreto había ido a muchas cafeterías (y se había sentido mal por eso) pero su corazón estaba en Java Jones, tal vez para siempre.

- Simon, levántate -

El muchacho oyó la alejada voz de Clary que volvía cada vez con más fuerza, este se levantó aturdido del suelo y empezó a palparse la ropa mirando hacia todas direcciones. Hasta que divisó los cuerpos que se aproximaban a ellos.

Alec, Magnus, Isabelle y la Reina Seelie.

Simon detuvo su vista en esta última, ambos habían quedado atrapados visualmente, jamás había pensado que una hada podría verse tan feliz cuando había pasado mucho tiempo en aislamiento, prácticamente se habían olvidado de ella, notaba todos los cambios. Su talla había reducido, los huesos se pronunciaban más, y a pesar de tener el cabello lleno de polvo y sucio ella se veía iluminada por los cielos, al menos así lo había descifrado él.

- Clarissa Morgenstern, podría decir que los he extrañado pero no es verdad, por otro lado me fascinan nuestros encuentros, nunca sé en realidad que esperar de ti ¿O si la hago?-

Clary se enderezó y miró a Alec, este negó y ella se contuvo. La pelirroja no iba a olvida nada de lo que ella había hecho. Tal vez jamás.

-¿Así será? Ninguno de ustedes piensa en querer saber algo de Drew. Fantástico, entonces nadie lo sabrá -

Alec forzó su agarre y la pegó a él - Solo hablarás con Jia -

- Jia Penhallow no me quiere allí, si fueras un veinte por ciento más listo de lo que crees lo comprenderías -

Aline dio un paso al frente y la miró un repugnancia - Mi madre nos ha dado instrucciones específicas, no puedes desobedecerlas -

-¿Hija de la Cónsul?- Inhaló un poco de información y exhaló con una sonrisa - Aline Penhallow, es un honor verte finalmente, supuse que te parecerías más a tu madre pero no siempre se nos da lo que queremos. ¿Tu esposa está aquí contigo? Me encantaría hablar con ella...-

-¡No!- Chilló Aline con los ojos abiertos de par en par -No te acercarás a Helen-

Magnus colocó el brazo entre Aline y la Reina, sea lo que sea, la muchacha parecía que rompería a llorar en cualquier momento y él quería evitar cualquier rastro de teatro en ese momento.

- Oh querida, lo he hecho ya -

Y esas fueron las únicas palabras que dijo mientras recorrían la cueva de regreso, solo el eco de los zapatos se escuchaban y retumbaban hacia afuera. Clary hizo que Simon disminuya el paso hasta que se colocaron un par de metros más atrás, con muy poca probabilidad de ser escuchados.

-¿Crees que deberíamos llevarla con Jia?-

Clary se mordió el labio inferior y negó - No lo sé, la mayoría de ellos van a querer hacerle algo y será difícil contenerlo pero imagino que Jia lo mantendrá controlado.

- Ella dijo "Jia no me quiere allí" ¿A caso sabe lo que ella planea?-

-Simon...nadie lo sabe. No sabemos qué habla con el Consejo, y Magnus no quiere hablar de ello, no estoy segura de nada ahora. Deberíamos llevárnosla de aquí -