¿Alguna vez has tenido un mejor amigo? ¿Sientes que sin él no estas completa? Que pasaría si al "encontrarlo" descubres que no es quien creías que era.
Hay personas que te cambian la vida, ya ses para bien o para mal y hay otras que te ayudan a sa...
- ¿Estás bien? - dijo mi hermano abrazandome. - ¡No puedo creer que se haya ido Luke! ¡Fue mi culpa! - ¡No Tania, no fue tu culpa! Él tomó su decisión. - Pero la tomó por lo que yo le dije ayer. - Ayer él me dijo que había decidido esto mucho antes de que hablara contigo. - ¿En serio? - Sí, por eso quería hablar conmigo, me encargo cuidar de ti y de Lily y tu mamá. - Aún así, no puedo creer que se fue. - ¡Vamos a dar un paseo para que te calmes! - De acuerdo, es buena idea. Solo iré a cambiarme.
Entré a mi cuarto, me duché y luego me vestí. Bajé por las escaleras y Luke estaba hablando con mi madre y abrazando a Lily para consolarla. - ¿Nos vamos? - dije al bajar. - Claro, ¿vienen? - se dirigió a mi madre y hermana. - No querido vayan ustedes, estaremos bien. - ¿Segura? - me dirigí a mamá. - Si bebé - me dijo abriendo sus brazos para darme un abrazo. Me despedí de ella y Lily para luego salir con Luke hacia cualquier sitio. Durante los primeros minutos caminamos sin hablar, luego al llegar a un parque que estaba lleno de pinos solo pude decir: "¡Wow!"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Caminamos por un sendero en medio de esos majestuosos árboles. - ¿Te gusta? - me miró Luke. - ¡Me fascina! - respondí. - Pensé que sería buena idea traerte aquí ya que te gustan mucho los pinos. - ¡Gracias! - lo abracé. - ¿Te sientes mejor? ¿Sabes que puedes contarme? - Sí estoy mejor. ¿Te puedo preguntar algo? - Por supuesto ¿qué sucede? - De que hablaron tu y papá? - Ya te lo dije. - No, quiero que me digas todo. - Esta bien... Después de que entrarás a tu casa me llevó al patio trasero y me dijo: - Luke, comotehabrásdadocuentatenemosproblemasypuedequeparezcaquelaculpalatengoyo... - No se preocupe señor yo no soy quien para juzgar. - Pero es que es cierto ¡la culpaesmía! Nosoybuenesposoytampocobuenpadre. - Señornodigaeso, ¡es unexcelentepadre! - Graciashijoperosécuandoarruinolascosas. HoyTaniamedijoalgoquemepusoapensar. Medijoque las lastimaba vernos pelear tanto, que sería mejor si su mamá y yo no estuviéramos juntos. - Señorestoyseguroquenoerasuintención... - ¡Porfavor, dimeAntonio! Yyoséquenoerasuintenciónperoesciertoyesalgoqueyohepensadodesdehacemucho, nuncalodecidía porque pensabaqueseguirluchandoeralomejor, aunquenosotrosfuéramosinfelicesloqueimportabaeraqueellasestuvieranBien, peroahorameenteroquenoloestán. Hetomadounadecisión, ylohiceporelbiendemifamilia. - Señor... ¡Antonio! No creo que sea lo mejor... - Gracias hijo pero ya lo decidí. Mihijaconfíamuchoentiydeboadmitirqueyotambién, asíquetedejoacargodemifamilia. ¡Quiero que me prometas que cuidarás a mis hijas! -
Si señor, ¡con mi vida! - ¡Bien! Ahora, preferiría que no le menciones nada a Tania aún. - Como usted desee señor.
- ¿Entonces mi padre pensaba irse desde antes? - Sí, pero por su propio bien. - ¡Y yo lo ayude a hacerlo! - dije más enojada conmigo misma. - ¡Tania! Te he dicho que no te culpes. - No puedo evitarlo. - Pues no lo es, así que olvidalo ya. - ¡Esta bien! - dije bajando la cabeza mientras seguíamos caminando.