OTOKAGE

El hombre que se llamó DIOS

Trece meses.

Trece meses han pasado y ella no se había dado cuenta.

Sakura tomó a Otogakure, dedicando los primeros seis meses haciendo los mayores cambios en la aldea. Construyó casas, clínicas, escuelas, tiendas, haciendo a la aldea empezar a prosperar. Lentamente, el pequeño salario de las personas empezó a subir y la persona promedio podía permitir comprarse su propia y media comida en su mesa cada noche, incluso teniendo algún dinero de sobra para gastar en las pequeñas tentaciones de la vida.

Los shinobi se estaban volviendo más fuertes cada momento que pasaba, eso parecía. El plan de estudios de Sakura estaba aprobado y algo alterado por las kunoichi de Nadeshiko mientras enseñaban estudiantes de la Academia recién llegados. Esos estudiantes estaban aprendiendo más, siendo cada vez más capaces físicamente, y actuando más disciplinadamente de lo que lo hacían antes. Y cuando se convirtieron en genin, Sakura notó con orgullo que eran algo más. Eran más fuertes que el usual equipo genin de Konoha. Eran ciertamente más fuertes que el suyo.

Los Chunin y los Jounin también habían mejorado excepcionalmente al pasar el tiempo. Las estadísticas de números incrementaron hasta que estaban arriba de cinco o seis puntos, ¡Algunos incluso subiendo hacia las nubes para ascenderlo a diez u once puntos! Ella verdaderamente agradecía a los shinobi de Jomae que se quedaron en su aldea por cuatro meses y entrenaron a los suyos hasta llegar a su máximo potencial. Con tal ascenso de Chunin y Jounin, eso también significaba un ascenso en el sector ANBU. En esos trece meses, fue de quince integrantes a más de ciento cincuenta.

Sakura también aprendió que Otogakure era una aldea inclinada hacia genjutsu. Muchos de sus shinobis tenían una afinidad a él, y aquellos que sabían que podían lo utilizaban a su máximo en maneras muy creativas. Una vez que supo que ella misma tenía una afinidad de genjutsu, preguntó alrededor para ver si alguien podía ayudarla a incrementar su habilidad. Otros utilizaban genjutsu a través de ilusiones ópticas, hipnotismo, vista, o alguna forma de sonido (como cantar o a través de instrumentos), pero Sakura descubrió que ella podía introducir un genjutsu a través de contacto piel. Probó que podía funcionar extremadamente bien con su estilo de ataque a corta distancia.

-"¿Puedes activar un genjutsu con tus manos?"- Kabuto suspiró -"Por dios, por favor dime que no vas a usar eso en mi para que puedas escabullirte para conseguir sake"-

Sakura fingió un dolor y puso una mano sobre su corazón.

-"¡Porque, nunca lo haría!"-

Él la miró durante un largo rato antes de que sus ojos brillaran peligrosamente.

-"¿Cuánto tiempo he estado en este genjutsu?"-

-"Uh ... treinta minutos ahora?-

Kabuto disipó la ilusión y camino hacia el bar favorito de Sakura. Abrió la puerta y miró alrededor en busca de una pelirosa. Las otras personas no les prestaron atención, este tipo de cosa pasaba con frecuencia y estaban más que acostumbrados. Sakura giró en su silla en shock.

-"¡¿Treinta minutos?!"- Gritó: -"¿Cómo te diste cuenta en treinta minutos? ... ¡Golpee tu último disco casi una hora ... ASH! ¡Sabía que debería haber puesto un clon en su lugar! ¡Funcionó la última vez!"-

La jalo de la camisa y la arrastró de regreso a la oficina.

-"Tienes diecisiete. No eres ni siquiera eres legal. Ahora haz el resto de tu trabajo o le diré a los vendedores que no te vendan mochi por el resto del mes"-

Sakura hizo un puchero.

-"Bien, mamá"-

Algo en Kabuto cambió cuando decidió quedarse como su asistente. Ya no ponía una sonrisa falsa cuando alguien estaba alrededor o se guardaba sus opiniones a sí mismo. Ahora, él hablaba abiertamente sobre lo que pensaba e incitaba algunas bromas con la Otokage; algo que nunca podía atreverse a hacer con Orochimaru. Sakura también descubrió que él era bastante sarcástico en algunos momentos y le gustaba divertirse con aquellos que le sacaban de quicio fácilmente. Era ciertamente diferente de la persona que ella había pensado que era, pero estaba siendo el mismo. Y ella estaba contenta por eso.