OTOKAGE

MAYO

Día 3

Haruno Sakura era más bajita de lo que esperaba que fuera. Y mucho más joven. Kisame pensó que si ella era alguien que Orochimaru eligió para tomar su lugar, ella sería alguien tan espeluznante e intimidante como la serpiente demostró ser. Pero se estaba completamente equivocado, bastante equivocado, cuando se encontró por primera vez cara a cara...

Era una mujer joven cuya altura apenas le rozaba la parte superior de los hombros. Sus ojos eran de color verde brillante y su cabello de color absurdamente cortado y corto a casi la longitud de la barbilla. Sakura primero le dio la bienvenida con una amplia sonrisa y un firme apretón de manos antes de que tuviera que reportarse al hospital para algún tipo de negocio. Kisame quedó atónito ante su amabilidad y la imagen contrastada de sus expectativas de que la buscó dos días después, decidida a averiguar lo que Orochimaru podría haber visto en ella.

El primer lugar que decidió buscarla, por supuesto, en su oficina. Mientras caminaba por el pasillo para llegar allí, pasó por una kunoichi de pelo naranja.

-"Si estás buscando a Sakura-sama, ella no está en el momento" -ella dijo. Kisame se dio la vuelta.

-"Oh, ¿dónde está, entonces?"-

Ella le indicó que se acercara a la ventana y señaló un área justo fuera del pueblo.

-"Sakura-sama se está entrenando allí una vez cada dos semanas, pero si está practicando taijutsu, podría caer en una de las fisuras en el suelo"-

Su rostro se crispó en confusión. ¿Fisuras?

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Sí. Fisuras

En el momento en que entró en el campo de entrenamiento, vio que los cráteres, la tierra partida y los árboles rotos cubrían cada pie cuadrado del lugar. Kisame silbó, impresionado por el nivel de daño que la joven líder podía infligir. Con sólo taijutsu, sin embargo, cuando él viajó más lejos, él vio que su taijutsu no era la única cosa impresionante sobre ella.

Sakura estaba en medio de la destrucción realizando puños de un solo brazo con Kabuto sentado con las piernas cruzadas sobre una toalla sobre su espalda. El sudor empapaba cada parte que podía ver de ella e incluso bajaba por su barbilla mucho, creando un pequeño charco debajo de su cara. Sus músculos ondulaban con cada inmersión.

-"También tienes una reunión con Shizuka-sama en Nadeshiko Village la próxima semana"- Kabuto dijo, mirando fijamente su pequeña libreta: -"Tendrás que seleccionar a alguien para que vaya contigo. ¿Debo buscar a un ANBU disponible?"-

-"No... puedo ... mirarme ... la ... ter ... ¿Qué ... número estoy ... en?"-

-"Ciento cincuenta y dos, cuatrocientos cuarenta y ocho más en tu brazo izquierdo y estarás terminado..."-informó. Sakura suspiró pero no se quejó. Ella alzó los ojos a un lado y vio a Kisame abriéndose paso.

-"Hoshi ... gaki-san ... ¿qué puedo ... hacer por ti?"-

Kabuto lo interrumpió antes de que pudiera responder.

-"Hoshigaki-san, ¿cuánto pesas?"- preguntó. Sakura gimió mientras Kisame sólo levantaba una ceja.

-"... Alrededor de ochenta y tres kilos, creo"-

-"Qué maravilloso, Sakura-sama." Pensó mientras se ponía de pie –"Puedes ganar otros dieciocho kilos para tu entrenamiento. Ahora Hoshigaki-san, por favor siéntate en ella."

-"Eres un idiota"- Ella gruñó.

-"¿Qué dijiste?"

-"Nada"