OTOKAGE

OCTUBRE

-"Para sellar el trato, ¿eh? Realmente eres una criatura horrible, despreciable"- Inner se rió –"¡Qué repugnante pedazo de basura estás resultando ser!"-

Sakura exhaló suavemente y se recostó en su silla. Kabuto hizo una pausa en lo que estaba escribiendo y la miró.

-"¿Está molestando de nuevo?"- preguntó suavemente. Ella asintió antes de mirar hacia abajo los archivos del Clan Rinha que estaban sobre su escritorio.

-"Sí. Ya que realmente estoy pensando en esto, ella no se ha callado ni por un segundo"-

Porque el Clan Rinha no sólo era conocido por sus técnicas médicas. Tenían un kekkei genkai especial que prácticamente garantizaba su desaparición del mundo. Ahora era realmente el momento en que ella no podía volver atrás, y rezaba a los dioses que no estuviera cometiendo un error.

-"Y sabes muy bien que nunca podrás volver a ver a Naruto, traidora"-

Cerró los ojos.

No. No, no podía.

Nunca más.

Día 4

-"¿Tú... No te gusta ella o algo así?"-

Itachi miró a un Kisame atónito, su ira estaba disminuyendo apenas un poco mientras miraba a su compañero con frialdad.

-"¿Perdón?"-

-"Quiero decir, es bastante obvio por la mirada en tu cara y ese intento ridículo de matar que llena la habitación cuando Sakura-sama está dentro. Ni siquiera la has conocido antes. Lo que realmente no entiendo es cuánto odio tienes ¡Maldición, tú eres Uchiha Itachi! "

Itachi levantó una ceja.

-"¿Y?"-

-"Y tú no odias a nadie, ni siquiera a tus enemigos, ¿qué es lo que hace que tus sentidos cambien?"- preguntó Kisame incrédulo. Itachi apretó ligeramente la mandíbula mientras volvía la cabeza para mirar a la oficina de Otokage. ¿Odio? No era la palabra correcta que usaría para la situación. ¿Enfado? ¿Rabia? ¿Resentimiento? ¿Furia? Aquellos parecían más aplicables a lo que él sentía en este mismo momento.

En cuanto se dio cuenta de quién era Haruno Sakura, llegó a despreciarla.

¿Quién no había oído hablar de ella al menos una vez antes? Ella era la compañera de equipo de su otouto y se suponía que era una de las personas que lo atraería de vuelta a Konoha. Todo era parte de su plan para Sasuke... moriría por el amor de su hermano menor. Con Sasuke cumpliendo todo lo que siempre había querido, regresaría al pueblo que había dejado y en los brazos que esperaban de ella y Uzumaki Naruto. El plan era perfecto. Era infalible.

Pero Sakura lo arruinó. Vio un destello de rosa en la ventana de la oficina y frunció el ceño. No fue sólo el colapso de su plan lo que lo molestaba. También era el hecho de que ella era previamente aprendiz del Hokage. Tenía acceso a una gran cantidad de secretos de la aldea, sabía cómo funcionaba la aldea y estaba al tanto de casi todas las cosas importantes que sucedieron. Sakura podría muy bien ser la persona que podría traer la destrucción de Konoha con el chasquido de sus dedos.

No había forma alguna de permitir que eso sucediera. Con todo lo que sacrificó para mantener a todos en Konoha a salvo, no iba a permitir que alguien saliera de la nada y aplastara todo su arduo trabajo.

Su familia no murió por esto.

Inconscientemente, la intención de matar lentamente se filtró de sus poros y burbujeó alrededor de él como una capa firmemente envuelta. Kisame se encogió y lentamente se alejó.