Capítulo 13

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El ambiente era más tenso de lo usual.

—Dean se va conmigo, no pienso discutirlo más.

—Lo siento, Sam, pero si no estás relacionado con Dean no puedo hacer nada al respecto. Ustedes no son familia. Solo sus padres pueden firmar para llevarlo consigo.

—Pues buenas noticias, soy doctor y yo puedo firmar su alta en cualquier momento.

—Perdón, pero te olvidas que estás suspendido.

Sam frunció el ceño.

—¿Has visto lo que sucedió, verdad Chuck? Ese tipo podría haber matado a Dean o Castiel.

Chuck arrugó la nariz. Sabía que Sam tenía la razón.

—Esto se va a llenar de periodistas —dijo Dean mirando al suelo, más para sí que para el resto.

—¿Qué? ¿Periodistas?

Sam observó a Dean, quien estaba sentado a su lado, moviendo la pierna con nerviosismo.

—Sí —respondió observando a Sam, como dudando de si decir aquello era lo correcto— ya todo el mundo sabe que estoy internado aquí. Están pendientes de cuándo voy a salir. Si ellos saben que alguien me atacó aquí adentro...

—Eso me puede arruinar. A mí y a este hospital —se dio cuenta Chuck, quien ya estaba de pie junto a la ventana. Jamás había notado aquellos autos aparcados en la acerca del frente, que seguían allí día y noche. Eran... ¿Paparazis?

—Pero, Dean, cuando llegaste no había nadie —afirmó Sam, recordando su primer día en el hospital.

—Porque no sabían que estaba aquí. Pero seguramente ya lo han descifrado. Mi madre pudo haberlo dicho en alguna entrevista.

—¿En serio eres tan famoso?

—¡Eso no importa, Chuck! Lo que importa es que Dean esté a salvo.

—Está bien, llamaremos a sus padres.

Chuck parecía perdido. Todo aquello había sucedido demasiado rápido, y no sabía cómo actuar al respecto.

—Yo no puedo ir con mis padres. No puedo... —dijo casi suplicando, observando a Sam como si él fuera su única salvación.

—Entonces deberás quedarte, Dean. Política del hospital, no podemos darle de alta a alguien que no ha cumplido sus días de internación, y menos si esa persona no tiene un familiar que firme su alta.

La mirada de frustración en Dean hacía que Sam sintiera una valentía poco común.

—Yo soy familia de Dean. Tenemos... el mismo apellido.

Chuck puso los ojos en blanco.

—Claro, por supuesto —dijo con mirada perdida, nuevamente cercano a la ventana. Sabía que ambos no estaban relacionados.

—De acuerdo. ¿Y qué tal una pareja? ¿Si su pareja firma el alta, eso serviría?

—Bueno, en realidad... —Chuck frunció el ceño— Creo que sería una excepción. Debería escribir en la constancia de alta escribir que la pareja de Dean Winchester fue quién pidió su salida del hospital...

—Pues bien —Sam tragó saliva— yo soy pareja de Dean.

Ambos, Chuck y Dean abrieron los ojos tanto como pudieron.

—¿Qué? —dijeron al unísono, mientras Sam apretaba los labios en una dura línea.

—Como dije... somos... pareja.

—Imposible —respondió Chuck riendo nerviosamente —E-Eso no... jamás... ¿Cómo es qué...? ¿Entonces significa que...? No, imposible.

Comenzó a dar vueltas en la habitación, y a frotarse las manos.

—Es verdad. Mírame a los ojos y dime si estoy mintiendo.

Chuck se paró frente a Sam, un tipo que medía 1.94 cm, observándolo desde abajo. No duró ni dos segundos en esa posición, y volviendo a la ventana dijo, con convicción:

—Pruébalo.

Sam frunció el ceño.

—¿Perdón?

—Bésalo —balbuceó dándose la vuelta. Sam de pie y Dean aun sentado. La tensión se podía sentir en el ambiente.

Dean no pudo ni siquiera pensar en el pedido de Chuck, cuando repentinamente sintió unos cálidos labios tocando los suyos.

Sam, dando primero una sonrisa pequeña a Chuck, se inclinó frente al asiento de Dean, y tomándolo por el cuello de su camisa lo acercó a su boca, compartiendo un primer beso superficial. Se separó segundos después, con una sonrisa triunfante.

—Y si quieres, también puede ser de lengua, pero no quise ponerte incómodo.

Dean observó a Sam totalmente confundido. ¿En serio aquello había sucedido? ¿Y por qué carajos sentía que le temblaba el cuerpo? ¡Aquello había sido genial! Aunque seguramente habría imaginado otro tipo de "primer beso" con su doctor.

Chuck con mirada perdida y la boca abierta, fue hasta su escritorio, tomó una hoja y un bolígrafo y lo dejó sobre la mesa.

—Aquí está el alta. P-puedes firmar —y sin más, Sam Winchester se acercó a la hoja y la firmó. Dean era, por fin, libre.


** Qué puedo decirles, amé escribir este capítulo <3 ¿Podría haber tenido mil ideas mejores para un primer beso? JODER SI *La tribuna abuchea* pero me encantó que fuera así, tan impersonal, tan de repente, y en frente de alguien como Dios LOL xD

Sí, sé que me he tardado AÑOS en acercarlos y llegar a algo así, pero por Chuck me encanta todo el clímax previo a la acción >:D Hasta el siguiente capítulo hermosuras :D <3 **


Mi Doctor es Sam Winchester【Wincest】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora