Capítulo 10

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—Me han sancionado, Dean. Tengo que irme por unos días.

La mirada de Dean era inexplicable. Estaba completamente sorprendido, y no entendía por qué le hacían eso a Sam, teniendo en cuenta que era un buen doctor.

—Ruby —dijo Sam con tono serio.

Dean frunció el ceño, enojado. Tenía tantas ganas de decirle algunas cosas a aquella supervisora inútil, pero sabía que si lo hacía solo se metería en problemas.

Sam sacó del bolsillo de su bata un celular pequeño.

—Pero no te preocupes. Volveré. Emmm... Sé que no es lo mejor —dijo mientras Dean observaba confundido lo que él le entregaba— pero podrás comunicarte conmigo. Es por si acaso tienes algún problema y necesitas ayuda.

El corazón de Dean comenzó a bombear con fuerza.

—¿Es en serio? ¿Me darás un teléfono para que pueda hablar contigo?

—Sí. Aunque deberías escribirme en lugar de llamar. Pero guárdalo bien, si lo encuentran te lo quitarán de inmediato.

Dean sonrió, aun confundido, pero sintiéndose mejor.

—Creo que... que voy a extrañarte. Doctor —agregó carraspeando al final de la frase para no sentirse tan raro diciendo aquello. Sam le dedicó una cálida sonrisa.

—Y yo a ti, Dean.

Un silencio incómodo se hizo parte del lugar. El espacio entre ambos era tan pequeño, que podían sentir la respiración del otro. Ambos estaban sentados frente a frente en la sala común, aunque a aquellas horas el lugar estaba vacío y se encontraban solo ellos dos.

Sam se acercó, inconscientemente. Dean hizo lo mismo. Repentinamente, la puerta de la sala se abrió. Por ella entró un enfermero nuevo, acompañado por un balde y una escoba.

—Me toca limpiar. No debería ser cosa de los enfermeros, pero creo que alguien vomitó en la mañana y nadie hizo bien su trabajo —dijo lenta y pausadamente.

—Ah, sí, disculpa, ya nos íbamos.

Sam se levantó de inmediato, sintiéndose extraño. Dean, por otro lado, se quedó sentado, boquiabierto. Sus piernas temblaban.

—¿Dean? ¿Qué sucede?

El enfermero mostró una sonrisa triunfante, más bien parecido a una burla. Dean tomó a Sam por el brazo.

—Alastair—dijo con voz quebradiza.

—El mismo que viste y calza.

—¡¿Qué haces aquí?! —gritó Dean, desaforado.

El enfermero no dio respuesta, simplemente se dio la vuelta.

—Ya veo que están muy ocupados. Vengo en otro momento —dijo entre risas, y se retiró de la sala.

—¿Dean? ¿Estás bien? —preguntó Sam volviendo a sentarse. Obviamente algo no estaba bien, pero aquella pregunta necesitaba salir de sus labios. Le preocupaba lo que pudiera pasarle a Dean en su ausencia.

—Es... ese tipo...

—¿Lo conoces?

—Es un maldito. Él... fue el maldito que me torturó por años en la secundaria. Me golpeaba, me humillaba —Dean se tomó las sienes inconscientemente. Su mente solo tenía recuerdos imborrables que le hacían sufrir día y noche— Y ahora sabe que estoy aquí. Él sabe lo que va a pasar. Él sabe que va a poder humillarme de nuevo, porque aquí solo soy un paciente y él un enfermero.

—Dean, escúchame... maldita sea, no puede ser que tenga que irme en un momento así. Seguramente él acaba de entrar a trabajar aquí, nunca lo había visto.

Dean levantó la mirada, observando a la única persona que sentía que podía salvarlo de aquello.

—Voy a volver. No importa cómo. Volveré por ti, es una promesa —le dijo Sam, rotundamente.

—Lo sé. Sé que vendrás por mí.

Necesitaba decirle en aquel momento lo mucho que quería irse con él corriendo, pero sabía que no podía. Aún faltaban unos días para cumplir el mes de internación.

—En cuanto cumplas ese mes... te juro que te sacaré de aquí.

Dean asintió, esperanzado. Se sentía tan bien estar cerca de alguien como Sam.

—Debo irme —dijo él, más triste que serio. Se acercó a Dean y le dio un suave beso en la frente, tomándolo del cuello— Estarás bien, lo sé.

Y acto seguido se retiró de la sala, no sin antes percatarse de cumplir con sus palabras.

—Si llegas a tocar a Dean, a decirle algo que lo lastime, o siquiera pensar en hacer algo que le afecte... te juro que no volverás a trabajar como enfermero en tu vida. Y tu cara, no volverá a ser la misma —murmuró por lo bajo al salir de la sala y encontrarse con que Alastair esperaba en el pasillo. Éste asintió con una sonrisa burlona, y se retiró de allí, yendo rumbo a la sala de emergencias del hospital.

** ¿Y bien :D ? ¿Qué les pareció este capítulo? Admito que me gustó agregar este personaje, después de todo tomó un rol importante en SPN cuando Dean estaba en el infierno... Veremos qué sucede ahora que Alastair está rondando el hospital D: **

Mi Doctor es Sam Winchester【Wincest】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora