Capítulo 15

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Sam preparaba una cena bastante sencilla. Una ensalada con un poco de salmón —aunque para Dean, había tenido que hacer una hamburguesa, recientemente se había enterado de su gusto por ellas— y por supuesto, no podía faltar la botella de vino.

Dean se daba una ducha, la mejor que había tenido en semanas. Aun así, se sentía muy preocupado por la situación con Ruby. Según Chuck, no había pruebas para inculparla de nada; por supuesto que él hablaría con ella, pero Dean estaba seguro de que aquello sería en vano.

Salió de la ducha con una toalla en su cintura. Todavía llevaba el pecho mojado, y el cabello goteaba agua en su rostro.

—Dean, ya está lista la cena.

No pudo evitar sonreír. Iba a cenar junto a Sam, en su casa, y luego encima quedarse a dormir. Jamás habría imaginado que pasaría algo como eso.

Salió del baño aun con la toalla en la cintura. Sam le había cedido su habitación, y aunque ambos no habían vuelto a hablar de los besos inesperados, sabía que tarde o temprano esa conversación se iba a dar.

Fue a la habitación y por un momento recordó a Cas. Tenía tantas ganas de verlo y comentarle todo lo que había pasado... suspiró dándose cuenta de que quizá no lo vería por un tiempo, y mirándose al espejo enorme que estaba frente a la cama, no pudo evitar notar los golpes que Alastair le había ocasionado.

Tenía el estómago con algunos moretones, producto de la patada fuerte que le había dado aquel maldito. Justo cuando revisaba su abdomen, Sam entró a la habitación.

—Oh. Disculpa...

—No, no hay problema —dijo Dean dándose cuenta de la incomodidad de Sam. Sonrió con picardía al imaginarse que Sam podía estar nervioso por verlo semi desnudo en su habitación.

—Pensé que ya estarías vestido. Chuck me llamó.

—¿Y?

Sam suspiró.

—Nada. No pudo hacer nada. Buscaron en las cámaras, y Ruby ni siquiera aparece.

—¡Esa perra!

—No te preocupes, Dean. Sea lo que sea que haya hecho, ya estás muy lejos de ese lugar. No vas a volver allí.

—Aunque yo esté afuera, Cas sigue ahí adentro.

—Lo sé.

—Debemos hacer algo.

—Lo sé.

Ambos quedaron en silencio unos segundos. Dean se sentó en la cama, aun con la toalla puesta y el pecho al descubierto. Cabizbajo no paraba de pensar en cómo estaría su amigo.

Sam hizo lo mismo, se sentó a su lado pensativamente.

—Sacaremos a Cas. No le falta mucho para cumplir el mes que le queda.

—¿Y a dónde irá? Tengo entendido que no tiene familia.

—Vendrá con nosotros si es necesario.

Sam, el cuidador de psiquiátricos, solo le faltaba fundar un orfanato para que fueran a vivir todos los necesitados del Hospital Santa Ana.

Dean sonrió ante la idea y Sam copió el gesto.

—Bueno, vístete rápido, la cena se enfría. Te hice una de esas hamburguesas con queso y tocino que...

—¿Es en serio? —preguntó Dean con los ojos muy abiertos.

—Claro.

—Wow.

La alegría de Dean se había multiplicado.

—¡Y compré un poco de Pie! —gritó Sam desde fuera. Dean había encontrado el paraíso.

Se vistió con una de las camisas de Sam —que por supuesto, le quedaban enormes— y el mismo jean que llevaba el día que había entrado al hospital. No había llevado muchos cambios de ropa teniendo en cuenta que iba a usar un uniforme las 24 horas del día, así que al menos tenía a un amigo que le prestara su ropa.

—Te queda bien —le dijo Sam observando la camisa roja a cuadritos que se había puesto Dean. Aun descalzo, se fue a sentar a la mesa.

"Ahora es el momento. Basta de palabrerías. ¡Hay que tomar acción!" pensó con una mirada decidida, mientras observaba la espalda de Sam, quien estaba en la cocina. Segundos después llegó con la comida, y luego de servir un poco de vino, comenzaron a comer.

—Así que...

Dean no sabía cómo comenzar con la conversación.

—Lo que sucedió entre nosotros...

Sam tragó saliva pero no respondió. El silencio incómodo ponía a Dean con los pelos de punta. De inmediato tomó el vaso de vino que le había servido Sam y lo bebió por completo.

—¿Qué sucede?

—Eso es lo que yo me pregunto.

Sam parecía sumamente pensativo. Le dio una mordida a su salmón y observó a un lado de la mesa, justo a una repisa donde había fotos familiares.

—Lo que hice estuvo mal. Te pido disculpas y ojalá lo puedas olvidar —respondió mirando su plato.

—¿Qué? —Dean se quedó con el vino en el medio de la garganta, y tosió para no ahogarse— Imposible. Lo que sucedió... esos besos.

—No, por favor... no quiero.

—No sé si te diste cuenta, pero yo estoy enamorado de ti, Sam —confesó Dean mirando seriamente a su acompañante. Las palabras salieron por sí solas, ni siquiera tuvo que esforzarse. Sam lo observó con el ceño fruncido, totalmente confundido y dubitativo— Es la primera vez en años que admito algo así... Quiero creer que no me sucede solo a mí.

—Pues qué mal que creas eso —dijo Sam levantándose repentinamente— Lo siento, Dean. Pero yo no siento nada por ti.

Tomó el plato y lo llevó al fregadero, donde dejó casi toda la comida. El rostro de Dean estaba desencajado, no entendía qué sucedía, por qué le hablaba tan fríamente, por qué le había hecho creer algo que no era.

—Pero...

No pudo seguir hablando. Su corazón se había quebrado en dos. El pecho le dolía. Una vez más, rechazado, una vez más, humillado.

—Dean, realmente a ti no te conviene que yo...

El timbre sonó repentinamente. Ambos se quedaron observando la puerta, cómo preguntándose si irían a responder o no. Obviamente Sam era quién debía responder, así que se dirigió a la puerta y observó por la mirilla. La abrió consternado; Dean supuso que no conocía a la persona que golpeaba a aquellas horas.

—Hola, ¿Eres el doctor Sam Winchester?

—Sí.

Esa voz...

—¿Puede ser que aquí esté Dean Winchester?

—Sí...

—Oh, genial. Mucho gusto. Soy Jo Harvelle, su prometida. Vengo a buscarlo para ir a casa. Debería haber llegado más temprano, pero el auto se averió y tuve que parar a...

Sam se movió unos centímetros, y Jo vio a Dean allí, de pie, junto a la mesa.

—Dean...

—Jo —respondió Dean con una sonrisa cálida. Dean se acercó a la puerta y se abrazaron con fuerza. Y Sam quedó en un costado, observándolos, ajeno a la situación, a ellos, a todo.

**Bueno, se nos une una nueva integrante a la historia :D Sinceramente, amo a Jo, es uno de mis personajes favoritos de la serie, así que no podía dejarla afuera <3 Ojalá me dieran las ideas para agregar a todos los personajes xD Pero lamentablemente alguno que otro quedará por fuera. Espero les esté gustando todo este drama :3 ¡Hasta el siguiente capítulo! **

Mi Doctor es Sam Winchester【Wincest】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora