Despiesto

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Me dolía todo el cuerpo como si algo hubiese caído encima de mí, podía sentir que estaba acostada y algo blando se encontrará bajo mi cuerpo probablemente fuese mi cama, pero no recordaba como llegue a una cama... sentía que una luz quisiese entrar por mis ojos obligándome a abrirlos y también escuchaba algunos murmullos de personas... pero no podría reconocerlos, mi cabeza daba vueltas.

Me obligue a abrir los ojos pero solo vi mucha luz y los cerré de inmediato, repetí la rutina varias veces hasta que mis ojos soportaron la luz. Vi el techo y era completamente blanco así que supe que no era mi cuarto, miré las paredes también era blancas, estaba en una camilla muy angosta pero larga para mi cuerpo.

-¿Dónde estoy?- pregunte en voz alta para mí pero con la esperanza de que alguien me contestara.

-Mi amor- escuche que Albus me hablaba- gracias a Merlín que estas bien.

-¿Dónde estoy?- volví a preguntar mientras giraba lentamente mi cabeza hacia la voz, soportando el inmenso dolor que sentía.

-En la enfermería, te encontramos en el suelo inconsciente- me contestó mientras tomaba mi mano, acción que hizo que soltara un grito de dolor y él inmediatamente me soltó.

-¿Siente dolor?- me preguntó la enfermera cuyo nombre nunca he aprendido.

-Es lo único que siento.

Escuche como movía cosas mientras se iba acercando a mí.

-Tome esto, le dejara de doler- me acerco una botella muy pequeña a los labios, el color de la sustancia era verde obscuro y se notaba que era viscoso, definitivamente no tendría una excelente experiencia de esa sustancia acuosa.

Bebí el líquido o lo que sea, me raspó la garganta y era como fuego en mi organismo pero lo sorprendente fue cuando sentí mi cuerpo más liviano y por instinto comencé a mover mis brazos y piernas y ya no dolía.

-Wow... esa sustancia fue sorprendente- dije.

-Vamos preciosa, dinos que pasó- me alentó Nott mientras se sentaba al otro lado de la cama de donde esta Albus, pude levantar mi cabeza y me encontré a James, Scorp, la directora y la enfermera.

-Pues... no lo sé... iba caminando por el pasillo, y comencé a sentir mi cuerpo arder...- era obvio que no podía decirles todo a mis amigos si estaba la directora y la enfermera también.- y solo vi todo negro. ¿Cómo me encontraron?

-pues... -comenzó a decir James- solo lo supimos- yo podía ver que algo omitía pero no insistí.

-Jóvenes, necesito que me digan la verdad- insistió Minerva mientras nos fulminaba con la mirada.

Nadie dijo nada.

-Está bien, pero espero lo hagan antes de que sea tarde. Solo quiero ayudarlos- dicho eso se dio la vuelta y se fue llevándose consigo a la enfermera.

-¿Cómo me encontraron?- les pregunte.

-Dijiste "mamá" en nuestra mente, probablemente usaste nuestro medio de comunicación así que supimos que algo andaba mal. Y te fuimos a buscar por todo el castillo- dijo Scorp.

-Pues no use nada, la verdad es que el collar se comenzó a poner de color rojo- les dije mientras sacaba el collar de la bata de enferma que traía puesta y lo miraba, se veía tan inocente...- y comenzó a arder, provocando un ardor en todo mi cuerpo y todo lo comencé a ver todo negro, pero recuerdo que en contra de mi voluntad dije mamá.

-Pues... todo esto es por ese collar, bien tenemos que buscar para que te lo dejo tu madre.

-Lo sé James pero no sé por dónde comenzar.

-Lo importante es que por ahorita te recuperes, después nos preocuparemos por eso. Tío Sirius te envió una caja.

-Oh! Papá envió mi vestido. Bueno mañana es el baile, mejor bajen a las cocinas y traeganme algo para comer, que me muero de hambre.

-Como mi madre dice, el enfermo que come y mea que el diablo se lo lleve.

-Así no va Colagusano.

-¿Qué? así lo dice mi madre.

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En la tarde me dieron de alta, haciéndome prometer que iba a cuidarme y que mis amigos también lo harían.

Me desperté en la mañana del sábado muy emocionada ya que iba a ir al baile, aun cuando iba con mi amigo Will. A Izzy me la pase evitando, no lo quería encontrar ya que ni siquiera se dignó a ir a verme a la enfermería y eso que se supo en todo el colegio que me había ocurrido. Inclusive el profesor Snape me fue a visitar, cosa que me sorprendió, no se cuál fue su motivo para asegurarse que había muerto la hija de uno de sus enemigos o que no había muerto su alumna otra serpiente que ganaba puntos en las clases, sobretodo en pociones y artes obscuras.

-Vamos, vístete- me dijo Amy mientras entraba al baño, ya todas las chicas estaban arreglándose.

-Ya voy, ya voy...

Mi padre me envió un vestido color verde con algunas flores plateadas, muy Slytherin, la tela era de seda haciendo el vestido bastante suave, me llegaba debajo de las rodillas y se veía bastante bonito, era claro que mi padre tuvo que pedir ayuda de una mujer, probablemente tía Astoria ya que él no escogería por sí mismo ese color.

Al terminar de arreglarme baje a la sala común y vaya impacto que me lleve, Albus vestía un hermoso traje de color negro con una corbata verde con rayas plateadas, su cabello despeinado lo deja ver muy... bien y sonreía el maldito con prepotencia al verme la cara de boba.

-También estas hermosa Black- me dijo, y vi que en el brazo llevaba a una chica que también era de nuestra casa, su cabello era castaño, tez morena y ojos verdes, muy bonita la niña.

Entonces lo vi, ahí estaba Nott recargado en la pared con una pierna doblada y depositada en la pared, llevaba un traje plateado que contrastaba con su tez blanca y una corbata verde, se veía muy apuesto y entonces me sentí orgullosa de mi pareja de baile.

Se acercó a mi y me dio su mano para ayudarme a bajar de la escalera, acción que hizo despertarme, le tome de la mano y se acercó a mi oreja mientras me decía con una voz muy seductora.

-Señorita Black, usted se ve hermosa el día de hoy. Es un honor ser su pareja de baile.

-Vaya señor Nott, usted puede ser bastante caballeroso si se lo propone- le conteste mientras la pareja de Albus nos miraba con el ceño fruncido sin comprender lo fuerte que puede ser una amistad entre un chico y una chica.

Al llegar a la entrada del comedor quede de nuevo impresionada, ya no había las cuatro grandes mesas, sólo unas pequeñas y redondeas alrededor de una enorme pista de baile, todos iban muy formales y se divertían, a lo lejos visualice a quien no quería ver, estaba Izzy besando a la chica que la otra vez me había buscado, la rubia. Cuando terminó de besarla me vio, sus mejillas se tornaron color rojo de vergüenza pero solo desvié mi mirada tragándome el dolor y mostrando lo fría que podía ser, por primera vez agradecí que me educará así mi padre ya que los Black no debían mostrar tanto sus emociones y tenían que controlarlas.

Nott se percató de los hechos y se acecó a mi oído y susurro- Tranquila, disfruta y olvídate de el- me tome del brazo, lo cruzo con el de él y bajamos las escaleras con el gran porte de una serpiente y sangre pura.

Soy una BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora