Han pasado 3 largos y duros meses desde que paso el accidente de Karla, en los cuales no he dejado de pensar en ella, me duele su partida, perdimos toda comunicación, corren los rumores de que ella comenzó una nueva relación, lo cual me destrozó el corazón, ya que para mi significó que todo lo que decía sentir por mi era falso. Pero del mismo modo yo no podía odiarla, la amaba y ese sentimiento no cambiará. Desde entonces no soy el mismo tipo de antes, me la paso vagando de bar en bar, pagando por sexo, y matándome lentamente por los cigarrillos que son mi única compañía en las noches, pedí incluso que me cambiaran al profesor Rivas para evitar encontrarme con ella.
La noche es fría y llueve como si cayera un diluvio, el Club Antillas es muy solo a partir de las 2 de la mañana. Lentamente y torpemente por los efectos del alcohol avanzo por el callejón.
-¡MALDICIÓN!- Me entró la nostalgia no lo niego, aviento mi botella y me pongo de rodillas, aun la extraño, aun la amo tanto, que no creo jamás encontrar a alguien como ella, me recuesto en el piso, mis ganas de vivir se han esfumado, ahora entiendo a Jorge, que caso tiene vivir si no tienes a la persona que amas, comienzo a recordar cada momento a su lado, desde aquel primer beso en mi departamento, hasta en que ella me dice que me ama, que soy o mas bien fui lo mejor que le paso en la vida, la lluvia me ha empapado todo...
-¿Diego?- Alguien se acerca a mi, no puedo distinguir quien es, pero por su voz, es sin duda una mujer
-¿Si diga?- Contesté mientras que al mismo tiempo me limpiaba las lágrimas con mi chamarra,
-¡Oh por dios! Nada más mira en que condiciones estas, anda levantate- Esta chava era Ana, apenas la reconocí cuando me puse de pie, pero tanta era mi necesidad de sentir cariño, sentir que a alguien le importaba, que la abrace.
-Estoy tan solo Ana
-Veo que aun no superas a Karla
-¿Por que? ¿Vas a intentar llevarme a la cama de nuevo?- Me empecé a reír sarcásticamente, pero claro que lo que decía o hacia era por los efectos del alcohol.
-Si muy gracioso, anda te llevo a casa.
Ya en mi departamento Ana gentilmente me preparo un café caliente, y se sentó conmigo en el sofá.
-Diego, mirate, ¿Acaso así quieres estar el resto de tu vida?, ni a clases vas.
-Aún voy a clases solo cambie al maestro Rivas para evitar verla. ¿Te importaría quedarte a dormir esta noche conmigo? No quiero estar solo.
-¿Estas seguro?
-Si
-Todo va a estar bien Diego no te preocupes, ya verás- Sin darme cuenta me quede dormido. Pues al día siguiente desperté con unas cuantas cobijas que me cubrieron del frío anoche y con un dolor de cabeza patrocinado todo gracias al alcohol ingerido el día de ayer.
-¿Ana?- Pregunto desde el sofá, como nadie contesta, me fijo en mi habitación.
-¿Donde estas Ana?- Tampoco esta, se ha ido, me encuentro solo otra vez. Me dirijo a donde guardo las botellas, cuando veo que en el comedor hay una carta escrita por Ana, la abro y decía lo siguiente:Querido Diego:
Me duele saber que el rompimiento con Karla te afectó a tales extremos de verte como te vi ayer, nunca llegue a imaginar que pudieras caer tan bajo como te vi anoche, incluso sentí lástima, algo que tu nunca causaste en las personas, y no por las condiciones en las que te encontré, si no por que el Diego que conocí, del cual llegué a estar enamorada algún tiempo; ya no existe más. Aquel tipo que no le daba miedo decir las cosas, aun sabiendo que iba a lastimar a las personas, o aquel que te daba consejos y te ayudaba cuando tenías problemas. También quiero disculparme por todas mis estupideces que cometí, los cuales ocasionaron el accidente de Karla, lo que llevó a la ruptura de su relación por consiguiente, si te sirve de consuelo, me sentí la mas puta del mundo entero, pero pues ni arrepentirse es bueno en estos momentos. Diego recuerda que una ve me dijiste "Si amas la soledad es por que tienes miedo a sentir el amor de alguien más" ¿Acaso tienes miedo de volver a amar?. ¿A sentir el cariño de una persona? ¡Vamos Diego! Tu no eres así, olvida a Karla, es momento de que seas tu otra vez. Espero que algún día recupere a al Diego del que te hablo y ¿Por que no? Intentar una relación entre tu y yo, digo no soy Karla pero también de mi te puedes enamorar. ¡Te quiero! y por favor, vuelve a ser el mismo de antes, tu puedes salir adelante.
Tomé mi celular buscando el número de Ana, marco y enseguida se escucha a Ana un poco sorprendida.
-¡Wow! De seguro ya leíste mi carta.
-Fue una buena carta, me hizo pensar cosas.
-¿A sí? ¿Como cuales?
-Cosas como el de ¿Que harás esta noche?
-Puede que me quedé en casa, viendo unas cuantas películas o puede que esperé a que un chico me invite a salir
-Ah mira que casualidad, justamente yo quiero invitar a una chica que tenga planes tan aburridos como los que tienes tu, a dar la vuelta por ahí, para divertirse un rato.
-Bueno en ese caso Diego, creo que puedo hacer un cambio de planes y salir contigo esta noche.
-¿Y cuando te dije que serías tu la afortunada?
-Eres un imbécil- Su tono de Ana cambio drásticamente y para evitar que me colgara me eché a reír.
-Jajaja era una broma ¿Te parece bien a las 8?
- 9 y yo paso por ti, nos vemos hasta entonces- Y colgó, lo cual me causó una risa sarcástica, pues en mis 26 años nunca en la vida me habían respondido e impuesto el horario de una cita.
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"She"
RomanceHay veces en la vida que por mas ganas que uno tenga de estar con alguien, no se puede, pues el destino que tienes es diferente al de aquella persona. Pero que pasaría ¿Si el destino los vuelve a juntar sin qu...