"She"

¿Una relación con la profesora? ¿Y Ana?

Después de leer aquel mensaje de Ana en el cual decía que teníamos que hablar me quede helado, por el cual Alejandra me pregunto que era lo que me ocurría, no contesté, tome mis cosas y empecé a vestirme  para ir a la universidad.
-¿Y el discurso Alejandra?
- Es bueno, no hay duda que les va a gustar a todos en la facultad.
-Me tengo que ir, hablamos luego
-¡Diego!
-¿Si?
-Ni una sola palabra de lo que ocurrió anoche.
-No te preocupes querida, no le diré nada a nadie- Le di un beso y salí en busca de Ana a la cual en cuanto salí de aquella casa le marque para invitarla a desayunar. Ella acepto y quedamos de vernos a las 10:30, tiempo perfecto para pasar a darme un baño y cambiar de ropa.
Tomé un taxi al lugar donde quede con Ana y ella ya estaba esperándome, parece tranquila, esa puede ser una buena señal, tomamos asiento y un joven se acerca a tomar nuestra orden, ambos pedimos el desayuno ejecutivo, con la diferencia que yo pedí dos vasos de jugo de naranja, ya saben para reponer líquidos después de lo de anoche.
-Bueno y ¿De que querías hablarme Ana?
-Diego, te ha pasado que has pasado con una persona muchos años y sientes algo especial por el. ¿Pero por las circunstancias no pueden estar juntos?
-mmm si, una vez
-Pues eso me esta pasando en estos momentos, aquella noche que salimos juntos, me sentía toda una princesa acompañada por su príncipe, pero volví a la realidad cuando vi la forma en que mirabas a Karla, y comprendí que nunca podre lograr que tu me mires de la misma forma, osea con amor-Tomé un sorbo a mi jugo, no sabia que decir, en parte ella tenia razón.
-Ana... La verdad es-En eso sonó mi celular, veo el identificador y es Alejandra, vaya momento en el que decide marcar, con una seña le digo que me disculpe a Ana y tomo la llamada.
-Bueno
-Grandes noticias Diego, convencí a los maestros que tienes que practicar mas tu discurso y por lo cual hoy no asistiras a ninguna clase, así que ven a casa, quiero repetir lo de anoche.
-Estoy desayunando con mi papá que vino de visita. ¿Te puedo marcar en un rato?
-Esta bien, pero no tardes- Vaya lío en el que estoy metido, ahora resulta que mi profesora quiere mas del gran Diego, me dirigí de nuevo a la mesa.
-¿Quien era?
-Mi papá Ana que quiere venir a verme.
-¿Estas seguro?
-Si ¿Por que preguntas?
-Por nada- Hizo una pausa para comer un poco de su platillo y continuó.
-Diego, quiero estar contigo quiero que me des la oportunidad de hacer que te enamores de mi, llevamos tantos años de conocernos que se que puedo...
-Ana no quiero hacerte daño- Interrumpi
-Eres una persona muy especial en mi vida, hemos pasado grandes momentos juntos y me has apoyado cuando mas lo necesito, pero seamos honestos, nos quedan dos meses de escuela, y después de ahí, ambos tomaremos caminos distintos, y yo se que puedo llegar a amarte, pues aquella noche nunca se me va a olvidar, fue fantástica. Pero me dolería mucho que tu o yo se enamore tanto para que a los dos meses cada quien tome su camino y todo se vaya a la basura.
-Entiendo Diego- Ana se paro, se dirigió a mi, me dio un beso y se marcho. No comprendía por que hace un día yo quería algo serio con Ana y ahora que podía tener una relación con ella, la bateaba por que, por que una maestra de 38 años con un cuerpo excepcional estaba teniendo sexo conmigo.
A pesar de que la gente del lugar se me quedaba viendo por lo ocurrido, seguí desayunando, tenia que reponer fuerzas para el segundo asalto en la cama de Alejandra, así que cuando termine, pague la cuenta y tome un taxi para que me llevara a donde quería estar.
-Ya estoy llegando abre la reja y la puerta
-Esta abierta pasa y sube directo a mi alcoba, que tengo que platicar seriamente contigo.
-¿Tengo que preocuparme?...Bueno, bueno- Me colgó, y me dejo con la preocupación de que pudiera ser algo serio, llegamos y le pague el taxi, antes pude ver la cara de asombro por chulada de casa que tenía Alejandra, en fin, me dirigí a su cuarto y ¡Vaya sorpresa! Ella me esperaba de una forma que altero todo mi sistema y me dejo con la boca abierta.
Concluida la faena, estábamos abrazados cuando Alejandra me dijo algo muy extraño, algo que yo no esperaba.
-Tal vez estoy muy vieja para esto, pero quisiera hacer formal esto que estamos haciendo Diego
¿Que dices?
-¿Te refieres a que seamos novios?
-Si, ¿Digo yo te gusto?
-¿Bromeas? Eres hermosa.
-Entonces vamos a intentarlo, tu me haces sentir cosas que ningún hombre me había hecho sentir.
-Pero Alejandra, nos acabamos de conocer
-Y eso que importa Diego, si por mi fuera desde el segundo año aquel momento en que  te vi, me hubiera lanzado hacia ti como lo estoy haciendo ahora, pero aun parecías niño, eso me detuvo, sin en cambio ahora eres todo un hombre.
-Eso es una gran confesión Alejandra, pero sabes que ¡Al demonio! Hay que intentarlo- Y de nueva cuenta volvimos a hacer el amor, pero ya no como dos personas que tienen sexo por diversión, ahora eramos dos personas teniendo sexo ya con la etiqueta de novios.