LATIDOS METÁLICOS

Visitas nocturnas que atraviesan el alma

La abuela era alta, esbelta, de cara afilada, labios delgados, ojos castaño claro y muy elegante al vestir. Su cabello era totalmente plateado. Se parecía demasiado a mi madre, tanto que dolía verla.

Ella estaba sentada en la silla de cojín al lado de mi cama. Junto a ella estaba parado mi abuelo, él sólo tenía el cabello canoso por los lados, cejas gruesas, párpados caídos y una voz potente. Yo estaba llorando en su regazo. No había parado de llorar desde que habían entrado en la habitación.

-Estamos aquí desde hace una semana, cielo. En cuánto nos enteramos de tu desaparición tú abuelo y yo tomamos el primer vuelo- acaricié la falda de su sedoso vestido azul.

-Tus tíos también están aquí, aunque no quisieron traer a los niños. La situación de la ciudad no es la mejor en este momento -

-¿Qué ha pasado? ¿Cómo están las cosas? -

El abuelo se acercó y me acarició el dorso de la mano. Olía a puros y a coco, aquel olor me fascinaba desde que era una niña pequeña.

-Te lo explicaremos todo más tarde. Ahora tienes que hablar con los agentes. Están esperándote -

-No quiero-

-Cielo- la abuela apretó mi mano - Es necesario. Se que no quieres revivir ese momento, pero inténtalo, cariño. Si llegas a un punto en el que sea muy difícil para ti, te prometo que no tendrás que seguir -

Asentí. Justo en ese momento el Doctor Abreu entró acompañado de sólo un agente policíaco, aunque no lo parecía. Lo supe hasta que nos mostró su placa. Una mujer iba al lado de él. El hombre iba de traje azul marino, lustrosos zapatos negros y con el cabello engominado. Tenía nariz en forma de gancho y ojos azul demasiado claro.
La mujer vestía una falda lápiz color negra, blusa blanca semitransparente y blazer negro. Su cabello era negro, ondulado y voluminoso, tenía rasgos muy finos, ojos verde intenso, labios gruesos, muy parecidos a los míos y piel bronceada. Era toda una belleza.
Alta y con curvas.

-Señores Segura, soy el agente Márquez especializado en crímenes y asesinatos - les dió la mano a mis abuelos - Señorita Grallet, me gustaría hacerle algunas preguntas -

-Pero como he dicho, no creo que sea prudente ahora- la mujer había intervenido y se había acercado a nosotros - Mi nombre es Liberty, soy trabajadora social y psicóloga, estoy aquí para apoyarlos. Acabo de hablar con el Doctor Abreu y creemos que lo más razonable es esperar. Skyler ha pasado por una experiencia muy fuerte. Con el secuestro, el accidente y la pérdida de alguien importante es impresionante que no haya entrado en shock y no queremos arriesgarnos a que ocurra si hacemos que recuerde la experiencia -

Hablaba muy segura de sí misma y con energía. Nos había estrechado a todos la mano. Un apretón fuerte.

-Por suspuesto queremos saber la opinión de Skyler -
Dijo el Doctor. Todos me miraron.

Claro que quería saber quiénes habían ocasionado el accidente. Quería saber porqué querían llevarme. Tenía una vaga idea y quería confirmarlo.
Los hechos me decían que Dylan y sus cómplices había intentado secuestrarme de nuevo, pero algo dentro de mi me decía que no podía ser del todo cierto. Mi madre había dicho que no habían pensado que Dylan y su banda me tenían. Por lo tanto había alguien más implicado, pero ¿En qué ? ¿Por qué ?
Si Dylan no estaba involucrado y yo abría la boca ellos iban a querer saber detalles de mi secuestro, no era buena mintiendo.
Mi tío Manuel entró de repente y tomó la decisión por mi.

-Skyler no va a hablar por ahora con nadie. Concuerdo con la señorita Liberty, no vamos a arriesgarnos a que ella reviva la experiencia -

Mi tío vivía en Europa con su esposa e hijos, era abogado y yo llevaba aproximadamente dos años sin verlo.