La rubia platino al ataque

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En el patio de entrada del colegio se encontraba un árbol gigante de tronco grueso y hojas verdes y gruesas, alrededor de él habían dispuesto  un par de muy bonitas bancas de metal.

Esperaba a Lavanda sentada en una de ellas con las piernas colgando y balanceandolas mientras comía una paleta de moras con ahínco para llegar al centro, donde la envoltura prometía un chicle de fresa.

Lavanda estaba en la acera despidiéndose de Pablo. Los observé besándose y riendo.

También vi a Alison con su grupo de amigas, todas apiñadas en un circulo, hablando acerca de alguna historia estúpida e innecesaria. O quien sabe, tal vez hablaban acerca de algún descubrimiento científico reciente, que todas ellas lucieran como supermodelos no quería decir que fueran estúpidas. Les daría el beneficio de la duda.

Pasaron cerca de mí. Una de sus amigas me aventó un beso.

Le puse los ojos en blanco.

Alison  había permanecido ignorando mi existencia por un tiempo, parecía que ya no más.

Lavanda le dio un último beso a Pablo y él se subió a su auto. Ella corrió hacia mí  sentándose a mi lado.

-Pareces contenta- le dije y la paleta crujió en mi boca.

-Me invitó a ver una película en su casa esta noche-

- ¿Cuál van a ver?-

Lavanda se puso roja. No me contestó.

-¿Qué sucede? ¿Por qué te sonrojaste?-

Me observó con los ojos entrecerrados.

-Bueno, es que no creo que vayamos a ver alguna-

-¿Y entonces por qué... -

Dejé de hablar. Mi boca formó un gran círculo.

-Ya lo entendiste- Asentí -¿Qué piensas? ¿Crees que es muy pronto?-

Me encogí de hombros sintiéndome un poco decepcionada, no por Lavanda, si no por la paleta y su falacia acerca del chicle inexistente.

-Bueno, sólo llevan tres semanas saliendo y no sé qué  pienses acerca de... Ya sabes... perderla-

-Ah, descuida - dio un manotazo al aire - Ya no lo soy. Se llamaba Pierre. Ocurrió durante unas vacaciones en Francia. No me lo recuerdes, me arrepentiré por el resto de mi vida-

Terminé la paleta.

-¿No crees que entonces deberías pensarlo bien? Para no arrepentirte como con Pierre -

-Mmmm.... puede que tengas razón, tal vez todo esto no es muy propio de una señorita como yo -

-No me refería a eso, no hay nada de malo con el sexo, es sólo que pienso que no hay que apresurar las cosas -

Lavanda sonrió, comprendiendo mi punto y me pegó en el hombro con el suyo.

-Debiste dejar que te presentara a Nicolás. Es lindo-

Arrugué la nariz.

-Sí, lo es, pero él no quería conocerme-

-Claro que sí, es sólo que le faltaba un incentivo-

- Ja. ¿Me has visto?-

Ella me sacudió.

-Skyler, no quiero que vuelvas a decir eso. El físico no lo es todo. En un mundo donde todos son hermosos, la belleza pierde su valor.-

Sonreí. Yo sabía que no era fea, pero la cuestión es que en un mundo donde lo perfecto es lo normal ¿Dónde me dejaba eso a mi?

-No lo había pensado de esa manera-

LATIDOS METÁLICOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora